Charles Simic
El pródigo
La oscura lluvia matutina
Que debía caer
Sobre una prisión y un patio escolar,
Caía en realidad
Sobre mi madre y su viejo perro.
Ahora ella arrastra lento
Los zapatos domingueros de mi padre.
El perro a su lado
Tiembla con cada paso
para no quedarse atrás.
Estoy en el otro rincón esperando
Con la cabeza afeitada
Mi mente salta como un gorrión
En la lluvia
Siempre la estoy mirando, preocupado.
Todo es un ritual mágico,
Un cine secreto,
El modo en que aparece en una ventana horas más tarde
Para poner el plato vacío
Y la cuchara en la mesa,
Y luego se va
Para que el día pueda pasar,
Y la noche caer.
En el plato vacío
El cuarto vacío, la casa vacía,
Mientras la lluvia sigue
Golpeando la puerta de calle.
The Prodigal
Dark morning rain
Meant to fall
On a prison and a school yard,
Falling meanwhile
On my mother and her old dog.
How slow she shuffles now
In my father´s Sunday shoes.
The dog by her side
Trembling with each step
As he tries to keep up.
I am on another corner waiting
With my head shaved.
My mind hops like a sparrow
In the rain
I´m always watching and worrying about her.
Everything is a magic ritual,
A secret cinema,
The way she appears in a window hours later
To set the empty bowl
And spoon on the table,
And then exits
So that the day may pass,
And the night may fall
Into the empty bowl,
Empty room, empty house,
While the rain keeps
Knocking at the front door.
Hotel Insomnio
Me gustaba mi pequeño agujero,
Su ventana que daba a un muro de ladrillos.
Al lado había un piano.
Algunas tardes al mes
Un viejo inválido venía a tocar
“Mi cielo azul”.
Por lo general, sin embargo, era tranquilo
Cada habitación con su araña bien abrigada
Cazando su mosca con telas
De humo de cigarrillo y ensoñación.
Tan oscuro,
Que no podía ver mi rostro en el espejo de afeitar.
A las cinco de la mañana, arriba, el sonido de pies descalzos.
La “Gitana” vidente,
Que tiene su tienda en la esquina,
Va a mear después de una noche de amor.
Una vez, también, el sonido del llanto de un niño.
Tan cerca se oía que, por un momento,
Pensé que era yo quien lloraba.
Hotel Insomnia
I liked my little hole,
Its window facing a brick wall.
Next door there was a piano.
A few evenings a month
A crippled old man came to play
“My Blue Heaven.”
Mostly, though, it was quiet.
Each room with its spider in heavy overcoat
Catching his fly with a web
Of cigarette smoke and revery.
So dark,
I could not see my face in the shaving mirror.
At 5 A.M. the sound of bare feet upstairs.
The “Gypsy” fortuneteller,
Whose storefront is on the corner,
Going to pee after a night of love.
Once, too, the sound of a child sobbing.
So near it was, I thought
For a moment, I was sobbing myself.
El congreso de los insomnes
Madre de Dios, todos están invitados:
Los pastores peruanos que miran los astros
Los viejos de las veredas de New York
Tú también, muñeca de ojos abiertos
Que escuchas la lluvia junto a un niño dormido.
Un gran salón de baile espejado en un hotel.
Piensa en esto mientras descansas en la oscuridad.
Hay ángeles barrocos en los cielorrasos,
Ninfas desnudas en un presunto paraíso.
Hay un escenario, un atril,
Un acomodador con linterna.
Alguien tiene aún que hablar a la concurrencia
Desde su cama de uñas.
La falta de sueño es como la metafísica.
No faltes.
The Congress of the Insomniacs
Mother of God, everyone is invited:
Stargazing Peruvian shepherds,
Old men on sidewalks of New York
You, too, doll with eyes open
Listening to the rain next to a sleeping child.
A big hotel ballroom with mirrors on every side.
Think about it as you lie in the dark.
Angels on its ornate ceilings,
Naked nymphs in what must be paradise.
There´s stage, a lectern,
An usher with a flashlight.
Someone will address this gathering yet
From his bed of nails.
Sleeplessness is like metaphysics.
Be there.
La ciudad
Al menos un crucificado en cada esquina.
Los ojos de un místico, un loco, un asesino.
Saben que en el fondo no sirve de nada.
Los ojos lo saben.
Todos los sufrimientos del mártir
Expuestos. Nuestra madre loada
Tiende sus bartulos en la vereda,
Hablándonos como a niños sagrados.
Hubo muchos que de esto nada vieron.
