Jacqui Germain
Jacqui Germain es poeta y periodista. Reside en St. Louis, EE.UU. Ha publicado su poesía completa en Bittering the Wound (Autumn House Press, 2022). Ha apoyado y participado en la organización sindical en torno a los derechos de los trabajadores y las campañas de salarios dignos, y estuvo profundamente involucrada en el movimiento de protesta y en la organización popular en torno al Levantamiento de Ferguson. Compartimos tres poemas de su último libro When the Ghosts Come Ashore (Button Poetry, 2016), en la traducción de la poeta argentina Yanina Audisio.
Cómo el océano Atlántico se prepara para la guerra
El Atlántico es un mapa de huesos.
El Atlántico es un estuario de rocas antiguas.
El Atlántico sostiene la masacre
como un souvenir contra su corazón.
El Atlántico está pintando el ocaso en sangre
justo encima de la línea de su pelo, retraída.
El Atlántico está llenando sus bolsillos
con fotografías de niños.
El Atlántico está borracho de Motown.
El Atlántico está borracho de jazz tan negro
que es azul porque
cuando las cosas son negras por mucho tiempo
se vuelven azules.
El Atlántico tiene mi quijada en su puño porque mis dientes
y lengua se han curvado en nudillos.
El Atlántico tiene a África en su puño
porque han traficado fantasmas por siglos.
El Atlántico tiene a Haití en su puño
porque los esclavos dieron tanta pelea
que llenó la luna;
la luna mueve todo.
El Atlántico tiene puños donde
deberían estar sus rodillas.
El Atlántico tiene puños donde
sus hombros se curvan en brazos.
El Atlántico tiene puños donde
se supone que su cintura se dobla.
El Atlántico golpea todo,
tiene puños donde la cavidad de sus ojos
devuelve el golpe a los agujeros hondos de la luna,
colisionan, se acarician, se llaman familia.
How the Atlantic Ocean Prepares for War
The Atlantic is a map of bones.
The Atlantic is a mouth of ancient boulders.
The Atlantic is holding massacre
like a keepsake against its heart.
The Atlantic is painting the sunset in blood
just above its receding hairline.
The Atlantic is stuffing its pockets
with photographs of children.
The Atlantic is drunk on Motown.
The Atlantic is drunk on jazz so black
its blue because
after things are black for a long time
they become blue.
The Atlantic has my jaw in its fist because my teeth
and tongue have curled into knuckles.
The Atlantic has Africa in its fist
because they’ve been trading ghosts for centuries.
The Atlantic has Haiti in its fist
because the slaves had so much fight
it filled up the moon;
the moon moves everything.
The Atlantic has fists where
its knees should be.
The Atlantic has fists where
its shoulders curl into arms.
The Atlantic has fists where
its waist is supposed to bend.
The Atlantic punches everything,
has fists where its eye sockets
punch back at the gaping holes in the moon,
collide, caress, call each other family.
La roca partida reza a lo que sea que la rompió
La rabia no debe evitarse, disminuirse, minimizarse. La rabia es Dios.
Mejor creer que mi rabia se filtra en el amor. – Shira Erlichman
Dejen que mi ira sea cálida y madure con amor.
Dejen que apeste a los accidentes de tránsito que todos sobrevivimos.
Dejen que respire. Dejen que baile en mis puños.
Dejen que se derrumbe ebria y feliz
sobre mis rodillas, mi cubrecama.
Dejen que mi ira sea un baño espeso y burbujeante
y la toalla suave en el alféizar.
Dejen que mi ira se extienda en alas generosas.
Dejen que sea una roca partida, un martillo constante,
una tabla de madera que aún recuerda todo el árbol.
Dejen que endulce la leche, que lleve la taza humeante
de calor contra el helado parloteo en mis dientes.
Dejen que sea espesa espesa como un verano de St. Louis.
Dejen que sea espesa y llena de memoria
y llena de espaldas curvas estirando las columnas
de los cansados, y llena de negro,
y llena de tristeza.
