Juan Esteban Londoño
Abisinia Review le dedica el dossier de su edición No. 15 al poeta y ensayista argentino Hugo Mujica. Nos complace compartirle a nuestros lectores la siguiente reseña sobre su último libro publicado «En un río todas las lluvias» (Ed. Visor, Madrid, 2023). Agradecemos al poeta colombiano Juan Esteban Londoño pensar sobre esta poesía del silencio y el encuentro. El lector hallará al final las rutas para acceder a todo el contenido del dossier.
En un río todas las lluvias
Hugo Mujica
Editorial Visor, Madrid, 2023, pp. 62
Se podría repetir que Hugo Mujica da oír el silencio, pero su poesía escucha al agua. El libro En un río todas las lluvias, publicado en 2023 por la Editorial Visor de España, está preñado de sonidos: el del río contra las piedras, el de la lluvia cayendo al agua, el del fuego en el leño, el del poeta en la palabra.
…..Y es que Hugo Mujica vuelve con breves imágenes de la naturaleza y, después, con una reflexión que se adentra en lo hondo del ser, del ser ahí, que es ese yo antes de decir «yo», antes de saberse. Así nos ofrenda un poemario de reflexiones sapienciales sobre el sentido de la vida, o de la muerte (que es tal vez su rostro más sereno), similar a fotografías literarias de un museo natural, como si cada poema fuera un parpadeo con el que el poeta abre los ojos y ve algo nuevo en los ciclos repetitivos: un cuerpo que se lleva la corriente, un animal que flota en las palabras, una mano que se aferra a otra mano y, juntas, las manos a las ramas, el tiempo que deviene árbol, el ave que aletea vida.
…..El libro está compuesto por cinco partes y cincuenta poemas, en el estilo que ya conocemos de Mujica: la hoja en blanco y, en el fondo, breves imágenes que no pretenden capturar la vida, sino dar la impresión de que siempre ella está corriendo, de que la vida llueve.
…..En la obra priman las imágenes de una naturaleza anónima, sin nombres de ciudad o de bosque. No hay un Rin o un Danubio, tampoco una ciudad cargada de historia, como Lwów o Buenos Aires. Es la existencia del ser antes de los nombres, de las cosas antes de las palabras, cuando ni siquiera han sido cosas, cuando son apenas, y eso es más que ser cosas.
…..Mujica vuelve a las palabras que son familiares a su poesía, al pueblo de su pensamiento. Aparecen expresiones tan suyas como el silencio, el vacío, el latido, la noche, la lluvia, las estrellas y las vidas. Animales tan suyos como el pájaro. Preocupaciones tan vitales como Dios.
…..Una figura nueva en su poesía es la mano y su gesto de escribir, como también de aferrar y acariciar. Desde el primer poema surge la labor de la mano, como vemos:
…………………….No para nombrar
……………………. lo que en la vida calla,
…………………….…………………….para escucharlo
…………………….……………es que escribo.
…..La mano al servicio de la escritura, o la escritura como el habla de la mano. Ella es el instrumento musical del poeta. En el caso de Mujica, sirve para tocar los acordes del silencio. No sólo escribe, también borra, deshace los pasos de lo dicho para no dejar huella, para que la huella quede marcada al borde del río, y el río de la vida la anegue:
Al escribir con la mano
…………………….la mano es la que
………………enseña,
…………………….……………..pero lo aprendido
…………………….…………………….………….se muestra solo al final:
…………………….…………………….……………………..es lo que fuimos
…………………….…………………….……..……….borrando.
…..El interés por la escritura y la borradura es antiguo en Mujica. En Poéticas del vacío (2002) dice que la religión escribe y que la mística borra. El libro titulado Y siempre después el viento (2011) se abre con un poema que se llama «Confesión», en el cual dice Mujica que su anhelo literario es escribir un poema «que pueda leerse en voz alta sin que nada se oiga» y para ello usa la mano en labor artesanal de la escritura, pero también de la borradura, que es la forma en que se escribe el silencio.
