Luis Rodríguez Romero
Luis Rodríguez Romero nació en Costa Rica en 1979. Ha publicado los libros Breve historia del sol (2022) y La voz que duerme entre las piedras (2018). Ofrecemos sus poemas en edición bilingüe español-italiano pertenecientes al libro Le Parole Grondanti: Antologia Della Nuova Poesia Centroamericana (2021) curada y traducida por Emilio Coco.
La partida
Una a una
el río lava las voces
que se adhieren a sus piedras,
llevándolas por una ruta lejana
al agua de la que nacieron.
Con la corriente
me convierto en un fantasma
que es la última morada de sus muertos,
y el ardor del agua
golpea mi rostro;
ahora soy un canto que proviene
de donde el río encuentra su creación
en la danza de los truenos
y los árboles.
De La voz que duerme entre las piedras, 2018.
La partenza
A una a una
il fume lava le voci
che aderiscono alle sue pietre,
portandole con un lungo percorso
all’acqua da cui nacquero.
Con la corrente
mi trasformo in un fantasma
che è la dimora dei sui morti,
e l’ardore dell’acqua
mi colpisce il volto;
adesso sono un canto che proviene
da dove il fiume trova la sua creazione
nella danza dei tuoni
e degli alberi.
Canto de curación
Dos aves cruzan el cielo
y dibujan espirales plateadas
en un lienzo manchado de sal
que es su campo de batalla.
Somos notas inconclusas
en la canción al trueno
y a la montaña que lleva tu nombre,
cada gota de sudor discurre por la roca viva
hasta el mar.
Hacia ti dirijo
la música de mis ríos,
pero me pregunto si al beberla
se agotará su armonía
en una quemada deglución.
En el torrente,
la piedra se toma el agua
el aire, el manglar y los peces,
luego los deja pasar
con un poco de sí misma
como regalo para el viaje
que no termina.
Canto di guarigione
Due uccelli attraversano il cielo
e disegnano spirali argentate
in una tela macchiata di sale
che è il loro campo di battaglia.
Siamo note incompiute
nella canzone al tuono
e alla montagna che porta il tuo nome,
ogni goccia di sudore scorre sulla roccia viva
fino al mare.
Verso di te dirigo
la musica dei miei fiumi,
ma mi chiedo se, bevendola,
si esaurirà la sua armonia
in un’arsa deglutizione.
Nel torrente,
la pietra si prende l’acqua,
l’aria, la mangrovia e i pesci,
poi li lascia passare
come un po’ di sé stessa
come regalo per il viaggio
che non finisce.
Árbol
Anoche soñé que era un árbol
y por más que lo intentaba,
no podía moverme.
Mi rostro daba la espalda al sol de la mañana
llenándose de musgo
mientras el cuello se me quemaba
desprotegido de mis ramas,
brazos que, de pesados, no podían obedecer.
Las raíces que había echado
me sujetaban infranqueables al suelo,
así que las tuve que convertir en pies.
Cientos de años pasaron
mientras esta metamorfosis se creaba
hasta que mis dedos se pudieron mover.
Entre la tierra húmeda,
las semillas de mis frutos
encontraron bienvenido asidero,
llevadas por el aire y las aves aquí y allá
todo un bosque crecía a mi alrededor.
Al dar el primer paso,
descubrí que ya estaba en todas partes.
Quisiera no despertar.
Albero
Ieri notte ho sognato di essere un albero
e per quanto cercassi,
non mi potevo muovere.
Il mio molto volgeva le spalle al sole del matino
riempiendosi di muschio
mentre il collo mi bruciava
non protetto dai miei rami,
braccia che, per la loro pesantezza, non potevano ubbidire.
Le radici che avevo messo
mi fissavano insormontabili al suolo,
cosicché dovetti convertirle in piedi.
Passarono centinaia di anni
mentre questa metamorfosi si creava
fino a che le mie dita poterono muoversi.
Tra la terra umida,
i semi dei miei frutti
trovarono un benvenuto radicamento,
sparsi in aria e gli uccelli qua e là
tutto un bosco mi cresceva intorno.
Nel fare il primo passo,
scorprii che ero ormai dappertutto.
Avrei voluto non svegliarmi.
Jaguar que sueña con la poesía
……………..……………….En mi cabeza tuve pájaros,
………………………………sobre mis piernas un jaguar.
