Daniel Sebastián Parada
Este aire impuro
Miguel Falquez-Certain
Colección de Narrativa Felicidad Clandestina
Abisinia Editorial, Bogotá, 2023, pp. 170
«Mientras los otros estudiantes se dedicaban circunspectamente a disecar los cadáveres en las mesas del anfiteatro, Carlos Alberto se les acercaba (bisturí y pinza hemostática en mano) recitando: »
Esta rosa fue testigo
de ése que si amor no fue
ningún otro amor sería.
…..En Este aire impuro estamos ante una obra que pareciera darle diferentes colores a una sola voz mientras, saltamos de cuento en cuento, para descifrar la vida de Carlos Alberto, los narradores parecen una elección que al pasar de las hojas, delatan que la diversidad no solo parte de la sexualidad del personaje, sino que se hace parte de la narración. La variabilidad de los cuentos o los cambios de narrador son semejantes a los planos de una imagen, así, por ejemplo, podemos ir del primer plano en que se nos hace partícipes del sentir y estamos dentro del personaje a un plano medio de estilo americano en que se enfoca un aspecto específico de Carlos Alberto como en el cuento El volar no es sólo para los pájaros, que pareciera que hiciera juego con la imagen que lo antecede. Luego podemos volver a un plano general donde las escenas cobran sentido desde esa distancia, donde lo que vive el personaje y lo que es contado es una radiografía de los obstáculos de la diversidad sexual en diferentes países justo en el momento histórico al que se nos ha permitido viajar. Cada imagen en el libro juega con el inicio de los cuentos y es una pista, y la técnica que allí se refleja que va del esbozo con lápiz y carboncillo marcan trazos que nos dan la idea de hacer lo mismo con el personaje y sus relaciones, tras cada cuento en medio de su vida vamos trazando un lugar, un aspecto, un rasgo, un deseo, una elección en medio de su homosexualidad.
…..En el primer cuento parece darse la evidencia de un sustrato musical que seguirá dejando discos y armonías en la travesía de los cuentos, una extensión de ¡Que viva la música! como un hito, ese no sé qué de la salsa que nos moviliza al baile porque estamos ante el Jala Jala para gozar de Richie Ray y Bobby Cruz, el trópico como escenario, textura que ambienta y sin duda cada historia nos deja contra las cuerdas y, sin embargo, ¿quién nos quita lo bailado? Pasar por cada historia antes del giro narrativo tiene momentos de altura en que disfrutamos la exploración, el riesgo, el suspenso que nos pone ritmo, nos conecta con una juventud adosada al rictus de la salsa que pide fuego en los cuerpos, o al rictus del rock que nos lleva a una revolución corporal.
…..«Viejo mi querido viejo/ yo soy tu sangre mi viejo/ soy tu silencio y tu tiempo» Mario Rivadeneira como padre viene a representar para el personaje principal un gurú, un maestro, un guía indispensable para explorar la vida, el señor que se ha movido por el mundo puede brindar a su hijo la protección y ofrecerle a la mano los gustos e intereses que le harán creer, una experiencia para saborear el mundo, un gran platillo que puede servirse en cualquier mesa, al estilo de Guillermo con Frida Kahlo, de Theo con Vicent Van Gogh, de Hector Abad Faciolince con su padre en El olvido que seremos. Con el pasar del tiempo en cada historia y la muerte del padre descubriremos un Carlos Alberto huérfano que se enfrentará a un sentimiento que se configura como una especie de misoginia por el tipo de relación y el poco interés que le despierta la figura de la madre, siendo este un hecho que lo llevará a contemplar su salida del país.
…..El privilegio, la clase, la ubicación, la distancia de la familia de Carlos Alberto con una realidad dentro del país, parecen estar en un lugar distante en la aparente parsimonia del Frente Nacional, la burbuja de la ciudad portuaria, la capacidad de estar en el lugar indicado, el capital cultural, los mejores colegios, la posibilidad de estudiar tres idiomas, los hermanos que salen del país, los viajes a Estados Unidos, los viajes en barco, el apellido, maldita sea el apellido, que cruza o establece las fronteras entre familias, barrios y ciudades de un país dividido y en conflicto.
