Aurelio Arturo
Tenemos el agrado de comunicarle a nuestros lectores que la Editorial Universidad El Bosque y Abisinia Editorial, en una fraterna alianza, se fusionaron para crear la Colección de libros ilustrados Morada al sur en homenaje a Aurelio Arturo.
……Inauguramos dicha colección publicando la famosa obra del autor nariñense, cuyas páginas están ilustradas por Carolina Zambrano y cuentan con la traducción al italiano de Stefano Strazzabosco.
……Conmemoramos de esta forma los 60 años de la primera publicación de Morada al sur y recordamos los 50 años de la partida de Aurelio Arturo.
……El libro, además de contar con las traducciones que Arturo realizó sobre Cavafis y algunos poetas ingleses, rescata el iluminador ensayo que realizó el poeta José Manuel Arango titulado “Aurelio Arturo y la poesía esencial”.
……Y como regalo para sus lectores, el libro comparte en sus páginas un conmovedor álbum de fotografías, entre las que se cuentan varias inéditas, y una extensa cronología de la vida y la obra de Arturo.
……La edición de este libro duró cuatro años y estuvo a cargo de Gilberto Arturo, hijo del poeta, y Fredy Yezzed, editor de Abisinia.
……Como abrebocas, adelantamos tres poemas, en edición español-italiano, de este libro cardinal de las letras colombianas.
Sol
Mi amigo el sol bajó a la aldea
a repartir su alegría entre todos,
bajó a la aldea y en todas las casas
entró y alegró los rostros.
Avivó las miradas de los hombres
y prendió sonrisas en sus labios,
y las mujeres enhebraron hilos de luz en sus dedos
y los niños decían palabras doradas.
El sol se fue a los campos
y los árboles rebrillaban y uno a uno
se rumoraban su alegría recóndita.
Y eran de oro las aves.
Un joven labrador miró el azul del cielo
y lo sintió caer entre su pecho.
El sol, mi amigo, vino sin tardanza
y principió a ayudar al labriego.
Habían pasado los nublados días,
y el sol se puso a laborar el trigo.
Y el bosque era sonoro. Y en la atmósfera
palpitaba la luz como abeja de ritmo.
El sol se fue sin esperar adioses
y todos sabían que volvería a ayudarlos,
a repartir su calor y su alegría
y a poner mano fuerte en el trabajo.
Todos sabían que comerían el pan bueno
del sol, y beberían el sol en el jugo
de las frutas rojas, y reirían el sol generoso,
y que el sol ardería en sus venas.
Y pensaron: el sol es nuestro, nuestro sol,
nuestro padre, nuestro compañero
que viene a nosotros como un simple obrero.
Y se durmieron con un sol en sus sueños.
Si yo cantara mi país un día,
mi amigo el sol vendría a ayudarme
con el viento dorado de los días inmensos
y el antiguo rumor de los árboles.
Pero ahora el sol está muy lejos,
lejos de mi silencio y de mi mano,
el sol está en la aldea y alegra las espigas
y trabaja hombro a hombro con los hombres del campo.
…………………………..……(1945-6)
Sole
Il mio amico sole scese in paese
a ripartire l’allegria tra tutti,
scese in paese e in tutte le case
entrò e rallegrò i volti.
Ravvivò gli sguardi agli uomini
e accese i sorrisi sulle labbra,
e le donne infilarono fibre di luce alle dita
e i bambini dicevano parole dorate.
Il sole andò nei campi
e gli alberi brillarono e uno a uno
si mormoravano la loro allegria recondita.
Ed erano d’oro gli uccelli.
Un giovane contadino guardò l’azzurro del cielo
e lo sentì cadere nel suo petto.
Il sole, il mio amico, venne puntuale
e si mise ad aiutare il ragazzo.
Erano finiti i nuvolosi giorni,
e il sole si mise a mietere il grano.
E il bosco era sonoro. E nell’aria
palpitava la luce come un’ape di ritmo.