………………………………(“El canto del Usumacinta” – Carlos Pellicer)
I
En un rincón del bosque tropical,
oculto entre el alto dosel,
debe estar durmiendo un gran jaguar.
Lo arrulla el gorgoteo de la lluvia mañanera
y un coro de croares en éxtasis.
Sobre las ramas,
danzan los esqueletos de quienes fueron sus presas
rindiendo tributo al Señor de las Sombras,
última cosa que vieron en vida.
Hacen ronda en torno a su cama de hojas
dejando escapar un tintineo de huesos que chocan,
desnudados ya de carne por las hormigas y los escarabajos
volverán a su tumba vegetal
cuando la penumbra regrese y el cazador despierte.
El jaguar es un fantasma entre los bejucos,
un relámpago de tiniebla,
sin ruido ni huellas
solo una promesa de muerte que avanza y acecha.
II
Dicen que cuando el jaguar duerme
sueña con un poeta que corre por la selva
con la misma gracia que él lo haría.
El poeta lleva en su pelo
parvadas de pájaros que echan a volar
cuando abre la boca y lanza
estrellas nacidas de su palabra,
que crea y llena de espesura al sotobosque
y de hojas húmedas al suelo,
donde rondan las culebras y crecen los hongos;
palabras que oxigenan las aguas del río esmeralda
en el cual se alimentan los peces
del liquen que crece en las piedras ahogadas.
Un día conocerán la barriga del jaguar
para unirse a su compañía de esqueletos.
III
Y yo te veo a ti Creadora,
con tu cabellera llena de pirangas
mientras que al hacer palabra
destruyes y renuevas el tiempo,
derribas la montaña para alzarla más alta,
y no caminas, sino que vuelas sin poner tus pies en el fango
ni tropezar con la tarántula o quebrar el balance,
traes la tormenta que rejuvenece las raíces
enterradas muy profundo en la tierra
y las inútiles cuentas que hacen los siglos.
Y si así te sueño, Creadora,
debe ser, por tanto,
que yo he de ser ese jaguar
que quizás duerme
llenando sus manchas de madrugada.
Giaguaro che sogna la poesia
………………………………Nella mia testa ebbi uccelli,
………………………………sulle mie gambe un giaguaro.
………………………………(“El canto del Usumacinta” – Carlos Pellicer)
I
In un angolo del bosco tropicale,
nascosto tra l`alto baldacchino,
deve star dormendo un grande giaguaro.
Lo culla il gorgoglio della pioggia mattutina
e un coro di gracidii in estasi.
Sui rami,
danzano gli scheletri di quelli che furono sue prede
rendendo tributo al Signore delle Ombre,
ultima cosa che videro in vita.
Girano intorno al suo letto di foglie
lasciando sfuggire un tintinnio di ossa che urtano,
private della carne dalle formiche e dagli scarafaggi
torneranno alla loro tomba vegetale
quando verrà la penombra e si sveglierà il cacciatore.
Il giaguaro è un fantasma tra le liane,
un lampo di tenebra,
senza rumore né tracce
solo una promessa di morte che avanza e sta in agguato.
II
Dicono che quando il giaguaro dorme
sogna un poeta che corre nella foresta
con la stessa grazia con cui lo farebbe lui.
Il poeta ha nei capelli
stormi di uccelli che spiccano il volo
quando apre la bocca e lancia
stelle nate dalla sua parola,
che crea e riempie di vegetazione il sottobosco
e di foglie umide il suolo,
dove si aggirano le bisce e crescono i funghi;
parole che ossigenano le acque del fiume smeraldo
nel quale si alimentano i pesci
del lichene che cresce sulle pietre affondate.
Un giorno conosceranno la pancia del giaguaro
per unirsi alla sua compagnia di scheletri.
III
E io ti vedo Creatrice,
con la tua chioma piena di pirangas*
mentre nel creare la parola
distruggi e rinnovi il tempo,
abbatti la montagna per alzarla più alta,
e non cammini, ma voli, senza poggiare i piedi nel fango
o imbatterti nella tarantola o rompere l’equilibrio,
porti la tempesta che ringiovanisce le radici
sepolte profundamente nella terra
e gli inutili calcoli che fanno i secoli.
