Wole Soyinka
En el marco del 18º Festival Mundial de Poesía de Venezuela que se realizó en julio de 2024, el público tuvo el gusto de apreciar este poema leído en exclusiva por Soyinka en el teatro Bolívar de Caracas en una de sus galas nocturnas de lectura. Nunca antes traducido al español es un poema que Soyinca insistió en leer teniendo como horizonte el genocidió que se está perpetuando contra el Pueblo Palestino por parte del estado sionista de Israel, donde son los niños especialmente las víctimas. Wole Soyinka nació en el seno de una familia yoruba en Abeokuta, Nigeria, en 1934, y fue el primer escritor africano negro en ganar el Premio Nobel de Literatura, en 1986. Agradecemos la traducción al poeta Miguel Falquez-Certain.
El niño ante un espejo de desconocidos
Como si nunca hubieras estado aquí,
como si te hubieras olvidado de que eras
lo que somos, pero tú, traicionándote a ti mismo,
alzas muros de sordera para desviar declaraciones
de inocencia. Como si el mundo que tú
enseñaste hubiera perdido su eje, dejado de girar.
Como si te hubieras olvidado de cuando observabas
arrobado la danza de las hojas en los torrentes, tu imagen
tambaleando en sus profundidades. Como si nunca hubieras
perseguido ni corrido para abandonar tu sombra.
Como si nunca hubieras saludado a figuras del folclor:
monstruos, héroes metamorfoseándose en las nubes.
Como si alguna vez hubieras ido de casa en casa vendiendo
diferencias entre los tuyos a esa primera y candorosa vista,
hasta los guiños y susurros entendidos, palabras del otro
(indigente, pagano, sucio, de baja cuna), cómplices
en la burla de ayer, proscritos de intimidades,
por tanto malignos extraterrestres, no humanos.
Como si tus brazos, potenciados por las drogas o huérfanos,
alguna vez hubieran sido obligados a acunar armas pesadas,
sentidos fusionados con órdenes de muerte, como si
tus hombros se rindieran bajo cargas anormales
para devengar una miseria y una noche de tugurios
donde el sol se desconoce por completo. Como si
un niño no fuera el patrimonio no registrado
del tiempo, la estación perenne. Como si
mi presencia no pudiera imaginarse lo que eras,
reflejado en rostros confiados (como el mundo
mismo un planeta confiado, una eternidad que
gira en manos humanas), como si, como si
la infancia estuviera pasada de moda. Como si, como si. . .
Traducción de Miguel Falquez-Certain
The Child Before A Mirror Of Strangers
As if you were never here before,
As if you have forgotten that you were
What we are, but you, self-betrayed
Raise walls of deafness to deflect
Pleas of innocence. As if the world you
Taught has lost its axis, ceased to spin.
As if you were never here before,
As if you have forgotten that you were
What we are, but you, self-betrayed
Raise walls of deafness to deflect
Pleas of innocence. As if the world you
Taught has lost its axis, ceased to spin.
.
As if you have forgotten when you watched
Entranced, the dance of leaves on stream currents,
Your image wobbling in their depths. As if
You never chased or raced to leave your shadow.
As if you never waved to shapes of folklore
Monsters, heroes, morphing in the clouds.
As if you ever peddled differences
Among your kind at that first, guileless sight,
Till knowing winks and whispers, otherness words –
Pauper, pagan, dirty, low-born – banned
Partners-in-prank of yesterday from closeness –
Hence fiends from outer space, no longer human.
As if your arms, drug empowered or orphaned,
Were ever forced to cradle ponderous arms,
Senses fused to death commands, as if
Your shoulders caved under abnormal loads
To earn a pittance and a night of slums
Where the sun is total stranger. As if
A child is not the unlisted heritage
Of time, the one perennial season. As if
My presence fails to image what you were,
Mirrored in trustful faces – like the world
Itself a trusting planet, an eternity that
Spins in human hands – as if, as if
Childhood were out of fashion. As if, as if….
Tomado del libro 18º Festival Mundial de Poesía de Venezuela.
Homenaje a Leonardo Gustavo Ruiz (MinppCi, Caracas, 2024)
Wole Soyinka nació en el seno de una familia yoruba en Abeokuta, Nigeria, en 1934. Soyinka fue el primer escritor africano negro en ganar el Premio Nobel de Literatura, en 1986. Tras estudiar en Nigeria y el Reino Unido, trabajó con el Royal Court Theatre de Londres. Llegó a escribir obras que se produjeron en ambos países, en teatros y en la radio. Ha escrito dramaturgia, narrativa y ensayo, pero si tuviera que escoger, ha dicho que tomaría sin duda el camino de la poesía: «Me conecta con mi juventud, me conecta con un mundo que ya no está. Y me permite entender mejor dónde estoy».
La máscara que ilustra este paisaje de Abisinia fue realizada a partir de la serie Legado de razas,
modelado en caolín, horneada a leña,
del escultor ceramista ©Mauricio Pablo D’ Amico