Margaret Randall
Albuquerque, 8 de marzo de 2022
Queridos amigos:
La mayoría de los que me conocen saben que esta es mi feriado preferido y esperan recibir esta carta que escribo cada 8 de marzo para celebrar las luchas de las mujeres y decir lo privilegiada que soy de ser mujer en esta tercera década del siglo XXI. Este año he estado pensando especialmente en las complejidades del feminismo, tanto en la práctica como en la filosofía.
…..Hace unos días, mientras trataba de registrarme en un programa en línea al que esperaba asistir, advertí un texto inusual en letra chica en la parte inferior de la página. Me pedían que aceptara la causa de la organización anfitriona o no se me permitiría registrarme. Como no estaba de acuerdo con esa causa, que excluye de sus eventos a los hombres, decidí no inscribirme. Una pena, porque el evento es sobre el edificio de mujeres de la Calle 5, en la ciudad de Nueva York. En la víspera de Año Nuevo de 1970, un grupo diverso de mujeres tomó el edificio, propiedad de la ciudad, y lo ocupó durante 12 días. Durante ese tiempo, arreglaron la estructura abandonada y crearon talleres, guardería y una cocina colectiva. Al final la policía irrumpió en el edificio y arrestó a muchas de las mujeres. No creo que la mayoría de las que participaron de esa acción quisieran que solamente las mujeres conocieran su historia.
…..El feminismo, en su sentido más profundo, no puede excluir a los hombres. Se trata de una redistribución del poder en la que hombres y mujeres, personas de todas las razas y culturas e identidades de género y creencias se unen en verdadera igualdad. Hace cuarenta o cincuenta años, cuando las mujeres apenas comenzaban a asumir roles en las instituciones y organizaciones dominadas por hombres, eran importantes los espacios exclusivos para mujeres. Eran lugares donde podíamos ejercer nuestros derechos sin tener que sortear obstáculos patriarcales. …..Hoy, al menos en los EE. UU., hemos ido más allá. Y lo hicimos gracias al esfuerzo heroico de varias generaciones de mujeres y de nuestros aliados masculinos.
…..Hoy pienso en las mujeres presas de Nicaragua, mujeres como Dora María Téllez, heroína de la revolución sandinista y modelo para hombres y mujeres de todas partes. Y pensar en Dora María invariablemente me lleva a pensar en Rosario Murillo, la mitad del dúo dictatorial de Nicaragua. Ella también es una mujer, pero que elige abusar y reprimir en lugar de mostrar compasión y liberar. Es importante que consideremos ambos lados de la ecuación, porque hacerlo demuestra que los valores feministas no son exclusivos de las mujeres, sino que los practican personas de todos los géneros.
…..Hoy pienso en las madres polacas que dejan carritos y cochecitos de bebé en los andenes de las estaciones de tren fronterizas para que las madres ucranianas que huyen de la guerra con sus hijos no tengan que llevarlos en brazos.
…..Celebremos a las mujeres en nuestras vidas y tomémonos también un momento para pensar críticamente acerca de los desafíos enormes que enfrentamos y en cómo el verdadero reparto del poder ofrece la mejor oportunidad de enfrentar esos desafíos.
…..¡Por las mujeres, hoy y siempre!
ζ
Albuquerque, March 8, 2022
Dear Friends:
Most of those who know me, know this is my favorite holiday and expect to receive this letter I write each March 8th to celebrate women’s struggles and say how privileged I am to be a woman in this third decade of the 21st century. This year I’ve been thinking especially of the feminism’s complexities, practically as well as philosophically.
…..A few days ago, while trying to register for an on-line program I hoped to attend, I noticed some unusual small print at the bottom of the registration page. I was being asked to agree to the hosting organization’s mission or I wouldn’t be allowed to register. Because I could not agree to that mission—one that excludes men from its events—I chose not to sign up. A shame because the event is about the Fifth Street Women’s Building in New York City. On New Year’s Eve 1970, a diverse group of women took over the city-owned building and occupied it for 12 days. During that time, they fixed up the abandoned shell and created workshops, daycare, and collective kitchen. The police eventually stormed the building, arresting many of the women. I don’t believe most of those who participated in that action would want only women to learn about its history.
…..Feminism, in its most profound sense, cannot exclude men. It is about a redistribution of power in which women and men, people of all races and cultures and gender identities and beliefs, come together in real equality. Forty or fifty years ago, when women were just beginning to stake out roles in male-dominated institutions and organizations, women-only spaces were important. They were places where we could exercise our rights without having to buck patriarchal obstacles. Today, at least in the US, we have moved beyond that. And we have done so due to the heroic efforts of several generations of women and our male allies.
…..Today I am thinking of the women imprisoned in Nicaragua, women such as Dora María Téllez, hero of the Sandinista revolution and model for women and men everywhere. And thinking of Dora María invariably leads me to think about Rosario Murillo, one half of Nicaragua’s dictatorial duo. She too is a woman, but one who has chosen to abuse and repress rather than show compassion and liberate. It is important that we consider both sides of the equation, because doing so demonstrates that feminist values aren’t exclusive to women but are practiced by those of every genre.
…..Today I am thinking of the Polish mothers who are leaving their baby carriages and strollers on border train station platforms so that …..Ukrainian mothers fleeing war with small children won’t have to carry them in their arms.
…..Let us celebrate the women in our lives and also take a few moments to think critically about the immense challenges we face and how true power-sharing provides our best chance of meeting those challenges.
…..Here’s to the women, today and always!
Traducción de Sandra Toro Smith
Margaret Randall. Poeta, escritora, fotógrafa, militante feminista y activista social. Es autora de más de 150 libros de poesía, ensayo e historia oral. Nacida en Nueva York en 1936, vivió por largos períodos en Albuquerque, Nueva York, Sevilla, Ciudad de México, La Habana y Managua. También mantuvo breves residencias en el Perú y Vietnam del Norte. En 1990 se le otorgó el Premio Lillian Hellman y Dashiell Hammett para escritores víctimas de la represión política. En 2004 PEN Nueva México le entregó el primer Premio Dorothy Doyle por una vida dedicada a escribir y al activismo en favor de los derechos humanos. En 2019 Casa de las Américas (La Habana, Cuba) le otorgó su Medalla Haydée Santamaría y la Universidad de New Mexico le confirió el Doctor Honoris Causa en Literatura. En 2020 fue merecedora del George Garrett Prize de AWP. Los últimos libros de poesía de la autora son She Becomes Time (2016), The Morning After: Poetry and Prose for a Post-Truth World (2017) y Against Atrocity (2017).
La composición que ilustra este paisaje de Abisinia fue realizada a partir de la obra:
Dos lunas 2
150 x100
De la artista mexicana © Ninfa Torres