Ana María Oviedo Palomares
Nota de Giordana García Sojo
Editora de Literatura Venezolana de Abisinia Review
En su último libro, El reino de los sauces, la poeta Ana María Oviedo nos había sumergido en la reflexión interpelativa y denunciante, siempre desde el cuidadoso tejido de las imágenes de la naturaleza como caudal de sentidos donde el verbo yace y succiona. Su nuevo libro, Nombre sol, ahonda en este trabajo de ceramista que acanala la tierra para hallar la idea y la emoción.
…..Cada verso de Ana María parece haber sido intuido y sentido con largo placer, para luego ser enhebrado entre sus manos pensantes, y regalarnos una conjunción armónica, donde cada artículo, cada coma y cada adjetivo han sido podados, desbrozados, hundidos y vueltos a levantar hasta el punto exacto del sentido.
…..La naturaleza sigue siendo el gran motivo estético, filosófico y espiritual de la poeta. Nombre sol logra expresar la posibilidad emocional infinita de un cuerpo a través de las manifestaciones cotidianas de un paisaje natural, mínimo o eterno, espléndido siempre. Este trabajo es una filigrana muy personal, que sin embargo abreva en la poesía de grandes escritores venezolanos como Enriqueta Arvelo Larriva o Luis Alberto Crespo, así como en la afinidad hermanada expresamente con la poesía y la cultura del Oriente del mundo.
IV
Nómbrame sol, espléndida aridez,
mano de Dios en minas de cal y rosas,
camino que el agua deshará en la próxima lluvia.
VII
El invierno mínimo y feroz
crea un estero de flores.
Abre los ojos y ya no está:
espejismo,
claveles de arena.
VIII
Ni una lágrima, la espina.
IX
Una canción antigua duerme en lo desolado.
A veces brota flor pequeña,
perla,
violeta misterioso de la encarnación.
X
Qué flor esperar de estas ramas de fuego.
XI
Si adentro es tan seco como afuera,
si los árboles arden bajo la lluvia.
XXIV
Ir
más allá,
tan allá que se vuelva
la intensa madrugada de sal,
un recuerdo.
XXVI
¿Dónde termina este camino sin horizontes?
Mira su sombra
en la línea de cujíes que antes soñó río,
ahora ni agua quieta,
ni caño que borrará el verano.
XXXI
Imposible
volver del desierto.
De Nombre Sol (inédito).
Ana María Oviedo Palomares. Trujillo, República Bolivariana de Venezuela, 1964. Poeta, editora, músico, docente y promotora cultural. Participó en los Talleres de Creación Literaria del CELARG en los 80. Fundadora de la Red Nacional de Escritoras y Escritores Socialistas de Venezuela, de cuya directiva formó parte de 2007 a 2010. Fue presidenta de la Asociación de escritores del estado Barinas de 2001 a 2007. Es coordinadora del Movimiento Poético Mundial (Venezuela) y coordinadora de la Escuela Nacional de Poesía Juan Calzadilla. Ha publicado entre otros los libros De fuego o de ceniza (1997); Dominio Oscuro (1997); Flor de sal, (2002); Ruegos (2004); Crueles, 37 canciones y un poema de amor (2007). Palabras de salva (2022) y El reino de los sauces (2022). Sus textos han aparecido en diversas antologías y han sido traducidos al árabe, italiano, griego y portugués, y ha representado al país en varios eventos literarios internacionales.
La composición que ilustra este paisaje de Abisinia fue realizada a partir de una obra del artista colombiano © Fercho Yela