Rita Astrid Rodríguez Mendoza
Es un placer para nosotros en nuestro segundo año de vida presentar en el número 12, julio-agosto de Abisinia Review parte de la obra del fotógrafo colombiano Juan Sebastian. Para esta entrega compartimos, como una suerte de galería, 36 de sus fotografías que implican particularmente su búsqueda en torno a la belleza. Agradecemos al artista por permitirnos esta pincelada de luz. A continuación, replicamos un fragmento del ensayo Biografía artística de la curadora de arte Rita Astrid Rodríguez Mendoza publicado en el libro de artista juan sebastian (Miami, 2019). Finalmente damos nuestro agradecimiento a Claudia Martelo por ser puente para descubrir esta obra.
Biografía artística
Las series fotográficas de Juan Sebastián apuntan a reflexionar sobre cinco ejes fundamentales: el autorretrato como búsqueda de identidad. el tiempo como reflexión propia del fotógrafo. El cuerpo como habitación de la intimidad. La moda como huella del teatro, la muerte y el simulacro. la fe, las creencias, el catolicismo como reafirmación y negación. A pesar de que son temas que se entrelazan, es claro percibir en cada serie un énfasis más fuerte en uno o en otro. Lo más interesante de la propuesta de Juan Sebastián es que cada una de ellas le ha ido mostrando el camino de su humanidad y de su expresión estética, y lo han llevado de forma implícita a hallar los temas que le preocupan y sus reflexiones al respecto, al mismo tiempo que hace de la fotografía la mejor arma para que otros dialoguen con él y que se puedan conectar a través de las imágenes.
El autorretrato como búsqueda de identidad
En cada una de las fotografías de Juan Sebastián se puede ver que él ha hecho un ejercicio de comprensión de la mentalidad del fotografiado y del público que las va a ver, y al mismo tiempo se puede encontrar la huella del fotógrafo en busca de sí mismo, en busca de su ser más íntimo. Es claro que las fotos lo han llevado a mirarse, a cuestionarse y a reflexionarse. Bien dice Hugo José Suárez (2008) que: “La fotografía es una manifestación de las estructuras psíquicas ancladas en la mente de las personas. En una imagen se puede ver al fotógrafo que ha interiorizado determinadas categorías de percepción que las reproduce como legítimas.” Es decir que a través de la fotografia, Juan Sebastián legitima y muestra un cruce de mentalidades que dan sentido al ejercicio estético fotográfico.
…..El recurso identitario del autorretrato es muy claro en la serie Self en la que Juan Sebastián es mirado y perpetuado por él mismo. Este ejercicio le permite pensar que necesita mirarse fotografiado para entenderse como objeto de su propio estudio, como objetivo. Es Juan Sebastián preguntándole a Juan Sebastián quién es, qué desea, cuáles son sus preocupaciones. Paralelamente, está el Juan Sebastián fotógrafo preguntándole a la fotografía quién la tomó, qué muestra, cómo lo muestra y para qué lo hace. A lo anterior hay que sumarle que a través de las imágenes de la serie, el autorretrato quiere que el espectador participe en la fotografía, se haga parte de ella: “De este modo, el artista que muestra su imagen para nosotros es protagonista de un nacimiento y renacimiento en su identidad, y traslada al espectador sus dudas, deseos, búsquedas y voluntades al respecto de esta autoidentidad.” (Apezteguía, 2003, p.17).
…..Juan Sebastián se mira desde diferentes perspectivas, y se convierte en el centro de la mirada de los otros. Su cuerpo, su rostro, su mirada, sus preguntas y sus respuestas invaden la fotografía y dejan ver diferentes estados del mismo ser, dejan oír distintas reflexiones sobre sí mismo y nuevas preguntas que van surgiendo a medida que se mira. Juan Sebastián para Juan Sebastián es una gran complejidad en permanente transformación, es uno y es varios, es el que mira y el que es mirado, es él y es el otro. “Hablo de mí mismo de diferentes formas porque me miro de diferentes formas. (…), quienquiera que se estudie a sí mismo atentamente encontrará contradicciones, ondulaciones y discordancias. No hay nada simple y completo, hay mezclas y agregados.” (Gombrich, 2000, p.17).