Dejen que mi ira sea la ciudad de St. Louis, a cara lavada,
mirando en el espejo todos sus granos y estrías,
mirando su belleza ruda que solo a ella le pertenece,
llamando a Detroit, Philly y todas esas ciudades, diciendo:
Nena, vamos todas a bailar. Cerremos las ventanas y cantemos.
Trae todas tus ventanas rotas y jardines descuidados
y las cafeterías nuevas que no podemos pagar y las escuelas
que cierran o no y los lotes desnudos y las veredas con celulitis
y trae a tus músicos muertos y haremos que dure toda la noche.
Dejen que mi ira sea la celebración que se suponía nunca
tendríamos porque se suponía que nunca
sabríamos que tuviéramos algo
valioso para celebrar.
The Split Rock Prays to Whatever Broke It
Rage is not to be avoided, diminished, belittled. Rage is God. Better believe
my rage is seeped in love. – Shira Erlichman
Let my anger be warm and ripe with love.
Let it reek of car crashes that we have all survived.
Let it breathe. Let it dance in my fists.
Let it collapse drunk and merry
across my knees, my bedspread.
Let my anger be a thick, bubbling bath
and the cool towel by the windowsill.
Let my anger stretch into a generous wingspan.
Let it be a split rock, a steady hammer,
a plank of wood that still remembers the whole tree.
Let it sweeten the milk, turn the mug steaming
hot against the freezing chatter in my teeth.
Let it be thick thick as a St. Louis summer.
Let it be thick and just as full of memory
and just as full of arched backs stretching the tired
out of their spines, and just as full of black,
and just as full of blues.
Let my anger be the city of St. Louis, fresh-faced,
looking in the mirror at all its pimples and stretch marks,
looking at all its hard beauty that belongs to itself only,
calling up Detroit, calling up Philly and all those cities saying,
Baby, let’s all go dancing. Let’s roll our windows down and sing.
Bring all your busted windows and overgrown lawns
and new coffee shops we can’t afford and the schools
closing or not and the naked empty lots and cellulite sidewalks
and bring all your dead musicians and we’ll make a night of it.
Let my anger be the celebration we were never
supposed to have because we were never
supposed to know we had anything
worth celebrating.
La bipolaridad está aburrida y se renombra
Recientemente me he dado cuenta
que escribiré “el poema del trastorno bipolar”
por el resto de mi vida.
…………….Hay cientos de maneras
para decir Estoy envuelta en mi propio nido de abejas.
o Mi cuerpo es una casa
…………….embrujada en la que estoy perdida.
No hay puertas pero hay cuchillos
…………….y cien ventanas.
o Mi cuerpo pidió disculpas
…………….a mi cuerpo.
…………….Mi cuerpo no está
…………….seguro de aceptarlas.
o Soy un río con
…………….una represa en su cuello
…………….que ha comenzado
…………….a ahogar sus propios peces.
o Soy un campo incendiándose a sí mismo
solo para convertirse en el sol.
o Soy una recién nacida tan obsesionada
con el nacimiento,
que estrangulé mi propia garganta
y espero por la repetición.
o Soy una bola de cera derretida
enterrando mi propia mecha.
o Soy la llama
…………….que funde mi cuerpo
…………….en un gran desorden.
o Mis ojos han aprendido a no creer en sí mismos.
o Mis ojos han aprendido que el cielo será
…………….un mar rojo de dientes con alas si podés creerlo.
o Estoy atrapada detrás de unos ojos
…………….que encuentran al demonio en todo.
o Hay un demonio en todo;
…………….lo sé.
o Mi cerebro es mi propio parabrisas agrietado,
…………….mi propio espejo salpicado de insectos
…………….y estoy conduciendo hacia el amanecer.
o Todavía estoy conduciendo
…………….hacia el amanecer.
Bipolar Iis Bored and Renames Itself
I have recently come to the realization
that I will be writing “the bipolar disorder poem”
for the rest of my life.
…………….There are hundreds of ways
to say I am wrapped in my own bees’ nest.
or My body is a haunted
…………….house that I am lost in.
…………….There are no doors but there are knives
…………….and a hundred windows.
or My body has apologized
…………….to my body.
