Alberto Szpunberg
La Aldea Abisinia lamenta la partida del maestro Alberto Szpunberg. Como homenaje al poeta argentino ofrendamos estos poemas en edición bilingüe español∼alemán de sus libros «El viento a veces es como todos» y «La academia de Piatock» en la traducción de Jona y Tobías Burghardt.
Madurez
Tenderse juntos sobre la tierra también tiene su sentido,
los cuerpos apenas se levantan de entre el pasto
y en realidad es el viento que viene y los junta,
por eso separarse es darle paso al viento
y siempre tiene su sentido porque él viene desde lejos
oliendo a otra tierra, otros pastos, otros cuerpos,
para juntar y separar;
y en realidad es lo mismo,
la tierra siempre es la misma manera de andar sobre ella
y el amor improvisa la noche sobre los mismos pastos
desde los mismos cuerpos,
el viento a veces parece que hilvanara a lo largo del mundo los otoños
y es en realidad que las calles se llenan de hojas, de viento, de rostros,
por eso juntar y separar y levantarse es darse cuenta:
tiene su sentido que el viento se parezca siempre al viento
y que el mundo no se detenga,
el viento a veces es como todos,
está en cualquier esquina
y responde al nombre de todos los días.
Reife
Sich gemeinsam auf die Erde legen, hat auch seinen Sinn,
die Körper heben sich kaum aus dem Gras,
und eigentlich ist es der Wind, der kommt und sie vereint,
deshalb bedeutet Trennung, dem Wind freien Lauf zu lassen,
was immer seinen Sinn hat, weil er aus der Ferne kommt,
nach anderen Gefilden, anderen Gräsern, anderen Körpern riecht,
um zu vereinen und zu trennen;
und eigentlich ist es einerlei,
die Erde ist immer die gleiche Art, auf ihr zu wandeln,
und die Liebe improvisiert die Nacht auf den gleichen Gräsern,
ausgehend von den gleichen Körpern,
der Wind scheint manchmal, die Herbste weltweit aufzufädeln,
doch eigentlich füllen sich die Straßen mit Blättern, Wind, Gesichtern,
Vereinen und Trennen und Aufstehen heißt deshalb zu bemerken:
es hat seinen Sinn, dass der Wind immer dem Wind gleicht
und dass die Welt nicht stehenbleibt,
der Wind ist manchmal wie alle,
er steht an irgendeiner Ecke
und hört auf den alltäglichen Namen.
Exilio en El Masnou
VII
También cuando se come se habla
En este plato enlosado cabe toda la sopa que aún humea,
el rayo de sol hiere el juego del vapor en el aire
y te quedas mirándolo, en silencio.
Apoyas la cuchara en el borde del plato,
lentamente, como si temieras que el ruido despertara algún recuerdo.
Enfrente tuyo, tu hija sorbe la sopa
y con un fideo entre los labios te pregunta si hoy es mañana.
Hoy es hoy, le dices, y mañana es mañana, pero sonríes
y le enseñas que la cuchara puede flotar en la sopa como un barco,
un barco pesado y humeante que sabe ir y volver, también volver.
Exil in El Masnou
VII
Beim Essen wird auch gesprochen
In diesen Emaille-Teller passt die ganze Suppe, die noch dampft,
der Sonnenstrahl verletzt das Spiel vom Dampf in der Luft,
und du schaust ihm stillschweigend zu.
Du legst den Löffel behutsam an den Tellerrand,
als befürchtetest du, dass das Geräusch eine Erinnerung weckt.
Dir gegenüber schlürft deine Tochter die Suppe,
und mit einer Fadennudel an der Lippe fragt sie dich, ob heute morgen sei.
Heute ist heute, sagst du ihr, und morgen ist morgen, aber du lächelst
und zeigst ihr, dass der Löffel auf der Suppe schwimmen kann wie ein Schiff,
ein schwerer Dampfer, der hinfahren und zurückkommen kann, auch zurück.
La academia de Piatock
Habla Piatock
Yo, Piatock, vi muchas cosas en mi vida:
hubo un día en que mi carro se empantanó en la charca y puse el hombro y sólo con todas mis fuerzas conseguí sacarlo adelante,
pero igual agradecí a los camaradas el milagro de la levitación en medio de tanto barro.
Hubo otro día en que me enamoré de la hija del tendero y me golpeé siete veces el pecho por cada pecado cometido,
menos por ser el que soy, Piatock, pero igual agradecí a los camaradas el milagro de no ser correspondido en medio de tanta certeza.