…..Sin lugar a dudas, el autorretrato es muy importante en varias de las series de Juan Sebastián, en un proceso que inició en Self, serie dedicada a mirarse, y ha seguido evolucionando expresivamente. Juan Sebastián quiere recordarse como imagen en las fotografías y que los otros, los que las ven, lo recuerden, al tiempo que recuerdan los temas, las preguntas y las reflexiones implícitas en ellas: “Por encima de todas estas posibles motivaciones, se puede descubrir el deseo implícito del autor de ser recordado, de no desaparecer definitivamente, de permanecer en el recuerdo del espectador mostrándole su realidad íntima a través del autorretrato y permitiéndole un conocimiento que facilita que sea recordado.” Es casi tanto como decirles: “No olviden que yo soy esto y también lo otro y lo otro. No olviden que yo pienso de esto tal cosa y de lo otro tal otra.”. Entonces el autorretrato es la imagen que habla por Juan Sebastián, son las palabras no dichas, las palabras hechas fotografía para decir “Soy”.
El tiempo como reflexión propia del fotógrafo.
Juan Sebastián como fotógrafo sabe que el tiempo es uno de los aspectos que la fotografía quiere comprender, tomar y transformar porque hacer fotografías es narrar el tiempo, como dice Barthes (1989), e igualmente es detenerlo, atraparlo y perpetuarlo, algo que el tiempo en su propia naturaleza no puede hacer porque es un fluir eterno. Realmente tomar la temporalidad como una problemática fundamental de la fotografía es plantearse respuestas sobre la forma de narrar a través de las imágenes: “La narratividad de la imagen se construye a partir de los elementos morfológicos, compositivos y enunciativos de la fotografía que transmiten, en su conjunto, un determinado efecto temporal global.(…). El encuadre habla de la manera de mirar del artista, de elegir qué parte del mundo para él vale la pena detener, observar de cerca, contar.” (Sánchez Escue, 2015, p.3). El artista decide cómo le cuenta a otros su percepción del tiempo a través de las imágenes.
…..Juan Sebastián en Nowstalgia reflexiona sobre cómo el tiempo atraviesa las historias personales y deja huella en el cuerpo y en la memoria. Al mirar las imágenes es evidente el proceso de reconstrucción de los recuerdos y de las experiencias vividas de cada uno de los fotografiados. Son personas mayores con las que Juan Sebastián trabajó durante un tiempo para que a través de las anécdotas personales y de rememorar la vida, hallaran quiénes fueron, quiénes han sido y quiénes quisieran ser. En cada foto hay una reconstrucción del espacio significativo de las personas y de la intimidad que muestra unas vivencias y una sabiduría ya ganada por la edad, por el tiempo. Todo el ejercicio previo a la foto permitió que las personas contaran quiénes eran y quiénes son hoy. El vestuario, los sombreros, los velos, los accesorios, la posición y la actitud caracterizan a cada uno de los fotografiados como personajes de su propia narración de vida, de su historia íntima. De forma implícita, cada fotografía se convierte, por un lado, en la posibilidad de exaltar unos valores, unos ideales y unos sueños; y por otro, en el refugio del tiempo que se escapa, de la memoria que se desvanece y de la vida que se esfuma.
El cuerpo como habitación de la intimidad.
El cuerpo es la instancia física y tangible que ocupa un lugar y un tiempo determinado, que permite que el mundo exterior atraviese los sentidos y llegue hasta la más profunda intimidad, y que el mundo interior se exprese y se manifieste. Al ver una fotografía en la que el cuerpo ocupa la mayor cantidad de espacio y es imposibe negar su presencia, se puede afirmar que para este fotógrafo el cuerpo es un tema ineludible que puede ser visto desde muchas perspectivas. Este es el caso de Juan Sebastián, quien a través del cuerpo reafirma su preocupación por la identidad como construcción y apropiación de la vida, lo biográfico, y como posesión y adaptación del territorio, lo geográfico. El cuerpo y su imagen muestran una compleja carga simbólica en la que confluyen un sinnúmero de experiencias vividas y un lugar afectado por esta presencia: “La foto de identidad se lee viva y ella, en cuanto huella, nos revela, todo el espesor biográfico y geográfico que encierran y exponen hasta las más nimias representaciones de nosotros:” (Restrepo Zapata, 2002, p.14).