E se così ti sogno, Creatrice,
è perché, sicuramente,
io devo essere quel giaguaro
che forse dorme
riempiendo le sue macchie d’alba.
* Uccelli passeriformi della familia Cardinalidae, molto comuni in America centrale e in America del sud.
La ausencia
De las siete especies de tortugas marinas en el planeta,
seis habitan las aguas de América Latina y el Caribe.
Todas enfrentan el drástico impacto del cambio climático.
(Organización World Wild Life
“Tortugas Marinas: amenazas y soluciones”)
Por cien millones de años,
desde antes de que el hombre
imaginara a sus primeros dioses
y los demonios que asustan su memoria,
la tortuga ha venido a esta playa
a encontrarse con la luna y las tempestades.
Es una fruta que emerge de las olas,
para sembrar en la arena negra
las semillas de sí misma,
en los surcos labrados con su sal.
Y el jaguar, que es un invitado tardío,
ha comulgado junto a la tortuga
con sangrienta puntualidad
desde el amanecer de su clase,
despidiendo a las viejas y moribundas
con el respetuoso filo de sus colmillos.
Un hambre nacida de todos sus ancestros
le ha guiado hasta el mar para retar su inmensidad.
En su saliva reconoce la cita
a la que desde la espuma,
asistirá el manjar que acumula en sus arrugas
la sabiduría de las rutas oceánicas
y los pozos que no admiten la luz.
Por cien millones de años, quizás más.
Pero este día la tortuga no ha venido
y el jaguar, solitario, es una pincelada
de nostalgia sobre la playa,
un huérfano en el viaje hacia el futuro
que es la bocaza negra de la humanidad.
En algún lugar del océano,
la última tortuga
se ahogó entre mi pecho y el olvido.
De La voz que duerme entre las piedras,
Nueva York Poetry Press, USA, 2018.
L’assenza
Delle sette specie di tartarughe marine nel pianeta,
sei abitano le acque dell’America Latina e dei Caraibi.
Tutte affrontano il drastico impatto del cambio climatico.
Organizzazione World Wild Life
Tartarughe marine: minacce e soluzioni.
Per cento milioni di anni,
molto prima che l’uomo
immaginasse i suoi primi dei
e i demoni che spaventano la sua memoria,
la tartaruga è venuta su questa spiaggia
a incontrarsi con la luna e con le tempeste.
È un frutto che emerge dalle onde
per seminare sulla sabbia nera
i semi di sé stesso,
nei solchi tracciati col suo sale.
E il giaguaro, che è un invitato giunto dopo,
ha condiviso il posto con la tartaruga
con sanguinosa puntualità
fin dall’apparire della sua specie,
ingoiando le vecchie e le moribonde
col rispettoso taglio delle sue zanne.
Una fame nata da tutti i suoi antenati
lo ha portato fino al mare per sfidare la sua inmensità.
Nella sua saliva riconosce l’incontro
a cui dalla schiuma
asistirerà la prelibatezza che accumula tra le sue rughe
la sapienza delle rotte oceaniche
e i pozzi che non ammettono la luce.
Per cento milioni di anni e forse più.
Ma questo giorno la tartaruga non è venuta
e il giaguaro, solitario, è una pennellata
di nostalgia sulla spiaggia,
un orfano nel viaggio verso il futuro
che è la grande bocca nera dell’umanità.
In qualche posto dell’oceano,
l’ultima tartaruga
è annegata fra il mio petto e l’oblio.
Traducción al italiano de Emilio Coco.
De Le parole Grondanti: Antologia della nuova poesía centroamericana Volume II,
Fermenti, Italia, 2021.
Luis Rodríguez Romero nació en Costa Rica en 1979. Labora para el Ministerio de Educación Pública y forma parte del equipo de gestión cultural de Turrialba Literaria coordinando el Festival Presagio de Fuego en honor al natalicio del poeta Jorge Debravo. Ha publicado los libros Breve historia del sol (2022) y La voz que duerme entre las piedras (2018). Poemas de su autoría aparecen en las antologías: Voces del vino (Proyecto Palitachi, Nueva York Poetry Press, 2018); Le Parole Grondanti: Antologia Della Nuova Poesia Centroamericana (Fermenti, 2021) curada por Emilio Coco.
La composición que ilustra este paisaje de Abisinia fue realizada a partir de la fotografía «Alas para volar» del artista © Juan Sebastián