Eduardo Bechara Navratilova
Operación Anthropoid es el segundo momento de un trazado cuyo primer compás lo procura Paracaidistas de Checoslovaquia y cuya culminación será Levantamiento de Praga. Estaríamos así ante una trilogía de la resistencia de Checoslovaquia. Configuración polifónica que encripta una clave trágica. La abismalidad caótica, la fatalidad del Dios malo, ante la cual el ser humano parece no tener escapatoria, como trasfondo de la tragedia griega, proyecta sus sombras sobre estas páginas de la II Guerra Mundial. En esa medida encierran una tensa meditación sobre el mal en tanto acechante posibilidad del ser humano. Acechanza que, en eterno retorno, aflora oscuramente: no otra cosa es, fundamentalmente, la Historia. Técnicamente bien facturados, ágiles y de una fina elaboración de imágenes, estos textos, a pesar de todo, entregan un final de un fuerte simbolismo esperanzador. Acaso porque es condición de la aventura de la imaginación, no olvidar al ángel, no tachar del todo su reclamo luminoso, su apuesta por el hombre, y en esto consiste la justificación del arte y la literatura.
Rómulo Bustos Aguirre
Madrid, abril 1 de 2022
CORONEL FRANTIŠEK MORAVEC:
ENTRE UNAS ALAS NACE LA ESPERANZA
Un gorrión se posa en el alféizar de mi ventana. Detrás de su plumaje la niebla cubre el abedul de un patio tranquilo. En medio de la noche el murmullo de la brisa me lleva a fantasear con un vuelo, una caída, un instante en medio de los ojos.
…..La operación Anthropoid abrirá sus páginas a una nueva bandada. Mis halcones quebrarán el cielo en un Halifax del escuadrón 138.
…..Jan y Jozef, los paracaidistas escogidos, tienen el rostro de los niños que se bañan en el río.
SILBA EL BUEN SOLDADO ŠVEJK:
Enséñenle al tirano el orden de las ecuaciones, la imposibilidad del reflejo en la corriente, el durazno expuesto a la oxidación del día.
SARGENTO JOZEF GABČÍK:
ATERRIZAR A LA HERIDA
Entre los cristales asisto a esta oscuridad muda, el viento que produce mi cuerpo al cortar el vacío.
…..La tela de mi paracaídas es también la bandera de mi patria.
…..En ella revolotea el pasado.
…..Golpeo los pies contra las ramas de los pinos, una punta lacera el borde de mi tobillo, me devuelve a la materia, a la fragilidad de los huesos, la dureza del continente.
…..Caigo al mundo, me abro entre la tierra y grito: ¡aterrizaje!
SILBA EL BUEN SOLDADO ŠVEJK:
Todo comienza con volver a poner ambos pies sobre la nieve, mi sargento Gabčík. La sangre que permanece como rastro es la sangre que nos acompaña hacia el olvido.
SOLDADO JAN KUBIŠ:
UN AMOR EN MEDIO DEL REMOLINO
He conocido a una mujer con palabras que vuelan como mirlos, ojos azules y piel de cobre. Su mirada bajo las sábanas y sus labios llenos de sangre forman playas en mi mente.
…..Al comienzo del amanecer me ha dicho: «Serás el resplandor que entra por la boca del castillo y la daga en la mano de tu pueblo».
SILBA EL BUEN SOLDADO ŠVEJK:
Lo he charlado con una botella de ajenjo cuando me escapo de la milicia. Hay dos clases de mujeres: las que te sacan del fango y las que se hunden en el fango contigo.
TENIENTE ADOLF OPÁLKA:
FECHA PREVISTA
El día señalado abrirá sus ojos a la mañana del 27 de mayo de 1942, hora cero en este canto de ratones.
…..Plan de acción: Kubiš, acaricia tu granada británica antitanque; Gabčík, besa tu subfusil Sten; subteniente Valčík, vigila tu espejo.
…..Yo daré un paso en la curva de Libeň como quien da un paseo por el parque.
…..Entre su Mercedes-Benz, Klein, el conductor del «Carnicero», tendrá que frenar.
…..¡Siempre atentos! Un susurro al viento puede alertar al gato de nuestra presencia.
SILBA EL BUEN SOLDADO ŠVEJK:
Vacilar trae a las sirenas de la noche junto a tu cama. Ay, mi pequeña pandilla, me recuerdan a los muchachos del barrio, cuando escondidos con una piedra en la mano, esperábamos romper los vidrios de un viejo usurero.
CORONEL FRANTIŠEK MORAVEC:
SILENCIO FINAL
Bajo un cielo abierto por el que vuelan patos migratorios, cayeron los mártires más jóvenes de Lídice.
…..Conteo total bajo las nubes que no perdonan: ciento noventa y dos hombres, sesenta mujeres y ochenta y ocho niños volaron hacia la nada.
…..En este círculo de batallas, la última y la primera solo se diferencian por el nombre.
SILBA EL BUEN SOLDADO ŠVEJK:
La belleza llueve sobre las alas de un escarabajo. Kafka era el insecto. Lo sé bien, su padre sembró manzanas en su caparazón y estas se fueron pudriendo desde la cuna.
De Operación Antrhopoid (Abisinia Editorial, Editorial Escarabajo, Bogotá Buenos Aires, 2022)
Eduardo Bechara Navratilova nació en Bogotá, Colombia, en 1972. Es hijo de un padre de origen libanés y una madre que escapó de la antigua Checoslovaquia. Estudió Derecho y Literatura en la Universidad de Los Andes, Bogotá, y tiene una Maestría en Escritura Creativa en la Universidad de Temple, Filadelfia, EEUU, donde fue profesor de Escritura Creativa y Escritura de Negocios en 2009 y 2010. En 2016 fue galardonado con el premio Andrés Bello, por la Fundación Andrés Bello con sede Madrid, España, por su obra narrativa completa. Sus últimos libros de poesía son: Paracaidistas de Checoslovaquia (Nueva York, 2020), Metamorfosis II: Los animales de la culpa (Bogotá, 2020), Las prisas de la ruina (Bogotá, 2021). Sus últimas novelas publicadas son: El juego de María (Bogotá, 2015) y Túneles de París (Bogotá, 2021); el libro de crónica Mendigo por un día (Córdoba, Argentina, 2012); y el libro de cuentos Las maravillas de Alicia (Bogotá, 2017). Es director de Escarabajo Editorial, que ha publicado más de 130 títulos en 15 años de fundada.
La composición que ilustra este paisaje de Abisinia fue realizada a partir de la fotografía «Sin aire» del artista © Juan Sebastián