Freddy Ñáñez
Con un aire rulfiano, la poesía de Freddy Ñáñez en su reciente libro En otra tierra (Gobernación del estado del Táchira, 2022) está impregnada de momentos luminosos, como deseaba Ezra Pound de la poesía. En este libro el paisaje devora al hombre, nos deja ver su huella, su intrascendencia y su poder. Nos cuenta el paso del tiempo, del viento y del trabajo en una aldea anclada en el último rincón de la cordillera de los Andes. Este libro nos dice con cada montaña, camino, niebla, labor del hombre de montaña, que quizá su tema es la pérdida del paraíso. Tierra es la palabra que más brilla y con ella movimiento, partida, llegada, tránsito. Se conduele del destino del que se queda y del periplo del que parte. Lector y admirador de la poesía colombiana, Ñáñez, en gestos y silencios, nos recuerda la poesía de José Manuel Arango y Aurelio Arturo, imagen pura en el primero, nocturnidad en el segundo. Con un aire rural y una palabra justa no se nos olvida, además, que cultiva el haiku. Como en los poemas de Trakl en los poemas de Ñáñez siempre está la luz arribando o partiendo.
Fredy Yezzed
Buenos Aires, septiembre de 2022.
Converso con el hombre
que siempre va conmigo
Antonio Machado
Aldea
Los que duermen
y los que están despiertos
bebieron por igual
de este río
Sus nombres, su procedencia,
esto no tiene importancia
Llegaron
con sed
y se irán necesitando
un sorbo
Seas quien seas tú
rozarás la lejanía
en lo que queda
de arrollo.
Retrato del hijo
Duermes
en la cama donde
murió tu padre,
trabajas la huerta
que le dio la vida
No has estado solo:
habitas su nombre
También para él
la noche y el día
fueron la horma
Entre un extremo y otro
de este valle
se cifra el aire:
funda un lugar
para el reencuentro.
Verano
¿Preguntan por ti
los puertos y las ciudades
que nunca visitaste?
Te bastó
vivir aquí,
donde nadie se echa en falta
Se ha vaciado
el campo
y son más lentos
los días
A ti te alcanza
con eso:
te quedaste para cultivar
la sombra.
………………………………Para Ernesto Román Orozco
Ocarina
El alfarero extrae
de la arcilla dormida
una palabra
Cuando escogió
tu nombre
hizo nuevo
este silbido.
Escampado
La bermeja
nos esquiva
con pequeños charcos
Presiente el derrumbe
en nuestros pasos:
después de los chubascos
el sendero se esconde
como un animal
herido.
Una tarde alta a finales de febrero
Hace mucho
no teníamos
un cielo así
Nos cubrió el
rostro con su tela
vegetal
y todo se tiñó
de orquídea
Alzamos la cabeza
bajo ese manto
para respirar
la desnudez
Garuaba:
se nos
fue cayendo la arcilla
de la cara.
Volcán
El solar
se cubrió de
ceniza:
aquello era
ver caer
la nieve
Lo lavamos todo,
a tientas,
respirando
pólvora
Nuestros padres
indefensos
rezaban
por la tragedia
de Armero.
Otra lejanía
Acariciando el lomo
del perro
no necesito mirar
el paisaje
ni saber cómo
se aparta de mí
Me repliego en el tacto
Si la brisa
helada viene
a espantarme
me abrigo
con la respiración
del animal.
Freddy Ñáñez. Petare, República Bolivariana de Venezuela, 1976. Titiritero, poeta y editor. Perteneció a la Generación Almada en la ciudad de San Cristóbal. Fue el director de la revista Sujeto Almado. Fue columnista del diario Ciudad Ccs. Dirigió el suplemento literario Letras. Desde el año 2010 hasta el 2017, presidió la Fundación para la Cultura y las Artes (Fundarte) de la Alcaldía de Caracas. Fue Ministro del Poder Popular para la Cultura en el año 2016. Ha publicado, entre otros libros de poesía, Pequeña tierra 1999-2019 (2019), Del diario hastío (Editorial Acirema, 2017), Viraje (Editorial Acirema, 2017), Sombra bajo tierra (Monteávila editores, 2010) El nombre de todas las cosas (El perro y la rana, 2009) Bajopalabra (Dirección de Cultura del estado Táchira, 2005), Fuego donde dice paraíso (Ministerio de Cultura 2004) y Todos los instantes (Nadie nos edita Editores, 2000). Ha sido merecedor de varios galardones entre los que destacan Premio Nacional del Libro (2005) y el primer lugar en la Bienal de Poesía Juan Beroes (2005). En el 2009 recibió el premio de poesía José Antonio Ramos Sucre con el poemario Postal de sequía. Ilustraciones internas: Ludovico Ñáñez (derecha) y Dante Ñáñez (izquierda).
La composición que ilustra este paisaje de Abisinia fue realizada a partir de la obra
«Los Reyna en el 44 de Chuña a san Juan»,
dibujo a tintas sobre cartón, año 2020,
de la artista © Alejandra Carabante