Il sole se ne andò senza aspettare addii
e tutti sapevano che sarebbe tornato ad aiutarli,
a ripartire il suo calore e l’allegria
e a dar man forte nel lavoro.
Tutti sapevano che avrebbero mangiato il buon pane
del sole, e bevuto il sole nel succo
dei frutti rossi, e riso il sole generoso,
e che il sole avrebbe bruciato ogni vena.
E pensarono: il sole è nostro, nostro sole,
nostro padre, nostro compagno
che viene a noi come un semplice operaio.
E si addormentarono con un sole nei sogni.
Se io cantassi il mio paese un giorno,
il mio amico sole verrebbe ad aiutarmi
con il vento dorato dei giorni immensi
e l’antico brusìo degli alberi.
Ma adesso il sole è molto lontano,
lontano dal mio silenzio e dalla mia mano,
il sole è in paese e rallegra le spighe
e lavora fianco a fianco cogli uomini dei campi.
………………………………..(1945-6)
Vinieron mis hermanos
Vinieron mis hermanos por juntar con mi sueño,
espigas de sus sueños…
Cuéntame tú, Vicente,
tú que amaste las velas y el viento gemidor,
cántame las canciones de la espuma marina,
cuéntame las leyendas de las islas de Or.
Tú, Saúl, que tomaste la ancha ruta terrestre
y de lo ignoto amaste la bruma y el temblor,
en tu habla se agolpan dulces rostros y blandas
voces, nublan distancias tus valles de canción.
Tú, Javier, que encendiste en la ciudad tu corazón,
¿aún oyes el grito de las bellas sirenas
en la noche dorada? Cántame el bello horror
que embriagaba tu sangre, cántame… Pobre niño,
el corazón te suena como un viejo acordeón.
Y yo, que amé las nubes anhelantes y vagas
y el polvo de oro de los días y el son
del bosque, diré cantos en los que até los júbilos
de mil vidas, al tenue hilo de la emoción.
Vinieron mis hermanos por juntar con mi sueño,
espigas de sus sueños como en un resplandor,
venía el viento y curvaba la dorada gavilla,
venía el viento de lejos, turbio como una voz.
Sono venuti i miei fratelli
Sono venuti i miei fratelli per unire al mio sonno
spighe dei loro sonni…
Raccontami tu, Vicente,
tu che hai amato le vele e il vento lamentoso,
cantami le canzoni della spuma marina,
raccontami le leggende delle isole d’Or.
Tu, Saúl, che hai preso le ampie vie terrestri
e dell’ignoto hai amato la bruma e il tremore,
nel tuo parlare si affollano dolci volti e tenere
voci, offuscano distanze le tue valli di canzone.
Tu, Javier, che hai acceso nella città il tuo cuore,
senti ancora il grido delle belle sirene
nella notte dorata? Cantami il bell’orrore
che inebriava il tuo sangue, cantami… Povero bambino,
il cuore ti suona come un vecchio organetto.
E io, che ho amato le nuvole anelanti e vaghe
e la polvere d’oro dei giorni e il suono
del bosco, dirò canti cui ho legato le gioie
di mille vite, al tenue filo dell’emozione.
Sono venuti i miei fratelli per unire al mio sonno
spighe dei loro sonni come in un bagliore,
veniva il vento e curvava il dorato covone,
veniva il vento da lontano, torbido come una voce.
Canción de la distancia
Mirarás un país turbio entre mis ojos,
mirarás mis pobres manos rudas,
mirarás la sangre oscura de mis labios:
todo es en mí una desnudez tuya.
Venía por arbolados la voz dulce
como acercando un bosque húmedo y fresco,
y una estrella caía duramente,
fija, la antigua cicatriz de un beso.
De arena parecían los cielos, y volvía
poseso del rumor que cual dos alas
me ciñó en una ronda inacabable,
me ciñó al fin la flor de tu palabra.
¿Qué rojea en la noche sino el puro
labio tuyo? y corazón, estrella y sueño,
mueve un solo vaivén que lejos fluye,
turbio como distancia y como ruego.