…..La mano es un principio de corporeidad que en Mujica revela la presencia de otro, la alteridad. En el libro no aparece solo la mano del poeta en la labor de la escritura. Hay otras manos, las humanas. Lo que en libros anteriores son «los labios de otro» que anuncian su nombre, en este son las manos, que tocan y acarician, que ponen el leño y encienden el fuego de la vida:
El pan, el vino, la mano
en la mano amada y
como siempre
también alguna pena,
…………algún desgarro: lo humano.
…..Mujica anuncia un erotismo del encuentro, no aquel que se agota con la descripción de los cuerpos violentándose, con describir la mano es suficiente para hablar sobre el amor, la caricia de quien nos acompaña sirviendo una copa de vino, atizando el fuego.
…..Si «desnudo se es todo rostro», la mano es el instrumento de la desnudez. Es la mano la que desnuda y acaricia, la que da a sentir, la que descubre.
…..En esta obra asistimos a un simposio al borde de un río, de una mesa frugal cuyo discurso, a diferencia de los elocuentes aristócratas de Platón, lo da el río con su canto de agua mientras los pájaros danzan con el revoloteo de sus alas. En lugar de hablar para recibir elogios de sus comensales, como Sócrates o Aristófanes, …..Mujica calla y deja oír el río, con su voz de tránsito, con su testimonio del pasar.
…..Por esta línea seguimos el rastro de una escritura de la humildad, despojando a la humildad de la carga semántica de la autohumillación o del látigo. Se trata de un dejar ser en el fulgor sencillo, como el del charco que refleja la luna entera, y no el mar que la presenta astillada, como el de la paloma que al volar revela la vida, como el agua que corre callada en un colchón sin piedras y da a luz un sereno silencio.
…..Tal vez esta intención de humildad y despojamiento provenga del aprendizaje de Mujica del mantra védico: «Neti neti», «Ni esto ni eso». Y también de la mística de Dioniso Areopagita que despoja a dios de sus nombres para asegurar que la verbalidad del mundo no está atrapada en los sustantivos. De allí la fórmula poética repetida en Mujica que consiste en negar una imagen gastada por la poesía, la filosofía o el habla popular, y ofrecer una imagen nueva que resignifique al mundo sin impregnarlo de abstracciones, para preñarlo de siluetas vitales:
Ni el centro está
…………………….en el centro
……………………. ni el vacío es estar vacío,
…………………….…………………….el centro es donde
……………………. no hay orillas
…………………….……………………. y vaciarse es soltar
…………………….…………………….……………………. amarras.
…..Mujica cambia el concepto por la metáfora, la que lleva más allá del ser sustantivado. A diferencia del filósofo, piensa como poeta, se estremece en imágenes, y deja que ellas desencadenen aperturas en las cuales se habite sin estar encerrado.
…..En este breve poema hay tres negaciones en seis líneas. Así el libro, en el que se reflejan expresiones recurrentes negativas como no, ni, nunca, jamás, para desnudar nuestros ojos de conceptos y volcarlos hacia el agua, la mano y el fuego.
…..Aunque el libro versa sobre el río, hay una fuerte presencia del fuego. Ya desde el segundo poema aparecen las imágenes que buscan el calor: el leño, las cenizas y el humo, y ante todo la chispa que «enciende lo que en otros somos».
…..El leño es un elemento nuevo en la obra completa de Mujica. Hasta ahora apenas había aparecido tres veces en sus libros, en menciones marginales o secundarias. …..En este nuevo libro tiene protagonismo en dos poemas como imagen guía para la coda, como lazarillo de la reflexión que se vuelca hacia la alteridad:
De tanto en tanto
……………humea un leño
…………..…………..como rogando un soplo
…………..…………..…………..para volver a ser
…………..…………..………llama,…………..…………..…………..…… ……..de tanto en tanto
…………..…………..………….... .. ……….una mirada nos
…………..…………..…………..…………..cruza.
…..En un río todas las lluvias aparecen las figuras literarias que acompañan la obra de Mujica y que nacen como preguntas que hacen los lectores y lectoras cuando lo interpelan. ¿Qué revela la vida? ¿Quién es dios? ¿Cómo hablar del silencio?
