Rubén Darío Roca
Rubén Darío Roca nació en Barinas, Venezuela, en 1991. Es escritor, periodista, y promotor cultural. Autor de los poemarios Todavía no sé (2016), Serendipia (2018), Partisanas del canto (2021) y Desde el esqueje semejante (2024). De sus dos últimos libros compartimos el siguiente puñado de poemas.
Balada del parto
………………………………..(…) con el útero expuesto a la metralla.
………………………………..Vengo por mis respectivos honores
………………………………..a recuperar mi nombre.
………………………………..María Alejandra Rendón
El cántaro cumplió su promesa
en el ir y venir dejó caer sus aguas
avizoró el alumbramiento
Al borde del colchón
todos se quedan atónitos esperando un nuevo seísmo
mis piernas no se derrumban
………………………………..………………Ha comenzado a doler
El calostro emana olores
enmienda la hambruna
destila en las pailas del pecho
Acomodo mis manos debajo de la almohada
de rodillas
exijo un cuerpo presente
procuro el sonido del llanto
Esta vigilia está asistida por ancestros
respiran conmigo
se niegan al tacto
dilatan raíces
Desprendida del árbol
reconozco nuestros rostros
sostengo en brazos
mi templo
XIII
Todos los movimientos de nuestro baile
reciben el elogio del alba.
Al ritmo de esta cuerda
funámbulos del acorde nos descubrimos
vamos danzando y las caderas se juntan
bogamos al estallido de las flores
como quien sabe que la primavera es la revolución de la ternura
y que la alevosía del beso es indispensable a la hora del irse.
Todos los movimientos de nuestro baile
reciben el elogio del alba.
El canto vendrá a reclamarle a quien no se nos una
a quien nos adverse
a quien decida cortarse los pies.
Todos los movimientos de nuestro baile
reciben el elogio del alba.
Cada giro es el eterno retorno en este uno-dos
que nos marca el paso y nos ralentiza para volver a la quietud
pero nuestros cuerpos siguen las instrucciones de la canción
perpetua exigente de deseos y no atendemos a nada que no sea el instinto
porque el alba es nuestra y los elogios son para siempre
De Partisanas del canto (Caracas, 2021)
Patio II
—No quiero llegar a vieja sola y sin casa—
Era el verso de mamá cuando sentía
en el dolor de las rodillas herrumbre
—Quién sabe cuántos puños de tierra tendré
en el pecho cuando a los años le florezcan
anhelos—
Mamá apiló las angustias en las topias de cada factura
y en los huecos del vestido lloró haciendo de sus
manos una cuenca tiesa donde recogió cada verso
como sentencia perpetua.
—Soy la intermitencia del relámpago
un consuelo caído —dijo—.
Patio V
………………..………………..A Manuela
El peso de la pobreza se calcula
en el desierto
del estómago
pero allí no habita el sol.
Alguien que traiciona la búsqueda
de buena suerte
no se puede quedar solo.
Ese desierto es de grietas en los pómulos
de promesas
en diáspora
………………..………………..………………..innavegable lugar.
Por eso este rumor de sonrisa es para que
tu panza se pueble de ocasos
sin resistirse al pairo agazapado
en la ternura.
Patio XXVI
La metáfora encuentra su muerte en la obviedad.
………………..………………..…………….….Te amo, por ejemplo.
Relato explicaciones de insomnio
fidelidad justa de amanecer siendo el flanco
donde guareces tu carne.
La obviedad encuentra su muerte en la metáfora.
………………..………………..Un ciprés en el rostro, por ejemplo.
De Desde el esqueje semejante (Concepción, 2024).
Rubén Darío Roca nacó en Barinas, Venezuela, en 1991. Escritor, periodista y promotor cultural. Autor de los poemarios Todavía no sé (2016), Serendipia (2018), Partisanas del canto (2021) y Desde el esqueje semejante (2024). Ha sido facilitador de talleres de creación y apreciación literaria. Fundador y miembro del movimiento de promoción y creación literaria La Poética del Espacio. Ganador del concurso para la promoción de la lectura y la escritura «La carta que nos hace falta» (Portuguesa, 2016). Ha participado en varias ediciones del Festival Mundial de Poesía de Venezuela y el Festival Internacional de Poesía de La Habana.
La máscara que ilustra este paisaje de Abisinia fue realizada a partir de la serie Legado de razas,
modelado en caolín, horneada a leña,
del escultor ceramista ©Mauricio Pablo D’ Amico