Freddy Ñáñez
Este dossier lo creamos para ir a la caza de joyas de la literatura y para rendirle un pequeño homenaje al lector de poesía. Le preguntamos al poeta Freddy Ñáñez «¿Cuáles son tus tres poemas venezolanos esenciales desde tu experiencia como lector y desde tu sensibilidad como creador?». Y, sin solicitarle argumentaciones, nos obsequió estas tres orquídeas:
Freddy Ñáñez. Petare, República Bolivariana de Venezuela, 1976. Titiritero, poeta y editor. Algunos de sus libros de poesía: Fuego donde dice paraíso (2004), Suma del Árbol (2007), El nombre de todas las cosas (2009), Sombra bajo Tierra: Antología 2000-2009 (2010) y Viraje (2017). Con el poemario Postal de Sequía ganó la XVII Bienal José Antonio Ramos Sucre, 2009.
Enriqueta Arvelo Larriva
Virada
En el velero suelto
me di al agua llamante.
Avancé.
Ya avisté las aves y el gajo.
Ya siento la fuerte cercanía de la tierra en espera.
Soplan vientos mezclados.
Viene a la barcarola un ritmo oscuro.
Cambiaré el rumbo.
Cambiaré el rumbo y llevaré en el barco
la costa que no vi.
De Voz Aislada (Poemas 1930-1934), Editorial Élite, 1939
Ramón Palomares
El noche
……………………..A Oscar Sambrano Urdaneta
Aquí llega el noche
el que tiene las estrellas en las uñas,
con caminar furioso y perros entre las piernas
alzando los brazos como relámpago
abriendo los cedros
echando las ramas sobre sí,
muy lejos.
Entra como si fuera un hombre a caballo
y pasa por el zaguán
sacudiéndose la tormenta.
Y se desmonta y comienza a averiguar
y hace memoria y extiende los ojos.
Mira los pueblos que están
unos en laderas y otros agachados en los barrancos
y entra en las casas
viendo cómo están las mujeres
y repasa las iglesias por las sacristías y los campanarios
espantando cuando pisa en las escaleras.
Y se sienta sobre las piedras
averiguando sin paz.
De Paisano, Ediciones Ateneo de Boconó, 1964
Manuel Felipe Rugeles
Ve tú, palabra mía
Ve tú, palabra mía
como un golpe de viento sobre el ala
de una gaviota oscura.
Ve tú, palabra mía,
con el beso ignorado de cien bocas
y la música y sol de los arroyos.
Ve tú, palabra mía
con la caricia leve de cien manos
y la flor y la luz de los jardines.
Ve tú, palabra mía,
a sosegar su corazón que tiembla.
Y hasta la sombra en su rosal de olvido,
lleva el mensaje del amor del mundo.
De Dorada Estación, Editorial Losada, 1961
La composición que ilustra este post fue realizada a partir de una pintura del artista Rafael Zabaleta