…..Un cuerpo en una fotografía es un texto por leer hasta en sus más mínimos detalles, por el hecho de estar detenido y eternizado para ser observado. One piece man es un grupo de fotografías en las que reina el movimiento mediante la fragmentación del cuerpo retratado, y en donde es evidente la disección en la foto. La pretensión no es hacer una mutación del cuerpo sino evidenciar cómo la fotografía puede fragmentar lo fotografiado y mostrar en una sola imagen instantáneas del movimiento cargadas de belleza corporal, sentimientos y expresividad. Es como si la fotografía dijera: “Mira lo que yo puedo hacer, puedo jugar con las partes del cuerpo, con los momentos en una secuencia simultánea y divergente.” El nombre: One piece man va a completar el sentido figurado de las fotografías de los que teniendo un solo par de piernas y varios pares de brazos, hablan de instantes, interioridad y exterioridad, y que gracias al aferrarse al territorio pueden moverse en él con el sinnúmero de extremidades superiores para que con ellas el mundo sea aprehendido y afectado, como lo hacen los árboles. La fotografía es la única capaz de juntar y mantener unidas las piezas de estos bellos rompecabezas corporales en los que la unicidad y la alteridad dialogan para construir una gran diversidad de narrativas en una sola imagen.
…..Otra serie de fotografías dedicadas al cuerpo es When the soul dances, en donde el movimiento es el elemento trascendental. Una nueva paradoja porque la fotografía detiene, es estática y eterniza la quietud; pero Juan Sebastián logra mediante el uso de telas y accesorios mostrar que es posible lo imposible en una foto, y que el que la ve puede imaginar el instante vivo, el antes y el después de operada la cámara. Se pueden ver las telas en movimiento por sus texturas, por las arrugas que se forman, por el aire y la luz que las surcan y es fácil reconstruir la escena en la mente y verla viva. Aquí el fotógrafo recurre a la mente del espectador para completar el ciclo de la foto. Son fotografías que quieren dejar de ser fotos para ser vida, para ser cuerpo en acción. Es muy diciente y profundo el “soul” en el nombre de la serie. Es el alma que le da sentido al cuerpo y lo pone en movimiento; es el alma y la esencia de la fotografía que hace que ella sea y deje de ser foto. Corazón mulato habla del cuerpo del negro como instancia de resistencia de la belleza del dominado, que cuestiona los esquemas impuestos por la mirada del blanco. En Manual para ser hombre, el cuerpo es la instancia identitaria, es el medio que evidencia el rechazo de lo impuesto y la construcción de una nueva moralidad.
La moda como rasgo que muestra el simulacro, el teatro, la muerte.
Si se observan las fotografías de Juan Sebastián se puede ver que en ellas hay una representación dramática detenida en el tiempo en la que el fotógrafo construye lo que quiere mostrar y crea un espacio ficional para hacerlo. Un instante que se prepara con detalle, se captura y sucumbe; una simulación de un mundo que se va a convertir en foto y que desaparece con ella, queda atrapado en ella. Una contingencia lograda con la imagen. Así, la única posibilidad de volver a ese instante es la foto, no hay un mundo fuera de ella donde pueda existir. La carga teatral y expresiva de las fotos de Juan Sebastián le dan vida y un fuerte simbolismo a ese instante detenido, eternizado, muerto, pero muerto con sutileza y glamour, seductor y atrayente, porque a todo lo anterior se le ha añadido la conexión innegable que Juan Sebastián tiene con la moda: “Así, entre la moda y la fotografía se puede hablar de una verdadera afinidad electiva, de una atracción fatal que hace que la primera, como hoy la entendemos, surja en gracia de la presencia de un medio que la hace vivir, la constituye, en definitiva, la encarna y la rocía otorgándole así sistema y universo codificado y cognoscible.” (Muzzarelli, 2013, p.2).
…..Es decir que en el caso de la obra de Juan Sebastián, la fotografía hace creíble el sueño, le da imagen a un estilo de vida imaginado y anhelado, visibiliza ese algo en lo que reflejarse y confundirse en el que juegan un papel fundamental el vestuario, los tocados y los accesorios. Este es un aspecto permanente en toda la fotografía de este artista, una más de las columnas vertebrales que motivan las imágenes, que bien podrían parecer fotos de modelos de pasarela en las que se exhibe una nueva colección, pero las rupturas que hay en ellas comunican que hay un más allá que se debe reconstruir. Juan Sebastián toma muchísimos elementos propios de las fotos de moda pero al hacer sutiles absurdos logra que la imagen vaya más allá y que el espectador deba buscar más lejos, e incluso en sí mismo, lo que hallará en la foto. El fotógrafo busca que el espectador haga una reconstrucción de significados para lo que debe mirar a través de la imagen, un ejercicio como el que pedían los poetas simbolistas con sus poemas, y para eso se debe ser exigente con el que mira la fotografía.
