Jordi Doce
Este dossier lo creamos para ir a la caza de joyas de la literatura y para rendirle un pequeño homenaje al lector de poesía. Le preguntamos al poeta Jordi Doce “¿Cuáles son tus tres poemas españoles esenciales desde tu experiencia como lector y desde tu sensibilidad como creador?”. Y, sin solicitarle argumentaciones, estas fueron sus joyas.
Jordi Doce (Gijón, 1967) ha publicado siete poemarios, entre los que destacan Lección de permanencia (Pre-Textos, 2000), Otras lunas (2002), Gran angular (2005) y No estábamos allí (Pre-Textos, 2016; mejor libro de poesía del año según El Cultural). Recientemente ha visto la luz la antología En la rueda de las apariciones. Poemas 1990-2019 (Ars Poética, 2020).
Luis Cernuda
(Sevilla, 1902 – Ciudad de México, 1963)
Remordimiento en traje de noche
Un hombre gris avanza por la calle de niebla;
No lo sospecha nadie. Es un cuerpo vacío;
vacío como pampa, como mar, como viento,
desiertos tan amargos bajo un cielo implacable.
Es el tiempo pasado, y sus alas ahora
entre la sombra encuentran una pálida fuerza;
es el remordimiento, que de noche, dudando,
en secreto aproxima su sombra descuidada.
No estrechéis esa mano. La yedra altivamente
ascenderá cubriendo los troncos del invierno.
Invisible en la calma el hombre gris camina.
¿No sentís a los muertos? Mas la tierra está sorda.
De Un río, un amor (1929)
José Ángel Valente
(Orense, 1929 – Ginebra, 2000)
«Serán ceniza…»
Cruzo un desierto y su secreta
desolación sin nombre.
El corazón
tiene la sequedad de la piedra
y los estallidos nocturnos
de su materia o de su nada.
Hay una luz remota, sin embargo,
y sé que no estoy solo;
aunque después de tanto y tanto no haya
ni un solo pensamiento
capaz contra la muerte,
no estoy solo.
Toco esta mano al fin que comparte mi vida
y en ella me confirmo
y tiento cuanto amo,
lo levanto hacia el cielo
y aunque sea ceniza lo proclamo: ceniza.
Aunque sea ceniza cuanto tengo hasta ahora,
cuanto se me ha tendido a modo de esperanza.
De A modo de esperanza (1955)
Maria Mercè Marçal i Serra
(Ibars de Urgel, Lérida, 1952-Barcelona, 1998)
[Com dos estels bessons…]
Com dos estels bessons, i que s’encalcen
mentre repta la nit
i tota cosa muda la pell vella
i es fonen els confins,
apropem-nos: no juguis
a fer-me por sotjant
des del llindar; ni et posis la disfressa
d’ogre, d’home del sac,
d’esvoliac dins de la meva sina,
o d’esparver reial.
Deixa, fora porta, velles armes
que et feien guerrer
i ara et veuen vençut, deixa les taules
on es glaçà la llei.
Abandona el teu nom
fins que jo trobi el meu.
No diguis cap paraula,
jo no tinc llengua.
No te m’amaguis dins l’armari
com un delicte obscur
ni pesis amb les balances
el meu amor de doble tall.
[Igual que dos estrellas gemelas…]
Igual que dos estrellas gemelas que se buscan
mientras repta la noche
y cada cosa muda su piel vieja
y se confunden todos los linderos,
juntémonos: no juegues
a asustarme acechando
desde el umbral; ni te disfraces de ogro,
o de hombre del saco,
o de murciélago en mi seno,
o gavilán real.
Abandona en la puerta viejas armas
que te hacían guerrero
y ahora te ven vencido, abandona las tablas
donde la ley te heló.
Deshazte de tu nombre
hasta que encuentre el mío.
Ni una palabra digas,
yo carezco de lengua.
En el armario no te escondas
como un delito oscuro
ni peses con balanzas
mi amor de doble filo.
De Desglaç (1988; Deshielo, 2004)
Traducción de Clara Curell
La composición que ilustra este paisaje de Abisinia fue realizada a partir de:
Incidencias/fragmentos
s/t
Lápiz grafito sobre papel
2021
de © Amadeus Alessandro Longas.