…..Mujica responde en esta obra a tales preguntas desde imágenes poéticas que son preguntas mismas y que están enlazadas con nudos densos. La vida es «las vidas». La palabra aparece catorce veces en el libro. Vidas individualizadas, acontecimientos irrepetibles, parpadeos con la muerte, fuego del momento:
De instante
…………..a instante la vida late
…..su siempre…………..…………..…………..cada latido
…………..…………..…………..…………..da a luz una vida,
…………..…………..…………..…………..…………..cada vida da a luz
…………..…………..…………..…………..………..su dios.
…..Dios es un nombre para la vida, o una elección totémica que cada quien hace para la vida que elige o que lo elige. Así lo testifica en su libro Dioniso: eros creador y mística pagana en consonancia con este nuevo libro:
…..Cada uno, dice, escoge a su dios, se sitúa bajo esa imagen, se templa en su resplandor.
…..Cada dios es una elección, cada una un destino.
…..Una decisión.
…..Si dios y la vida son palabras intercambiables, más abierta la última que la primera, menos pesada debido a las cadenas que le han impuesto las instituciones, su canto es el silencio, la voz que está detrás de las palabras revelatorias es el despojamiento. «Hay que redimir a dios de dios: / hay que devolverle su nada», nos dice Mujica haciendo ecos del místico alemán Meister Eckhart, puesto que «dios es el nombre / de la distancia entre nosotros y él». La labor del poeta, el escribir, gesto de su mano, es dar a oír el silencio que custodie aquel misterio, este que revela el agua.
…..De allí que este sea un libro confesional sobre el silencio, una escritura del callar ante la voz suprema, la de la vida, la de la naturaleza, la voz del río:
Sin piedras
…………..que la bifurquen
…………..…………..corre callada
………….. el agua…………..…………..…………..¿le falta algo al silencio
…………..…………..…………..………..…….cuando el río no lo
…………..…………..…………..…………..…………..….…………..canta?
Hugo Mujica nació en Avellaneda, Argentina, en 1942, en el seno de una familia proletaria. Es sacerdote, escritor, ensayista y una de las voces más originales y reconocidas de la poesía latinoamericana. Sus últimos libros de ensayos son: La carne y el mármol. Francis Bacon y el arte griego (Vaso Roto Ediciones, 2018), Dioniso. Eros creador y mística pagana (Ed. El hilo de Ariadna, 2016), El saber del no saberse. Desierto, Cábala, el no-ser y la creación (Ed. Trotta, 2014), La palabra inicial. La mitología del poeta en la obra de Heidegger (Ed. Trotta, 1995/Ed. El hilo de Ariadna, 2019). Su obra poética, que se despliega a lo largo de más de treinta años, está publicada en Poesía completa 1983-2004 (Ed. Seix Barral, 2005) y Poesía completa, tomo I de Del crear y lo creado 1983-2011 (Ed. Vaso Roto, 2012). En Colombia se publicó En este asombro, en este llueve (Editorial Escarabajo, Bogotá, 2019). Su último libro «En un río todas las lluvias» (Ed. Visor, Madrid, 2023).
Juan Esteban Londoño es poeta y novelista. Profesor de filosofía, teología y literatura. Doctor en Teología en la Universidad de Hamburgo (Alemania), Magister en Filosofía en la Universidad de Antioquia (Colombia) y Magister en Ciencias Bíblicas en la Universidad Bíblica Latinoamericana (Costa Rica). Es autor de la novela Evangelio de arena (Colombia, 2018), del libro de ensayo Hugo Mujica: el pensamiento de un poeta en la poesía de un pensador (Argentina, 2018) y de los poemarios El país de las palabras rotas (Nueva York, 2019) y Oráculos de Jezabel (Colombia, 2022), con el cual fue ganador del Programa Nacional del Estímulos del Ministerio de Cultura de Colombia.
La composición que ilustra este paisaje de Abisinia, a manera de homenaje, fue realizada a partir de la obra «Hombre gordo y perro» © Fernando Botero