Del polvo –perdón por la expresión– venimos y al amor –si no a qué– volvemos.
Die Piatock-Akademie
Piatock spricht
Ich, Piatock, ich hob gesén a ßach sachn in majn lebn:
es gab einen Tag, an dem mein Karren im Dreck steckenblieb, und ich stemmte mich dagegen, und nur mit all meinen Kräften schaffte ich es, ihn da herauszuziehen,
aber gleichwohl bedankte ich mich bei den Kameraden für das Wunder der Levitation mitten im ganzen Schlamm.
Es gab noch einen Tag, an dem ich mich in die Tochter des Krämers verliebte, und ich schlug mir siebenmal auf die Brust für jede begangene Sünde,
außer dafür, der zu sein, der ich, Piatock, bin, aber gleichwohl bedankte ich mich bei den Kameraden für das Wunder, nicht erhört worden zu sein, inmitten der ganzen Gewissheit.
Aus dem Staub – Verzeihung für den Ausdruck! – kommen wir und zur Liebe – wohin sonst? – kehren wir zurück.
Como sólo la muerte es pasajera
III
Todas las mañanas tomas mate en la cocina de tu casa,
pero desde hace unos días enciendes el fuego, tu pequeño fuego, en medio del mar.
Adonde sea, las gaviotas chillan como si el ancla temblara en el barro más profundo.
A lo mejor hoy es el día, nunca se sabe, pero llueve como si fuera.
Denn nur der Tod ist vergänglich
III
Jeden Morgen trinkst du Mate in der Küche deines Hauses,
aber seit einigen Tagen machst du das Feuer, dein kleines Feuer, mitten im Meer an.
Wo auch immer kreischen die Möwen, als erzitterte der Anker im tiefsten Schlamm.
Vielleicht ist heute der Tag, man weiß nie, aber es regnet, als ob er es wäre.
Sol de noche
XXXII
Todo poema es una despedida
y un saludo.
Acaso la vida no repare
en la nimiedad de las palabras
con que el silencio querría,
por una única vez,
ser sólo silencio,
como este río inmóvil
bajo un aura leve de espejos temblorosos.
¿Por qué nos preguntamos por qué
si cualquier piedra arrojada contra el agua
da en el centro mismo de ondas infinitas?
Nachtsonne
XXXII
Jedes Gedicht ist ein Abschied
und ein Gruß.
Vielleicht beachtet das Leben nicht
die Geringfügigkeit der Wörter,
mit der die Stille
ein einziges Mal
nur Stille sein wollte,
wie dieser reglose Fluss
unter einer zarten Aura zitternder Spiegel.
Warum fragen wir uns nach dem Warum,
wenn jeder ins Wasser geworfene Stein
genau in die Mitte unendlicher Wellen fällt?
Traducción al alemán de Jona & Tobías Burghardt
De la antología personal bilingüe El viento a veces es como todos
Der Wind ist manchmal wie alle
(Edition Delta, Stuttgart, Alemania, 2008)
y del libro bilingüe La academia de Piatock – Die Piatock-Akademie
(Edition Delta, Stuttgart, Alemania, 2011)
Alberto Szpunberg nació en Buenos Aires en 1940 y falleció en Barcelona en noviembre de 2020. Fue Director de Literatura y Lenguas Clásicas en la Universidad de Buenos Aires (1973). Dirigió el suplemento cultural del diario La Opinión hasta 1976. Fue compañero cofundador de la Brigada Masetti, se exilió en El Masnou (Barcelona, España) en mayo de 1977. Es autor de Poemas de la mano mayor (1962), Juego limpio (1962), El che amor (Mención Casa de las Américas, Cuba, 1966), Su fuego en la tibieza (Premio Alcalá de Henares de Poesía, España, 1981), Apuntes (1987), La encendida calma (2002), Notas al pie de nada ni de nadie (2007), Luces que a lo lejos (2008), El libro de Judith (2008), La Academia de Piatock (2010) y Traslados (2002). En 1993 ganó en Francia el Premio Internacional Antonio Machado por Luces que a lo lejos. Regresó a la Argentina en 1984. Fue profesor en la Universidad Madres de Plaza de Mayo. En noviembre de 2013, Entropía publicó su «Poesía Reunida» bajo el título de Como sólo la muerte es pasajera. Ha recibido el Premio Rosa de Cobre (Biblioteca Nacional, 2014) y el Premio Nacional Cultura Argentina (2014). Fotografía: Jona & Tobías Burghardt
La composición que ilustra este post fue realizada a partir de una ilustración del artista Wenyi Geng