Written by 3:43 am Europea, Poesía

International Dylan Thomas Day

Elizabeth Azcona Cranwell

 

Abisinia Review se une a la celebración del International Dylan Thomas Day, cuya invitación nos llegó desde Inglaterra por los coordinadores de la Web Oficial de Dyland Thomas www.discoverdylanthomas.com. Para dicha conmemoración transcribimos cinco poemas del autor gales de la mano de Elizabeth Azcona Cranwell, a quien consideramos una de las expertas y mejor traductoras al español de Thomas. Azcona Cranwell (Buenos Aires, 1933-2004) era poeta, narradora, traductora y crítica literaria. Tradujo Poemas completos (Editorial Corregidor, Buenos Aires, 1999), por petición de Aldo Pellegrini.

 

 

La traducción

 

a ALDO PELLEGRINI
(in memoriam)

 

Cuando hace tres años, Aldo Pellegrini me llamó para encomendarme la traducción de los Collected Poems de Dylan Thomas, confieso que mi alegría ante la perspectiva de tan hermosa tarea se mezcló con un justificado temor. La elección que Pellegrini —poeta, crítico lúcido, investigador infatigable— hacía recaer en mí, se debía a mi larga devoción por el poeta galense, parte de cuya obra yo había traducido exclusivamente por placer. Pero si bien mi conocimiento de Dylan Thomas facilitaba la tarea, también proporcionaba la medida exacta de su dificultad. Tenía ya traducidos unos pocos poemas, los que mejor se avenían con nuestro idioma, los más «castellanizables». ¿Pero qué hacer con aquellos otros en los que jugaban modos especiales de rima, de aliteración, de respiración, de equilibrio estudiado entre vocales y consonantes? Ante esta problemática opte por un criterio doble. Cuando el lenguaje y el contenido podían unirse en español y transmitir un equivalente del inglés en cuanto al ritmo —aunque las palabras fueran más largas y hubiese que emplear más artículos, podía mantenerse el equilibrio de longitudes silábicas— la traducción fue estricta. En otros casos me atuve principalmente al sentido, rastreado en numerosos libros acerca de la obra de Thomas y de acuerdo con esto fueron recreados algunos versos, pues una traducción literal forzaría el espíritu de nuestra lengua. Pero en todos los casos creo haber trabajado con el máximo de rigor. Y aunque la rima que ocasionalmente utiliza no se haya podido dar en español, algunas veces se han trasmitido las aliteraciones y siempre se ha conservado la estructura de cada metáfora, la cadencia, los ictus, y el balanceo de las frases. De este equilibrio entre dos opciones, espero haya surgido un resultado que permita al público de habla española adentrarse en el universo oscuro, profético, complejo y escandalosamente bello de esta poesía.

E.A.C.

 

 

Tendidos en la arena junto al mar

Tendidos en la arena, alerta al amarillo
y al mar austero, remedamos al que se burla
del que sigue los ríos rojos,
hueca alcoba de palabras
desde la sombra con forma de cigarra,
porque en esta tumba amarilla de arena y mar
un llamado al color llama en el viento
que es austero y alegre como tumba y mar dormidos
el uno frente al otro.
Los silencios lunares, la marea callada
que lame los inmóviles canales, el seco domador de las mareas
cercado entre el desierto y la tormenta de agua,
debería curar nuestros males del agua,
con una calma de único color;
la música celestial sobre la arena
resuena con los granos en su prisa
y esconde las mansiones y montañas doradas
de la austera y alegre tierra junto al mar.
Limitados por una lonja soberana yacemos
alerta al amarillo, deseamos que el viento lleve lejos
estos estratos de la orilla y ahogue la roja roca;
pero los deseos no son alimento
ni podemos resistir la llegada de la roca,
sólo yacer alerta al amarillo hasta que la atmósfera dorada
se rompa, oh, sangre de mi corazón, como el corazón y la colina.