…..A lo que se suma un dramatismo, un diálogo y una tensión entre cuerpo-movimiento y lo que enmascara a este: maquillaje, telas y tocados, para construir una simbología del cuerpo que baila y que está siendo enmascarado para habitar los lugares que en la mayoría de casos son absolutos, son lugares creados por y para el cuerpo que transgrede ese absoluto y que son invadidos por las telas en movimiento; aún los lugares que son contextos del mundo real se transforman con las presencias como el caso del Laboratorio que en blanco y negro se convierte en el lugar perfecto para el baile de la modelo vestida de negro o el del hombre maquillado con puntos blancos sobre su piel negra en donde las escaleras tienen el equilibrio y la luz perfectos para el concierto del cuerpo danzante al sentarse sobre el pasamanos. Una geografía glamorosa y sutil que proyecta belleza y armonía aún cuando el proceso del vestido está a medio camino; ahí está el secreto, las telas, el maquillaje y los tocados construyen con el cuerpo un diálogo que deja ver que el enmascaramiento se da aún antes de ser formas totalmente estructuradas.
…..La serie Corazón Mulato evidencia cómo estos ejes han madurado y se han convertido en rasgos estilísticos de su fotografía para con ellos reflexionar sobre problemáticas más complejas que ha ido descubriendo en su búsqueda estética. Preguntas sobre la situación del negro en Colombia y cómo responderlas a través de la fotografía, lo llevaron a crear una serie de fotografías digitales iniciadas e inspiradas en San Basilio de Palenque, Colombia, en las que la cámara permite ver un sinnúmero de cuestionamientos alrededor de la raza, la belleza, el tiempo, la libertad y la sexualidad. El título muestra una interiorización subjetiva con lo racial, porque quizás todos los hombres del mundo tengan un corazón producto de la mezcla de razas, un corazón mulato; pero al observar al hombre negro queda claro que ese estigma de ser mulato, en la serie, tiene una carga fuertemente colonial, en la que el biotipo humano determinó la ubicación en la escala social y un papel en las instancias de poder: el de ser dominado, conquistado, y por ende, invisibilizado, silenciado y olvidado. Corazón mulato es la posibilidad de que Juan Sebastián visibilice, exprese y haga memoria, en busca de un mundo distinto, un mundo nuevo del pasado. Es quizás el surgimiento de una tendencia más política en la fotografía de este artista.
La fe, las creencias, el catolicismo como reafirmación y negación
Las preguntas sobre la fe, las creencias y el catolicismo aprendidos en la vida infantil y adolescente de Juan Sebastián surgen recurrentemente como maneras de enfrentar la vida adulta en la que se cuestionan, niegan o afirman patrones morales. La fotografía le permite mostrar la paradoja del creyente que va de la total devoción a la más encarnecida negación y al deseo de quitarse de encima lo que tiene de católico.
…..Uno de los grandes vacíos que ha enfrentado la humanidad desde el inicio de la modernidad hasta hoy es el hecho de que por la secularización del mundo en la que los individuos toman sus propias decisiones y asumen las consecuencias de estas, el amparo de Dios desaparece dejándolo a su merced: “Dios está muerto —este es el pensamiento más terrible, el hecho de que todo lo eterno y verdadero no existe, que la negación misma está en Dios; con ello se vincula el dolor supremo, el sentimiento del completo abandono,…” (Hegel, 1987, p. 233). Para Hegel y los filósofos estudiosos del tema, esta muerte, esta ruptura lleva a la existencia a no tener finalidad ni meta. Así, la pérdida de la esencia de Dios lleva al espíritu a ser un errante sinsentido, huérfano y arrojado a la deriva. El espíritu ha perdido su esencia, su fe, a Dios.
…..Este sentimiento de vacío y abandono de Dios que Juan Sebastián siente por las decisiones de su ser, de su identidad, de sus búsquedas, lo apremia en su expresión artística. Quizá la fotografía le dé la respuesta a qué hacer con Dios, qué hacer con las enseñanzas de las monjas, qué hacer con las normas que le inculcaron, qué hacer con aquello que ya no quiere mantener ni olvidar porque también hace parte de lo que es él. Esta ambigüedad ha estado fuertemente arraigada a sus obras, pero ha encontrado un camino expresivo y una reflexión estética en Melodías en el ocaso y en Manual para ser hombre.