…..Es una especie de Forrest Gump en la medida que es el hombre que enfrenta una guerra que desconoce, tanto la guerra por una tierra desconocida como en esencia la guerra por reconocerse en un aspecto de la identidad, en este caso un latino homosexual en medio de los eventos de la contracultura, pacifismo, rock n’roll, socialismo y libertad sexual.
…..Si quisiéramos hablar en lo riguroso de la teoría del cuento, estamos ante relatos que detrás de la acción, es decir en el subrelato sugiere un miedo de lo que no llega, el riesgo, más allá de solamente contar que es homosexual, es descifrar los sentimientos, demostrarlo todo y asumirlos; me recuerda Tengo miedo torero de Pedro Lemebel, un lugar que se ve al máximo porque es evidente y otro lugar en que es un secreto que está al límite, un secreto que desata una ira y una persecución y el asunto de percibirse vulnerable.
…..Ubicarse en un momento de la historia no nos cuesta cuando el libro de cuentos en medio de las experiencias del personaje nos va soltando datos, edades, eventos, decir que a los veinte años estaba observando el alunizaje del Apolo 11, que pudo huir a Woodstock, que justo quedó frente a una formación de jóvenes esperando un examen médico para definir su futuro ante la guerra de Vietnam ante la imposibilidad de declararse homosexual o pacifista.
…..En el libro el tiempo de los cuentos no es lineal, aunque parecieran son diferentes luces que van a un mismo lugar, en lo general pasan dos años entre Carlos Alberto, en el interior parece una larga vida de sucesos que se han vivido velozmente recordando y con los cambios del mundo.
…..La historia que da inicio al libro comienza en febrero del 68 y terminará con una historia en el mes de mayo del 70, dos años después, el mayo americano en borbotones que con todo dando luces de revolución no terminan por tener el carácter relevante de los eventos en Francia, los americanos saben calmar las aguas con su propio costo y manipulan la fuerza del aire para que sea impuro, una copia, un falsa copia de baja reproducción, ahí está la ilusión del personaje en cada cuento.
…..Extiende el brazo, enciende a ciegas el aparato de radio y comienza a enjabonarse. El locutor anuncia una primicia y luego se escuchan los primeros acordes de
«Hey Jude»
«Hey, Jude, don’t be afraid
You were made to go out and get her
The minute you let her under your skin
Then you begin to make it better»
…..Dentro de los espacios del lugar del miedo en Este aire impuro podemos seguir en búsqueda de la necesidad de esperanza porque la vida continúa. Por eso como herramienta para respirar los aires del mundo leer este libro se hace una experiencia sensorial que no debe evitarse.
Daniel Sebastián Parada nació en Bogotá, Colombia, en 1996 (Danse). Es abogadx, poeta, docente y ciclista aficionadx. Estudiante de Maestría en Escritura Creativa Universidad Nacional. Participó en el Taller de creación poética de Casa de Poesía Silva año 2014 y en cuatro ediciones del Taller Local de Escritura Creativa del Instituto Distrital de las Artes de Bogotá. Taller de Poesía Cartografías del Silencio de Funza 2021-2023. Participó en la publicación conjunta titulada Autorretratos (2019) y Letras Informales (2022) en la Revista Surgente. Formó parte de la red de escritura «Cuentos de Cuarentena». Participó en la antología de poesía y composición visual de estudiantes de Escrituras Creativas Flores de Papel 2023. Cofundador de la plataforma de difusión y promoción de escritura «La vida entre líneas». Cofundador del colectivo Poético El Refugio. Es escritor y editor en la revista de poesía El Refugio.
La máscara que ilustra este paisaje de Abisinia fue realizada a partir de la serie Legado de razas,
modelado en caolín, horneada a leña,
del escultor ceramista ©Mauricio Pablo D’ Amico