 

 

We Lying by Seasand

We lying by seasand, watching yellow
And the grave sea, mock who deride
Who follow the red rivers, hollow
Alcove of words out of cicada shade,
For in this yellow grave of sand and sea
A calling for colour calls with the wind
That’s grave and gay as grave and sea
Sleeping on either hand.
The lunar silences, the silent tide
Lapping the still canals, the dry tide-master
Ribbed between desert and water storm,
Should cure our ills of the water
With a one-coloured calm;
The heavenly music over the sand
Sounds with the grains as they hurry
Hiding the golden mountains and mansions
Of the grave, gay, seaside land.
Bound by a sovereign strip, we lie,
Watch yellow, wish for wind to blow away
The strata of the shore and drown red rock;
But wishes breed not, neither
Can we fend off rock arrival,
Lie watching yellow until the golden weather
Breaks, O my heart’s blood, like a heart and hill.

 

 

 

Oh hazme una máscara

Oh hazme una máscara y un muro que me oculte de tus espías
de esos agudos ojos esmaltados y de las garras ostentosas
de la rebeldía y la violación en los viveros de mi rostro,
una mordaza de árbol, en silencio golpeado para cubrirme de los desnudos
enemigos
hazme una lengua de bayoneta en esta oración indefensa,
vuelve mi boca flagrante y que sea una trompeta de mentiras soplada
dulcemente,
dame las facciones de un tonto moldeado en vieja armadura y roble
para escudar el cerebro brillante y confundir a los indagadores,
y un dolor viudo manchado de lágrimas caído de las pestañas
para velar la belladona y hacer que adviertan los ojos secos
que otros traicionan las quejumbrosas mentiras de sus pérdidas
con los pliegues de la boca desnuda y la risa solapada.

 

 

Oh, Make Me a Mask

O make me a mask and a wall to shut from your spies
Of the sharp, enamelled eyes and the spectacled claws
Rape and rebellion in the nurseries of my face,
Gag of dumbstruck tree to block from bare enemies
The bayonet tongue in this undefended prayerpiece,
The present mouth, and the sweetly blown trumpet of lies,
Shaped in old armour and oak the countenance of a dunce
To shield the glistening brain and blunt the examiners,
And a tear-stained widower grief drooped from the lashes
To veil belladonna and let the dry eyes perceive
Others betray the lamenting lies of their losses
By the curve of the nude mouth or the laugh up the sleeve.

 

 

 

Y la muerte no tendrá dominio

Y la muerte no tendrá dominio.
Los hombres desnudos han de ser uno solo
con el hombre en el viento y la luna poniente;
cuando sus huesos queden limpios y los limpios huesos se dispersen,
ellos tendrán estrellas en el codo y el pie;
aunque se vuelvan locos serán cuerdos,
aunque se hundan en el mar de nuevo surgirán,
aunque se pierdan los amantes, no se perderá el amor;
y la muerte no tendrá dominio.

Y la muerte no tendrá dominio.
Los que hace tiempo yacen
bajo los dédalos del mar no han de morir entre los vientos,
retorcidos de angustia cuando los nervios cedan,
atados a una rueda no serán destrozados;
la fe, en sus manos, ha de partirse en dos,
y habrán de traspasarles los males unicornes;
rotos todos los cabos, ellos no estallarán.
Y la muerte no tendrá dominio.

Y la muerte no tendrá dominio.
Ya las gaviotas no gritarán en los oídos
ni romperán las olas sonoras en las playas;
donde alentó una flor, otra flor tal vez nunca
levante su cabeza a los embates de la lluvia;
y aunque ellos estén locos y totalmente muertos
su cabezas martillearán en las margaritas;
irrumpirán al sol hasta que el sol sucumba,
y la muerte no tendrá dominio.

 

 

And Death Shall Have No Dominion

And death shall have no dominion.
Dead man naked they shall be one
With the man in the wind and the west moon;
When their bones are picked clean and the clean bones gone,
They shall have stars at elbow and foot;
Though they go mad they shall be sane,
Though they sink through the sea they shall rise again;
Though lovers be lost love shall not;
And death shall have no dominion.

