Laura Yasan
Lamentamos la partida de la poeta argentina Laura Yasan e invitamos a sus amigos, colegas y nuevos lectores a revisitarla en su palabra. Sobre su último libro publicado, Madre Siberia, que podríamos extender a toda su obra, dijo María Rosa Lojo: «Sorprendentes, agudas, desolladas, veloces, las metáforas de Laura Yasan son la zigzagueante columna vertebral de su escritura. Crean miniuniversos que colisionan, echan chispas, se destruyen, engendran desde sus esquirlas otros nuevos». Y, en palabras de su amigo Jorge Boccanera sobre su antología Safari: «Esta primera antología de Yasan hace justicia a una voz destacada en la poesía argentina de las últimas décadas; un fraseo propio y descarnado en sintonía con el tiempo que le toca vivir». Así, comenzamos a extrañarla:
Madre Siberia
busco mi herencia de huérfana legítima
en las aguas del báltico
en el brillo de los samovares
los colores del aire en la estepa
se quien soy
rusia en un camarote de tercera
un pivot entre el hambre de ayer
y el idioma extranjero de mañana
se quien soy
el mismo hitler me trajo a esta tierra
desde antes de nacer escapo de los pogroms
sigo ubicándome cerca de las puertas
soy europa del este clavada en el atlántico
polka tango mate vodka
trostky evita gelman maiakovsky
una estrella amarilla en el brazo derecho
una roja en la frente
se quien soy
lo escribí en las paredes de esta casa
que construí de mi costilla
para nunca olvidar
Madre Siberia II
compré un piyama el día de tu muerte
para estrenar el tiempo sin vos
la oscuridad sin vos
el aire debería ser más puro
el oxígeno menos necesario
es un veneno que contraje
con mi sólo nacer
un insecto que avanza
por las zonas umbrías con patas de titanio
pagué distancia en metros bajo tierra
toneladas de mármol que te oculten
madre
en el mundo yasan
todas las calles son diagonales que desembocan en un paredón
los días son titanes desocupados
el tiempo cambia todo el tiempo
las noticias del resto de los mundos se amontonan
frente a una puerta pequeñísima
como encomiendas sin abrir
el mar es un recuerdo que se rompe
contra los dientes de la ciudad
los mayores peligros en el mundo yasan
son las fronteras movedizas
los vacíos espontáneos
y los desprendimientos
a los viajeros no les importa
nadie se queda a vivir en este mundo
De Madre Siberia, Buenos Aires, 2020.
La música sin cartas
perdí el color en lo incesante
ese perro entrenado para morder
los talones del tiempo sin lastimarlo
perdí la humanidad
me jugué hasta la música sin cartas
tragué sin masticar flechas perdidas
nació una rosa negra y la dejé
morir como a las otras
pequeñas criaturas de lo incesante
lobas en cautiverio
yo misma me perdí en la sinrazón
me aturdía ese piano desafinado
en la raíz de la neuralgia
esa descarga repetida que llora día y noche
como un hijo del mundo
que nadie atiende
Crepuscular
llega la víspera del día después
sobre el potro de la nostalgia
como un narcótico expandiéndose
por el flujo del sábado
tan delicado
tan incorpóreo
somos analfabetos en el crepúsculo
esa franja violácea
donde se incuban las ganas de gritar
por las calles de la inclemencia
y el cielo cuelga sobre los hospitales
como un traje que nadie se atreve a vestir
envuelve las terrazas
apaga los presidios
es el instante más largo que se conoce
en la saliva del universo
luego el tiempo vuelve a crujir
y un pájaro es tragado
por las turbinas de la noche
Fondo blanco
necesito unos guantes de hule
necesito unos tragos
para abrir los cajones que nadie ocupa
encontrar esa herencia de lapiceras que no sirven
ese reloj parado
barato
que nadie se anima a tirar
necesito hacer fondo blanco
tener un estómago a prueba de morgue
un hígado embalsamado
para abrir ese féretro carcomido
donde guardaba la ropa interior
más diminuta
esa idea confusa de la intimidad
entre seres carnívoros
necesito una damajuna de rivotril
una vesícula de acero quirúrgico
para vaciarlos en una bolsa negra
y sacarla del dormitorio con los dientes
de la mujer que fui
De Pequeñas criaturas de lo incesante, Buenos Aires, 2015.
La llave Marilyn
El domingo cuidate
rubia
del teléfono
en el primer llamado estás pintada
al segundo estás verde
en el cuarto muerta
Manual de los amantes
yo te entregué una joya diminuta
un zafiro escamado en el cuerpo de un pez
y lo dejaste
caer en las cosas que pasan
0800 marilyn
Cuando el domingo te practica su clásica
llave marilyn
y quedás estampada contra la lona gris
¿estás en el umbral equivocado
en el número vivo
en el lugar de quién?
¿es frágil como la curva de tu cuello
o es una viga negra el hierro de tu mente?
¿está el mundo debajo como un refugio lleno
o está fuera de alcance como un hombre imposible?
cuando viene a llevarte a su tierra de nadie
y te obliga a entrenar su deporte de riesgo
¿es el lunes un muro donde vas a estrellarte
o una pared de agua donde vas a flotar?
¿toda la vida?
De La llave Marilyn, La Habana, 2009.
Loba Negra
viene la loba
es cada día más voraz
salgo a cazar su presa disfrazada de loca
no más de mí para entregar
la noche cabe entera en su respiración
se rasga en el aullido
si llegara a dormirme
viene la loba y no hay regreso
me pongo el brillo de su ojo feroz
y salgo a mendigar disfrazada de burla
le traigo pan y ruge carne
le traigo sangre y gime agua
negra loba de mí no tengo más
monto al sudor de su pelaje
me arrojo a depredar disfrazada de lástima
Seis seis seis
yo quiero ser la seis seis seis
la anticristo new age
la más temida y succionar
de todo corazón la pulpa negra
el tibio jugo
la médula espinal como una auténtica
vampiro de rumania
ser yo la peor de todas
vengadora
y no esta bestia falsa
que no siente piedad
cuando mata una hormiga
Ver en el humo
hay hombres con los ojos llenos de candados
siempre cargan consigo algún secreto sórdido
una estampita de bordes carcomidos
y la foto borrosa de un amor sin retorno
los domingos la tienden como un mantel sobre el recuerdo
hacen su fiesta de un material sin brillo
fumando lentos
pueden ver en el humo el más fino detalle de ese rostro
ganar en el alcohol la melodía innata de los héroes
suspirar quebradito hasta la noche
de no ser por la yegua soledad que pide piel a gritos
y que le abran de una puta vez
De Loba negra, Buenos Aires, 1999.
Laura Yasan. Buenos Aires, 1960- 2021. Publicó una docena de poemarios entre los que se destacan “ripio” Premio Municipal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2005, “la llave marylin” premio Casa de las Américas 2009 y “animal de presa” Premio Carmen Conde 2011. Sus poemas fueron publicados en diferentes revistas literarias del país y del exterior, como así también en numerosas antologías. Su obra fue parcialmente traducida al inglés, alemán, francés e italiano. Coordinó talleres de escritura en distintas unidades penitenciarias, institutos de menores, hogares de ancianos, bibliotecas municipales y en forma privada.
La composición que ilustra este post fue realizada a partir de una fotografía de la artista Laura Makabresku