…………….My body is not
…………….sure if it accepts.
or I am a river with
…………….a dam at its neck
…………….that has begun
…………….to drown its own fish.
or I am a field setting itself on fire
…………….just to become the sun.
or I am a newborn so obsessed
…………….with the birth,
…………….I throttle my own throat
…………….and hope for a repeat.
or I am a ball of melted wax
…………….burying my own wick.
or I am the flame
…………….melting my body
…………….down into a hard mess.
or My eyes have learned not to believe themselves.
or My eyes have learned the sky will be
…………….a red sea of winged teeth if you believe it to be so.
or I am trapped behind eyes
…………….that recognize the demon in everything.
or There is a demon in everything;
…………….I know this.
or My brain is my own cracked windshield,
…………….my own bug-splattered glass mirror
…………….and I am driving towards the sunrise.
or I am still driving
…………….towards the sunrise.
Seda
En esta noche, mi cuerpo
se desenrolla como un carrete.
Estuve debajo de un chico
que amó el hilo por todas las cosas
que pudo hacer de él.
Esta noche, soy suave y maleable
como la buena seda antes de rasgarse.
Soy una metáfora de cualquier cosa
bella y arruinable cuando
se engancha en cosas afiladas.
Él posa todo su peso
en mi torso y soy una hoja
apretada, quieta en el colchón
pequeña y fija, apretada por algo vivo
a efectos de estudio.
No estoy triste por esto.
Es aquí donde puedo sentir todos mis límites,
visualizar mejor mi contorno
contra un fondo blanco de hambre.
No estoy triste por esto.
Estoy seca a pesar de la saliva
y estoy seca a pesar de la boca de incendio
que se abre por la senda de mi columna,
dando a mi vértebra bailarina un descanso
en semejante calor opresivo.
Debajo del rostro jadeante
de la forma más simple de sexo,
cuando dos personas quieren cosas
que no son el otro, resueltas a
un bufet de esos labios.
Todo bien. Estoy seca y algo brillante
pero opaca del otro lado
como la buena seda.
//
No recuerdo el desgarro
pero en algún momento él se detiene
y mira hacia nuestro eje
para encontrar sangre.
Le di un nombre falso
cuando nos conocimos, así que siento que
quizás el rojo es la confesión de culpa
de otra persona, una cachetada roja
en mi culo que se funde en vergüenza,
un beso tan intenso y ávido
que vertió su color en las sábanas
o quizás el agua de la boca de incendios
se quedó sin azul y empezó
a esparcir su propio ser rojo
desde mi abertura que finge
ser un altar, aunque no lo sea.
Hay sangre, dijo él
y de repente estoy arrojando dolor.
Fui tan cuidadosa con mi sequedad,
que olvidé que se necesita agua aquí
así mi cuerpo ofrece sangre.
Él acaba y hay un montón de rastros
por toda la funda de mi almohada,
un reguero de seda arrastrada y en ruinas.
Silk
On this night, my body
unwound like a spool.
I was beneath a boy
who loved thread for all the things
he could make of it.
Tonight, I am smooth and pliable
like good silk before a snag.
I am a metaphor for anything
beautiful and ruin-able when it
hooks on to sharp things.
He lays his full weight
on my torso and I am a leaf
pressed still onto the mattress,
pressed small and flat by something living
for the purpose of study.
I am not sad about this.
It’s here that I can feel all my edges,
visualize my outline best
against a hungry white backdrop.
I am not sad about this.
I am dry despite the spit
and I am dry despite the fire hydrant
opening along the sidewalk of my spine,
giving my dancing vertebrae reprieve
in such repressive heat.
Beneath the grunting face
of the simplest kind of sex,
when two people want things
that are not each other, so settle
for a drive-thru buffet of each other’s lips—
It’s okay. I am dry and sort of shiny
but dull on the other side
like good silk.
//
I don’t really remember the snagging
but at some point he stops
and looks down at our axis
to find blood.
I gave him a fake name
when we met, so I feel like
maybe the red is someone else’s
admission of guilt, a red slap
on my ass that melted into shame,
a kiss so hard and hungry
it poured its color onto the sheets
or maybe the fire hydrant’s water
ran out of blue and started
spraying out its own red self
from my opening that pretended
itself an altar, though it is not.