And death shall have no dominion.
Under the windings of the sea
They lying long shall not die windily;
Twisting on racks when sinews give way,
Strapped to a wheel, yet they shall not break;
Faith in their hands shall snap in two,
And the unicorn evils run them through;
Split all ends up they shan’t crack;
And death shall have no dominion.

And death shall have no dominion.
No more may gulls cry at their ears
Or waves break loud on the seashores;
Where blew a flower may a flower no more
Lift its head to the blows of the rain;
Though they be mad and dead as nails,
Heads of the characters hammer through daisies;
Break in the sun till the sun breaks down,
And death shall have no dominion.

 

 

 

La luz irrumpe donde ningún sol brilla

La luz irrumpe donde ningún sol brilla,
donde no se alza mar alguno, las aguas del corazón
impulsan sus mareas;
Y, como rotos fantasmas con tocas de luciérnagas
las cosas de la luz
desfilan por la carne, donde no hay carne alguna que atavíe los huesos.

Una vela en los muslos
calienta la juventud y el semen y quema la simiente de la edad;
donde ningún semen se agita,
el fruto del hombre se despliega en las estrellas,
lustroso como un higo;
donde no hay cera alguna, muestra su pábilo la vela.

El alba irrumpe atrás de los ojos;
desde ambos polos, cráneo y piel, la sangre tempestuosa
como un mar se desliza;
sin cercas ni vallados brotan los surtidores
del cielo hacia la vara
prediciendo en la sonrisa el óleo de las lágrimas.

La noche ronda en las órbitas,
como una luna de alquitrán, límite de los globos;
el día ilumina el hueso;
donde no hay frío alguno, el ciclón deshollador desata
las ropas del invierno;
la película de la primavera se cuelga de los párpados.

La luz irrumpe en solares ocultos,
En las crestas del pensamiento donde los pensamientos huelen en la lluvia,
cuando muere la lógica,
el secreto del suelo crece a través del ojo,
y la sangre al sol brinca
en terrenos baldíos donde el alba hace un alto.

 

 

Light Breaks Where No Sun Shines

Light breaks where no sun shines;
Where no sea runs, the waters of the heart
Push in their tides;
And, broken ghosts with glow-worms in their heads,
The things of light
File through the flesh where no flesh decks the bones.

A candle in the thighs
Warms youth and seed and burns the seeds of age;
Where no seed stirs,
The fruit of man unwrinkles in the stars,
Bright as a fig;
Where no wax is, the candle shows its hairs.

Dawn breaks behind the eyes;
From poles of skull and toe the windy blood
Slides like a sea;
Nor fenced, nor staked, the gushers of the sky
Spout to the rod
Divining in a smile the oil of tears.

Night in the sockets rounds,
Like some pitch moon, the limit of the globes;
Day lights the bone;
Where no cold is, the skinning gales unpin
The winter’s robes;
The film of spring is hanging from the lids.

Light breaks on secret lots,
On tips of thought where thoughts smell in the rain;
When logics dies,
The secret of the soil grows through the eye,
And blood jumps in the sun;
Above the waste allotments the dawn halts.

 

 

 

No entres dócilmente en esa noche quieta

No entres dócilmente en esa noche quieta.
La vejez debería delirar y arder cuando se cierra el día;
Rabia, rabia, contra la agonía de la luz.

Aunque los sabios al morir entiendan que la tiniebla es justa,
porque sus palabras no ensartaron relámpagos
no entran dócilmente en esa noche quieta.

Los buenos, que tras la última inquietud lloran por ese brillo
con que sus actos frágiles pudieron danzar en una bahía verde
rabian, rabian contra la agonía de la luz.

Los locos que atraparon y cantaron al sol en su carrera
y aprenden, ya muy tarde, que llenaron de pena su camino
no entran dócilmente en esa noche quieta.

Los solemnes, cercanos a la muerte, que ven con mirada deslumbrante
cuánto los ojos ciegos pudieron alegrarse y arder como meteoros
rabian, rabian contra la agonía de la luz.