…..Melodías en el ocaso cuestiona la fe católica y la enfrenta a las leyendas del oeste, a las creencias mitológicas de los indios de Nuevo México, a la vida profana, y lo hace en el desierto como lugar símbolo de la purificación y de un nuevo comienzo. Manual para ser hombre muestra el proceso de descubrimiento, reconocimiento e identidad, en el que los valores morales del catolicismo se ponen en crisis para reescribir un nuevo manual para la vida que incinere el que le enseñaron en su infancia y adolescencia para ser hombre.
…..E igualmente, se puede ver la influencia de artistas que admira y que ha seguido a lo largo de su vida como son Ruven Afanador, Nereo López, Glen Lutchford, Phillip Treacey y el Teatro Negro de Praga; de cada uno de ellos ha tomado elementos y los ha conjugado con su propia visión. La obra de Juan Sebastián es una obra en permanente búsqueda en la que aún quedan muchas preguntas por resolver.
…..Es claro que en el ejercicio estético de Juan Sebastián y en el proceso de constitución de su ser fotógrafo han jugado un papel fundamental sus orígenes, sus experiencias, sus decisiones y sus influencias. Es innegable cómo podemos ver en las fotografías una historia íntima que se está contado, unas reflexiones que se están planteando y unas perspectivas sobre la fotografía y el mundo muy claras.
Rita Astrid Rodríguez Mendoza
- Apezteguía Bravo, M.A. (2003). Juegos en torno a la identidad en ocho artistas contemporáneos. (Tesis de doctorado). Madrid: Universidad Complutense de Madrid.
- Baudrillard, J. (2000). “La fotografía o “La escritura de la luz”: Literalidad de la imagen.” En: El intercambio imposible. Madrid: Cátedra Ediciones.
- Barthes, Roland (1989). La cámara lúcida. Nota sobre la fotografía. Barcelona: Paidós.
- Gombrich, E. (2000). A propósito de Rembrandts Eyes. En: Rembrandts Eyes de Simon Schama. New York: The New York Review of Books. Traducción de Cristina Sardoy.
- Hegel, G. (1987). Lecciones sobre filosofía de la religión. Vol. 3. Madrid, Alianza.
- Muzzarelli, F. (2013). “La aventura de la fotografía como arte de la moda”. Cuadernos del Centro de Estudios de Diseño y Comunicación. Nº44.Recuperado de: http://fido.palermo.edu/servicios_dyc/publicacionesdc/vista/detalle_articulo.php
- Restrepo Zapata, C. (2002). La fotografía de identidad. Fragmentos para una estética. Medellín: Fondo Editorial Universidad EAFIT.
- Sánchez Escue, M. (2015). Fotografiar y narrar el tiempo. Recuperado de: http://zonezero.com/es/temporalidad/260-fotografiar-y-narrar-el-tiempo
- Suárez, H. J. (2008). “La fotografía como fuente de sentidos”. Cuaderno de Ciencias Sociales 150. Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).
…..Quien quiera adquirir alguna de las obras puede contactarse con el artista a través de Instagram y de su página de artista:
Nacido en Barranquilla, Colombia, Juan Sebastián emigró a Miami a la edad de 17 años. El interés de Sebastián por el teatro musical y la literatura influye mucho en su trabajo como fotógrafo, muchas veces capturando un sentido de la musicalidad y la fantasía. Inspirado en elementos de la naturaleza y el mito, Sebastián canaliza el realismo mágico que se encuentra en la obra de los maestros literarios Gabriel García Márquez e Isabel Allende. En sus fotografías, los parámetros con los que se distinguen los sueños de la realidad se enfrentan a un oscurecimiento deliberado. Para Sebastian, trabajar dentro del continuo expansivo de luz y oscuridad produce una visualización de la fantasía que impregna tanto los sueños como el subconsciente.
…..Formó parte de la exposición de arte internacional «SELF MEMORIES» en conjunto con la prestigiosa Bienal de Arte de Venecia.
…..Además de procurar proyectos de autorretrato y belleza a largo plazo, viaja entre Miami, Nueva York y París para fotografiar las respectivas semanas de la moda de cada ciudad. Con encargos de artistas como Del Pozo, Adriana Castro y Estée Lauder, el estilo de Sebastian es distintivo a pesar de un repertorio ecléctico.
La composición que ilustra este paisaje de Abisinia fue realizada a partir de la fotografía «Self I» del artista © Juan Sebastián