There’s blood, he said
and I am suddenly shooting with pain.
I have been so careful with my dry,
I forgot that water is needed here
so my body offers blood.
He finishes, and there are loose runs
all over my pillowcase,
a trail of pulled silk and ruin.
A semejanza de St. Louis, Dios
octavia butler nos recuerda que “dios es cambio”. st louis es una ciudad
desbordada
de dios. — Adrienne Maree Brown
St. Louis es una ciudad
desbordada de
Dios. St. Louis es una
ciudad desbordada
de manos. St.
Louis es el puño de
una ciudad. Dios es una
mano abierta
desbordante. Una
mano es una ciudad
pequeña. Dios es una
ciudad desbordada
de puños.
St. Louis es Dios
con o sin
manos abiertas,
con o sin
puños.
Una ciudad es un puño
desbordado de
Dios. Dios es St.
Louis creándose.
Dios es una ciudad
desbordada de
St. Louis y St.
Louis y St. Louis.
Nuestras manos están todas
desbordadas de
puños con la forma
de St. Louis. St.
Louis es una ciudad a
semejanza de Dios. Semejante
a Dios, cada puño es
su propia ciudad.
Cada ciudad
desborda con
o sin Dios.
Semejante a Dios, St.
Louis es un puñado
de manos abiertas.
Dios es una ciudad
que construye puños para
proteger las manos.
Toda ciudad
desborda de
puñados de St.
Louis. Nuestras manos
desbordan
de Dioses con la
forma de una ciudad.
Una ciudad de puños
aún abre las manos
pero desborda
de semejanza a Dios.
Dios es un puño
desbordado
de St. Louis.
La semejanza a Dios
desborda en todos
nuestros puños. A semejanza
de St. Louis, cada
ciudad es un puño
desbordante.
y a semejanza de St. Louis, Dios.
After St. Louis, God
octavia butler reminded us that ‘god is change.’ st. louis is a city
overflowing
with god. — Adrienne Maree Brown
St. Louis is a city
overflowing with
God. St. Louis is a
city overflowing
with hands. St.
Louis is a fist of
a city. God is an
open hand
overflowing. A
hand is a small
city. God is a
city overflowing
with fists.
St. Louis is God
with or without
the open hands,
with or without
the fists.
A city is a fist
overflowing with
God. God is St.
Louis becoming.
God is a city
overflowing with
St. Louis & St.
Louis & St. Louis.
Our hands are all
overflowing with
fists in the shape
of St. Louis. St.
Louis is a city of
after-God. After
God, each fist is
its own city.
Each city
overflows with
or without God.
After God, St.
Louis is a fistful
of open hands.
God is a city
building fists to
protect the hands.
Every city is
overflowing with
fistfuls of St.
Louis. Our hands
are overflowing
with Gods in the
shape of a city.
A city of fists is
still open hands
but is overflowing
with after-God.
God is a fist
overflowing
with St. Louis.
The after-God
overflows in all
our fists. After
St. Louis, every
city is a fist
overflowing.
& after St. Louis, God.
De When the Ghosts Come Ashore (Button Poetry, 2016).
Jacqui Germain es poeta y periodista. Reside en St. Louis. Ha publicado su poesía completa en Bittering the Wound (Autumn House Press, 2022) y el poemario When the Ghosts Come Ashore (Button Poetry, 2016). Ha recibido becas de diferentes organismos, como Economic Security Project, St. Louis Regional Arts Commission, Jack Jones Literary Arts, Callaloo Creative Writing Workshop y Poetry Foundation’s Emerging Poets Incubator. Sus artículos periodísticos se han publicado en medios como The Nation, The Guardian, Teen Vogue, Artsy, Mic, The New Inquiry, entre otros. Ha apoyado y participado en la organización sindical en torno a los derechos de los trabajadores y las campañas de salarios dignos, y estuvo profundamente involucrada en el movimiento de protesta y en la organización popular en torno al Levantamiento de Ferguson.
La composición que ilustra este paisaje de Abisinia fue realizada a partir de la obra The Dance, 1906,
del pintor, ilustrador y escenógrafo francés © André Derain