Y tú mi padre, allí, en tu triste apogeo
maldice, bendice, que yo ahora imploro con la vehemencia de tus lágrimas.
No entres dócilmente en esa noche quieta.
Rabia, rabia contra la agonía de la luz.

 

 

Do Not Go Gentle into That Good Night

Do not go gentle into that good night,
Old age should burn and rave at close of day;
Rage, rage against the dying of the light.

Though wise men at their end know dark is right,
Because their words had forked no lightning they
Do not go gentle into that good night.

Good men, the last wave by, crying how bright
Their frail deeds might have danced in a green bay,
Rage, rage against the dying of the light.

Wild men who caught and sang the sun in flight,
And learn, too late, they grieved it on its way,
Do not go gentle into that good night.

Grave men, near death, who see with blinding sight
Blind eyes could blaze like meteors and be gay,
Rage, rage against the dying of the light.

And you, my father, there on that sad height,
Curse, bless, me now with your fierce tears, I pray.
Do not go gentle into that good night.
Rage, rage against the dying of the light.

 

 

 

Lamento

Cuando era yo un muchacho presuntuoso y una pizca de hombre
y el negro escupitajo de los feligreses,
(suspiraba el viejo vástago de carnero en su agonía de mujeres)
andaba de puntillas, tímido en el bosque de grosellas,
la tosca lechuza gritaba como una jaca legendaria,
en mi rubor, brincaba mientras las niñas grandes
jugaban a los bolos en los baldíos de los asnos
y en un vaivén de noches domingueras rondaba
a quienquiera que fuese con mis ojos perversos,
tanto como el tamaño de la luna podía yo amar
y abandonar junto al arbusto negro como el carbón
a todas las esposas en las pequeñas bodas
de hojas verdes y dejarlas penando.

Cuando era yo un hombre borrascoso y apenas medio hombre
la bestia negra de la congregación de escarabajos
(suspiraba el viejo vástago de carnero en su agonía de putas)
no un muchacho y una pizca de hombre en la luna perversa que se hundía
y borracho como un becerro recién parido
silbaba la noche entera en retorcidas chimeneas,
las comadres surgían en las zanjas de medianoche,
y las achicharrantes camas pueblerinas gritaban: «de prisa»
cuandoquiera que me zambullía en un pecho como alto bajío
dondequiera que brincase sobre colchas de trébol
lo que quiera que hiciese en la noche de color carbón
dejaba siempre mis huellas temblorosas.

Cuando era yo un hombre, lo que se dice un hombre
y la cruz negra de la casa bendita,
(suspiraba el viejo vástago de carnero en su agonía de bienvenida)
con aguardiente y uvas en el albor brillante de mi primera edad,
no un gato macho de cola florecida en la ciudad candente
y cada mujer domada su ratón,
sino un toro de la loma en el bochorno del verano
que llegaba en su grande y buen momento
a las bestias que enardeciéndose sufrían, me dije,
¡oh mucho tiempo habrá cuando la sangre fría ya se arrastre
y yo me eche en la cama sólo para dormir
a causa de mi alma ceñuda y perezosa, negra como el carbón!

Cuando era yo la mitad del hombre que era
y merecía las advertencias de los curas,
(suspiraba el viejo vástago de carnero en su agonía de ruina)
no un becerro restallante ni un gato enardecido
ni un toro de la loma en la lechosa hierba,
sino una oveja negra con un cuerno arrugado,
al fin el alma abortada de su falso agujero ratonil
se enfurruñaba cuando el tiempo de claudicar venía
y di a mi alma un ojo ciego, maltratado,
cartílago y corteza y una estruendosa vida,
y la empujé hasta el cielo negro como el carbón
para encontrar un alma de mujer por esposa.

Ahora ya no soy un hombre, ya no lo soy,
sólo una negra recompensa por mi vida estruendosa,
(suspiraba el viejo vástago de carnero en su agonía de extraños),
pulcro y maldito en mi cuarto arrullado de palomas
yazgo, delgado y oigo las bondadosas campanas
porque, ¡oh! ¡mi alma encontró una esposa dominguera
en el cielo negro como el carbón y ella aburre a los ángeles!
¡me rodean arpías que surgen de su vientre!
la castidad reza por mí, la piedad canta,
endulza la inocencia mi último negro aliento
la modestia esconde mis muslos en sus alas,
¡y todas sus mortíferas virtudes fastidian mi muerte!

