Ana Gandini
Nota por Stefhany Rojas Wagner
Si «la poesía espera para sí misma la misteriosa gratificación de asir lo inasible» como dijo la poeta Olga Orozco, Empuñar el invierno acude a esta sentencia con las manos llenas de celebración. En este libro el yo poético atraviesa un viaje sosteniéndose a sí mismo en la tormenta. Justo es ese andar, ese gravitar en el agua, a veces terriblemente lúcido, a veces tierno y sensual, el que nos convoca a palpar la fragilidad del momento presente, del sueño, de aquello que somos –duelo, desamor, paisaje, memoria– y que se va desmoronando en el tiempo. Hay brevedad y hay belleza en la poesía que empuña Ana Gandini, donde misterio y complejidad son los protagonistas. Quien hunde su pensamiento en estas páginas debe saber que se adentra a un jardín de niebla y agua desbordada.
Tierra firme
……….……………..A mi hermana Judith
Temblé cuando te vi
a falta de palabras
Te abracé con mi oso blanco
y sellé la bienvenida
sin contratiempos
en la casa grande de la abuela
Fuiste la heroína que
ahuyentó las pandillas escolares
Antes que mi escritura fuera poema
me habías leído con lúcida intuición
aguardaste el tiempo que hizo falta sin
marearte con mis dudas
Celosa de las formas
cuidaste la sangre y el latido
Quien gana una hermana
permanece en tierra firme
Gladiatrix
………………………A mi hermana Sandra
En una tarde al final del verano
una mano apenas
te empujó al mundo
tu nombre estuvo antes
en la boca de tus hermanas
te abriste paso
en cruzadas invisibles
para hallar la belleza
en los fragmentos del silencio
tus tijeras le arrancaron tiempo
a los espejos
vana batalla el amor
y sin embargo
Un idioma fraterno
………………………A Ivana & Mateo Gandini
I
Al ritmo del río
esclavo de certezas
naufragaste
II
El agua celosa de tu belleza y
el rencor del viento te llamaron
La herencia en tus hijos
la memoria del árbol
el remo tenaz
la plegaria
el aplauso del pueblo
te renacen
III
Tripulante insomne de aguas serenas
tenías el mar de fondo en la mirada
No había injusticia
ni debilidad humana
que te resultaran indiferentes
Buscaste cobijo en una geografía costera:
cielos heridos de pasado
IV
Peregrino en almacenes y bares
el número 18 te hizo propietario
y desde el trono del mostrador
zurciste penas propias y ajenas
Me contagiaste la risa
con tus exageradas historias
Te agasajé con libros de cocina
y degustamos manjares
Te animé a torcer el camino
pero continuaste por la ruta de los pueblos
V
Te multiplicaste
en un niño y una niña:
espejos de tu alma inquieta
VI
Te amaron mujeres de diversa estampa
y nadaste en esas mieles sin recalar
Te prendaste de unos ojos marinos
hasta la porfía
VII
El enamorado del río
Cambiaste los libros por la caña de pescar
Te adentraste en los misterios del agua
VIII
Abandonaste la niñez sin titubeos
lloraste largamente
ese dolor manso
IX
Entre pupitres y hostilidades de pandilla escolar
una hermana gladiadora defiende el honor
Hubo un colegio religioso para apaciguar los bríos
«Hasta mañana si Dios quiere» se despedían las monjas
No dejabas de preguntar: «¿Y si Dios no quiere?»
X
Pasión y melancolía en un corazón descomunal
Glaseabas la historia que te antecedía
como un héroe mudo
Desde pequeño te hiciste amigo del viento
y a tu paso un torbellino acaecía
XI
Una mañana de julio desembarcabas
te había resultado enredada la batalla del nacer
Tu piel habitó el testimonio de esa lucha
Migraciones lejanas te acompañaron en el trance
Por una bocanada de aire estamos juntos
en este poema
De Empuñar el invierno, Abisinia Editorial, Buenos Aires, 2022
Ana Gandini Nació en Migues, Canelones, Uruguay en 1964. Es poeta, escritora y coordinadora de talleres de escritura creativa. Es Licenciada en Psicología de la Universidad de la República Oriental del Uruguay y Psicóloga Social de la Escuela de Psicología Social Enrique Pichón Riviere de Montevideo. Diseñó y coordinó el taller de escritura creativa en el Club La Terraza del Instituto de la Niñez y Adolescencia del Uruguay, INAU, que culminó con la publicación de Rumbo al Ayui Bitácora (Montevideo, 2016). Ha sido incluida en las compilaciones Destacados (Junín, Argentina, 2011), Antología: Leer el libro del mundo (Neuquén, Argentina, 2012) y Yo vengo a ofrecer mi poema: Antología de Resistencia (Bogotá, 2020) editada por Abisinia Editorial y Editorial Escarabajo. Mudar el mundo es su primer libro de poesía y reúne su trabajo de los últimos 15 años.
La composición que ilustra este paisaje de Abisinia fue realizada a partir de una obra del artista español © Juan Carlos Mestre