Una pareja siguió besándose con lujuria
Justo ahí donde alguien yacía bajo un diario.
Sus pies ensangrentados, hinchadísimos,
Emergían hacia el frío del día,
Pruebas nefastas de una nueva doctrina.
Te digo, tenía miedo. Un hombre gritó
Y siguió caminado como si nada.
A todo aquel que intenté mirar me evitó.
¿Acaso me parecía un poco a él?
No tuve respuesta a estas preguntas.
Tampoco las tuvo el crucificado de la próxima esquina.
The City
At least one crucified at every corner.
The eyes of a mystic, madman, murderer.
They know it´s truly for nothing.
The eyes do. All the martyr´s sufferings
On parade. Exalted mother of us all
Tending her bundles on the sidewalk,
Speaking to each as if it were a holy child.
There were many who saw none of this.
A couple lingered on kissing lustily
Right where someone lay under a newspaper.
His bloody feet, swollen twice their size,
Jutted out into the cold of the day,
Grim proofs of a new doctrine.
I tell you, I was afraid. A man screamed
And continued walking as if nothing had happened.
Everyone whose eyes I sought avoided mine.
Was I beginning to resemble him a little?
I had no answer to any of these questions.
Neither did the crucified on the next corner
El infinito
Arriesgándome, salí a buscarte,
Miranda, por el centro
A las cinco, cuando las oficinas se vacían,
Sin conocer el edificio ni la calle
Mi lujuria me guiaba
Con sus trancos de sonámbula.
La ciudad, esa tarde invernal,
Como una ópera en llamas.
Cientos de rostros fugaces para ver,
Cientos de pistas falsas para seguir,
Solo para dejar atrás a un completo extraño,
Alguien se asustó de lo que mis ojos decían,
Alguien igualmente etérea,
Ya perdida en la multitud,
Ya reemplazada por alguien más.
Hasta que ella, también, se esfumó.
Un linyera solitario pasó después blasfemando a Dios.
Las vidrieras del negocio radiantes de luz
Con sus maniquíes desnudos, sonrientes.
La hora regida por el destino,
Propicia a los encuentros fortuitos.
“Trabajé hasta tarde”, dirías.
“Si estoy vestida de negro, es porque
Fui al funeral de un amigo”.
Estaríamos voluptuosamente solos
En una calle de altos y oscuros edificios.
El gran desfile de nubes
Y la luna sobre nosotros–
Y el amor gritando ¡maldito crimen!
The Infinite
On a long shot, I went searching
For you Miranda, downtown
When the offices empty at five,
Knowing neither the building nor the street.
I had my lust to lead me
With its sleepwalker´s stride.
The city, that winter evening,
Like an opera house on fire.
Hundreds of fleeing faces to examine,
Hundreds of false sightings to pursue,
Only to overtake a complete stranger,
Someone spooked by what my eyes told her,
Someone equally ethereal,
Already lost in the crowd,
Already replaced by someone new.
Until she, too, vanished.
One lone wino left behind berating God.
The store windows brightly lit
With their naked, all-smiling dummies.
The hour ruled by destiny,
Auspicious to chance meetings.
“I was working late,” you´d say.
“If I´m dressed in black, it´s because
I went to a funeral of a friend.”
We´d be voluptuously alone
On a street of tall and dark buildings.
The grand parade of clouds
And the moon above usWith love screaming bloody murder!
Traducción de Maria Negroni & Federico Barea
De Hotel Insomnio, Zindo & Gafuri, Buenos Aires, 2017
Dušan “Charles” Simic (Belgrado, Serbia, 1938) es considerado uno de los mayores poetas contemporáneos en lengua inglesa. Emigró a Estados Unidos en 1954, donde reside desde entonces. Algunas de sus obras en castellano son: El mundo no se acaba y otros poemas (1999, ed. de Mario Lucarda), por el que obtuvo el Premio Pulitzer; Desmontando el silencio (2008, ed. de Jordi Doce), que antologa la primera parte de su obra; y La voz a las tres de la madrugada (2010), que recopila lo mejor de sus obras más recientes. Mi séquito silencioso (2006) y That Little Something (2008). Además del mencionado Pulitzer, ha sido galardonado con numerosos premios, entre ellos la «beca al genio» de la Fundación MacArthur, el Griffin International Poetry Prize y el Wallace Stevens Award. Entre octubre de 2007 y mayo de 2008, fue Poeta Laureado de Estados Unidos.
La composición que ilustra este post fue realizada a partir de un fragmento la obra Ganaron por W de la artista Camila López