Tu desnudez verás en mis ojos absortos,
mirarás mi horizonte que roe una fogata,
tú, que no serás nunca sino masa de llamas,
en mi honda noche de árboles, callada.
Desnudo en mi fervor y tú en tu sangre,
es más que seda suave este silencio,
en esta noche ancha en que germina
todo y palpita todo, aromas y luceros.
Volver cuando anoche en canto y frondas
y rumia el viento que lo aleja todo:
ya no veré sino una palma muda
y el cielo, un áureo torbellino, en torno.
Volver, los cielos parecían de arena,
ha mucho, hace un instante, ha mucho tiempo;
y nadie ha de quitarme esta noche en que fuiste
larga y desnuda carne vestida de mi aliento.
Volver la senda turbia oyendo al viento
rumiar lejos, muy lejos, de los días.
Por mi canción conocerás mi valle,
su hondura en mi sollozo has de medirla.
………………………………..(1963)
Canzone della distanza
Guarderai un paese torbido nei miei occhi,
guarderai le mie povere mani rudi,
guarderai il sangue scuro delle mie labbra:
in me tutto è una tua nudità.
Veniva dalle alberete la voce dolce
avvicinando quasi un bosco umido e fresco,
e una stella cadeva duramente,
fissa, l’antica cicatrice di un bacio.
Di sabbia sembravano i cieli, e tornavo
posseduto dalla voce che come un paio d’ali
mi cinse in un giro interminabile,
mi cinse infine il fiore della tua parola.
Cosa rosseggia nella notte se non il puro
tuo labbro? e cuore, stella e sogno,
muove un solo viavai che lontano scorre,
torbido come distanza e come supplica.
La tua nudità vedrai nei miei occhi assorti,
guarderai il mio orizzonte che rode un falò,
tu, che sarai solo che una massa di fiamme,
nella mia fonda notte d’alberi, silenziosa.
Nudo nel mio fervore e tu nel tuo sangue,
è più che seta morbida questo silenzio,
in questa notte ampia in cui germoglia
tutto e palpita tutto, aromi e stelle.
Tornare quando annotta in canto e fronde
e rumina il vento che allontana tutto:
vedrò soltanto quella palma muta
e il cielo, un aureo mulinello, intorno.
Tornare, i cieli sembravano di sabbia,
è molto, da un istante, è molto tempo;
e nessuno mi tolga questa notte in cui sei stata
lunga e nuda carne vestita del mio fiato.
Tornare il sentiero torbido sentendo il vento
ruminare lontano, molto lontano, dai giorni.
Dalla mia canzone conoscerai la mia valle,
la sua profondità nel mio singulto la misuri.
………………………………..(1963)
Aurelio Arturo nace en La Unión, Nariño, el 22 de febrero de 1906. En 1926 inicia sus estudios de derecho en la Universidad Externado de Colombia, donde obtiene su título de doctor en derecho en 1937, siendo rector el maestro Ricardo Hinestrosa Daza. Alejado de los corrillos literarios e inédito, Aurelio Arturo combinó su lento trabajo poético, de lectura, creación y traducción (conoció en especial a los poetas contemporáneos de lengua inglesa), con sus labores como abogado, independiente al comienzo y luego funcionario de la Rama Judicial. En 1945 publica por primera vez en la revista de la Universidad Nacional “Morada al sur”. Fue juez, fiscal, magistrado del Tribunal Administrativo de Nariño, del Tribunal Superior de Popayán y de Bogotá, y su último cargo fue el de magistrado del Tribunal Superior Militar en Bogotá. En 1963 sale la primera edición del libro Morada al sur publicada por el Ministerio de Educación Nacional, que corresponde al número 7 de esta colección y en el mismo año, obtiene el premio nacional de poesía Guillermo Valencia. Muere repentinamente el sábado 23 de noviembre de 1974 en Bogotá.
La composición que ilustra este paisaje de Abisinia fue realizada a partir de una obra del poeta, ensayista, cronista y artista plástico venezolano Leonardo Gustavo Ruiz ©