Nilton Maa
Curaduría de Miguel Falquez-Certain
Editor de Literatura Queer Abisinia Review
Nilton Maa (Lima, 1988) es un poeta y narrador tusán. Publicó las novelas Imperio de sombras (2020) y Cuando muere la niebla (Editorial Trotamundos, 2022), así como el poemario Mientras caen mis hojas (Editorial Cascada de Palabras, 2021). Compartimos como primicia un puñado de poema inédito que pertenecen al libro Cuerpos en la noche.
Cuerpos erectos
Todos los cuerpos funcionan igual,
menos el mío que no responde:
no despiertan los instintos frente al roce;
la caricia ajena permanece sin respuesta,
un dedo divaga entre los surcos
y se posa en el hombro todavía queriendo,
aunque yo no responda.
Percibo la piel como un manto de lujuria,
los cuerpos chorreados en la ambigüedad;
suplicantes y erectos, sus rostros,
desaparecen entre gemidos,
ahogados en un placer tan humano e irreal
como el submundo donde no existo.
Soy un fantasma en esta guarida;
las miradas han dejado de posarse en mi regazo.
Siento el sudor ardiendo en mis pulmones,
el sonido de la piel espantando exclamaciones,
un lenguaje que no comprendo
me golpea con su bastedad,
mientras me hundo en la certeza
de tener un cuerpo que no comprende.
Sin nombre
No importa el color de tu piel
al estar dentro de mí;
tampoco tu voz
o el gusto extraño de tu saliva.
No importan tu talla
ni el color de tus ojos,
tu figura esbelta,
el contorno de tus cabellos,
el tamaño de tus huesos,
ni la forma de tus ojos.
No importa la fe que te mueve
o el lenguaje que ejecuta tu lengua.
No importa tu patria ni qué tan lejos naciste,
qué tan lejos llega tu sombra,
el himno nacional,
ni la mascota de tu bandera.
Mientras me tomas, apago las luces,
te siento profundo y gimo;
atesoro el sudor de tus poros
mientras termino en tu pecho,
pronunciando mi nombre y no el tuyo,
porque el tuyo será otra mañana donde
no ha de importar la llegada de la aurora.
Second Round
Tenerte en mi cama no tiene sentido;
aun así, me aferro a la piel que cae sobre mí,
saboreo la sal de tus poros
y esa mirada inflamada pidiendo algo más
que un simple beso.
Ahora que estás dentro, escucho
el susurro de tu deseo; este
calor que brota de mí diluye un
poco el frío témpano que es
habitante de mis entrañas.
Llegas más allá de la herida.
Balbuceas un conjuro en la cavidad;
tu lengua pasa y me encuentra seco
pero permite que tu voz trascienda,
que me devuelva el valor que se requiere
para, al final, dejar la noche azulada.
Hoy no logro alcanzar tu figura;
las botas altas no son suficientes para tu sombra.
Mi cuerpo esbelto y dibujado por las luces
va gimiendo por tus ojos que ya no me miran.
Te busco en otra piel, y siempre vuelvo a ti,
allí mismo donde me detienes, copa en mano.
¿Quién podría tocar aquel rostro de hombre,
esa boca, esa lengua, ese pecho,
tu sexo marcado sobre el jean,
tus latidos fuertes que no suenan por mí?
Ahora que me voy, vuelvo a buscarte en la penumbra,
resignado y abatido,
………………….rechazado,
poso mis ojos en tu abandono,
en el mismo silencio con que te cubres
y me alejas.
Atravieso el viento de la noche deseándote igual
………………….o más que nunca;
deseando alguna vez calmar aquella gota,
invisible llanto que encubres
en el cristal de tu mirada indiferente.
Otro
¿Sientes la humedad de mi boca,
el calor palpitante de mi envoltura?
Allí también se esconde alguien que grita;
sin voz se retuerce y anhela,
discrepa sin teoría,
confabula.
Ahora que siento la sábana oscura
adherida a mi deseo,
ahora que tu peso enmudece
el grito de mi carne,
vuelvo a saber aquello que ya sé.
Tus manos coleccionan mi conjunto de latidos;
gemidos indecisos,
…………………cobardes pálpitos de esta garganta
que ya no sabe deletrear mi nombre,
y sólo el tuyo regresa
cuando te siento profundo y más ajeno.
Arráncame la piel, como haces con mi rostro.
Elimina ese latido, como hiciste con mi nombre.
Conviérteme en un cuerpo bajo tus dedos.
No dejes que mi alma contamine tu deseo,
tu añoranza de aquel con nombre y con latido,
tu llanto insoluble que viene y ya
perdiste, que se disuelve en mi sudor,
en la humedad de tu lengua
dentro de mi boca.
¿Cómo renuncio al sabor de tu boca,
a la textura áspera de tu barbilla partida,
al influjo infame de tu voz sobre mi piel?
¿Cómo olvido la noche entre suspiros,
el acoso del deseo bajo tu cuerpo azul
entre los vellos de tu pecho esculpido?
¿Cómo abandono el aliento tuyo
que se esconde en mis almohadas,
en los contornos de mi cuerpo quejumbroso?
Ahora que te vas me invaden las preguntas.
Ahora que no estás sisean los recuerdos,
memorias falsas que inventé pensándote.
Porque fuiste más que un cuerpo
en mis noches desgarradas de placer;
fuiste y sigues siendo noche,
y yo el cuerpo que se olvida
llegado el amanecer.
De Cuerpos en la noche
Nilton Maa (Lima, 1988). Poeta y narrador tusán. Publicó las novelas Imperio de sombras (2020) y Cuando muere la niebla (Editorial Trotamundos, 2022), así como el poemario Mientras caen mis hojas (Editorial Cascada de Palabras, 2021). Como gestor cultural, trabajó diversos recitales en su ciudad natal, Lima, que se centraron en la expresión poética de la comunidad tusán y nikkei; creó el canal Presencia Oriental a través de la plataforma YouTube, espacio donde muestra proyectos y actividades de diversos artistas pertenecientes a su comunidad; creó y gestionó el podcast Poesía Tusán, desde la voz de sus autores (dos temporadas) y codirigió el círculo de conversaciones Voces desde el silencio, en colaboración con el Museo de Queens en la ciudad de Nueva York. Fue finalista en el concurso de poemas «El Mar», organizado por la Oficina Económica y Cultural de Taipéi en el Perú y segundo lugar en el concurso de microrrelatos «La cruda brevedad. Literatura en tiempos de colapso».
La composición que ilustra este paisaje de Abisinia fue realizada a partir de la obra The Dancer, 1910,
del un pintor, ilustrador y escenógrafo francés © André Derain