 

 

Lament

When I was a windy boy and a bit
And the black spit of the chapel fold,
(Sighed the old ram rod, dying of women),
I tiptoed shy in the gooseberry wood,
The rude owl cried like a tell-tale tit,
I skipped in a blush as the big girls rolled
Nine-pin down on donkey’s common,
And on seesaw sunday nights I wooed
Whoever I would with my wicked eyes,
The whole of the moon I could love and leave
All the green leaved little weddings’ wives
In the coal black bush and let them grieve.

When I was a gusty man and a half
And the black beast of the beetles’ pews
(Sighed the old ram rod, dying of bitches),
Not a boy and a bit in the wick-
Dipping moon and drunk as a new dropped calf,
I whistled all night in the twisted flues,
Midwives grew in the midnight ditches,
And the sizzling sheets of the town cried, Quick!-
Whenever I dove in a breast high shoal,
Wherever I ramped in the clover quilts,
Whatsoever I did in the coal-
Black night, I left my quivering prints.

When I was a man you could call a man
And the black cross of the holy house,
(Sighed the old ram rod, dying of welcome),
Brandy and ripe in my bright, bass prime,
No springtailed tom in the red hot town
With every simmering woman his mouse
But a hillocky bull in the swelter
Of summer come in his great good time
To the sultry, biding herds, I said,
Oh, time enough when the blood runs cold,
And I lie down but to sleep in bed,
For my sulking, skulking, coal black soul!

When I was half the man I was
And serve me right as the preachers warn,
(Sighed the old ram rod, dying of downfall),
No flailing calf or cat in a flame
Or hickory bull in milky grass
But a black sheep with a crumpled horn,
At last the soul from its foul mousehole
Slunk pouting out when the limp time came;
And I gave my soul a blind, slashed eye,
Gristle and rind, and a roarers’ life,
And I shoved it into the coal black sky
To find a woman’s soul for a wife.

Now I am a man no more no more
And a black reward for a roaring life,
(Sighed the old ram rod, dying of strangers),
Tidy and cursed in my dove cooed room
I lie down thin and hear the good bells jaw–
For, oh, my soul found a sunday wife
In the coal black sky and she bore angels!
Harpies around me out of her womb!
Chastity prays for me, piety sings,
Innocence sweetens my last black breath,
Modesty hides my thighs in her wings,
And all the deadly virtues plague my death!

 

 

Dyland Thomas. Poeta galés nacido en Swansea, en octubre de 1914. Heredó de su padre, un profesor y frustrado poeta inglés, la capacidad intelectual y literaria. Poco tiempo después de terminar estudios básicos se casó, y con el fin de sostener su familia, alternó la actividad literaria con trabajos diversos como actor, reportero, guionista y periodista radial. Su primera colección poética «Dieciocho poemas», data de 1934. Siguieron luego, «Veinticinco poemas» en 1936, y «Mapa de amor» en 1939. Después de la Segunda Guerra Mundial se dio a conocer como brillante poeta y dramaturgo, mientras ocupaba una plaza en la BBC de Londres. A partir de 1950 realizó varias giras de recitales poéticos por los Estados Unidos. «Muertes y entradas» en 1946, «En el sueño campestre» en 1951 y «Bajo el bosque lácteo», publicada después de su muerte, constituyen la parte más importante de su obra. Su vida dedicada al alcohol, lo condujo a la muerte, ocurrida en Nueva York, en noviembre de 1953.

La composición que ilustra este paisaje de Abisinia fue realizada a partir de una obra del artista español © Juan Carlos Mestre

 

año 2 ǀ núm. 11 ǀ mayo – junio  2022
Etiquetas: , , , , , , , , , , Last modified: mayo 18, 2022

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