Friedrich Hölderlin
El dossier «Poética en verso» de nuestra sección de «Escritura Creativa» desea acercar al lector a aquellos poemas que preguntan e intentan dilucidar la poesía, el poema, la página en blanco y al poeta en nuestra sociedad. En este número ofrecemos tres textos del poeta romántico alemán Friedrich Hölderlin (Lauffen am Neckar, Alemania, 1770 – Tubinga, 1843).
Vocación del poeta
Las riberas del Ganges oyeron el triunfo
del dios de la alegría, del joven Baco, cuando
desde el Indus vino conquistándolo todo,
trayendo el sagrado vino, despertando
a todos los pueblos de su adormecimiento.
¡Tú, ángel del día, no despertarás
a los que todavía dormitan! Danos leyes
y danos vida, oh Maestro, tú
que como Baco tienes derecho a la conquista.
Poco importan la suerte y los afanes habituales
de los mortales en casa o bajo el cielo,
aunque el hombre se alimente y defienda
con más dignidad que el animal. Se trata
de otra cosa, que fuera confiada a los poetas.
Solamente del Supremo dependemos;
y es menester que le cantemos siempre nuevos himnos
para que el pecho amante lo sienta más cercano.
Y, sin embargo, de todos vosotros los celestiales,
de vosotras, fuentes, riberas, bosques y alturas,
donde por vez primera, en días de inolvidable
maravilla, apresándonos por los cabellos
se apoderó de nosotros imprevistamente
el Genio creador y divino; instantes
en que nos quedamos anonadados y nuestros huesos
estremeciéronse como tocados por el rayo,
de vosotros los hechos incesantes del vasto mundo,
días irresistibles del destino, cuando el dios
ensimismado en sus pensamientos conduce a la meta
a sus gigantescos corceles ebrios de furor,
¿de todos vosotros, pues, nada debemos decir?
Y cuando en nosotros vibra la armonía
de un año monótono y tranquilo, ¿sólo este canto
nos es permitido, cual ocioso y presumido niño
que toca por juego la sagrada lira de su maestro?
¿Para eso has escuchado, oh poeta,
a los profetas de Oriente, los himnos griegos
y, más recientemente, los truenos?
¿Para esclavizar al Espíritu, para desdeñar, presuroso,
los bienes del siglo? ¿Para que lo reniegues,
lo afrentes y trates de loco? ¿Para imponerle
mercenarios jugueteos e incitarlo al baile
como si fuera un animal de circo?
Hasta que lo exasperen los dardos de la furia
y recordando entonces su origen, lance un grito
y el Maestro acuda, exánime te deje
bajo el fuego de las flechas mortales.
Hace ya demasiado que se usa a lo divino
para toda cosa; una ingrata y taimada raza
abusa de las fuerzas bienhechoras del cielo
y cree saber la hora
en que el Altísimo predispone el suelo
y la luz de los días y el dios tonante.
Y con sus catalejos espían y numeran
y ponen nombres a las estrellas del cielo.
Mas, para que podamos mantenernos, el Padre
cubre nuestros ojos con la sagrada noche.
Odia la insolencia. Nunca con la violencia
se ha conquistado el cielo.
Tampoco conviene ser demasiado juicioso.
La gratitud llega hasta Dios. Pero no puede
por sí misma retener su imagen. Para entenderlo,
es bueno que un poeta con la gente se asocie.
Pero el hombre puede quedarse, cuando es preciso,
solo frente a Dios. Su candor lo protege.
Y no necesita armas ni argucias, hasta el momento
en que la ausencia de Dios lo ayude.
Buen consejo
¿Posees talento y corazón?
Muéstranos uno u otro,
Pues a los dos reprobarían
si los mostraras juntos.
Traducción de Federico Gorbea
A los jóvenes poetas
Mis queridos hermanos, quizá va a madurar
……nuestro arte, tras un largo fermentar juvenil,
……….y llegará a lograr la calma de lo bello;
………….no dejéis la virtud, imitad a los griegos.
A los dioses amad, pensad en los mortales.
…Ni ebriedad ni frialdad, ni descripción
……ni lección; si os asusta algún maestro,
………….pedid sólo consejo a la naturaleza.
Traducción de Federico Bermúdez-Cañete
Poeta, novelista y dramaturgo alemán nacido en Lauffen am Neckar, Württemberg, en 1770. Al terminar estudios primarios en Denkendorf ingresó a la Universidad de Tübingen donde obtuvo el Master en Teología. En 1793 publicó sus primeros poemas con la ayuda de Friedrich von Schiller quien además fue su amigo y protector. Fue traductor de Sófocles y Píndaro y autor de una valiosa obra poética y dramática que lo convirtió en el más grande representante del romanticismo alemán. Después de sostener un romance con la esposa de un rico banquero, Susette Gontard, inspiradora de sus«Poemas a Diotima», se radicó en Hamburgo donde produjo una parte importante de su obra, de la que se destaca su novela «Hyperión» y la colección de poemas«La esperanza». A partir de 1802, aquejado por los primeros síntomas de una grave esquizofrenia, regresó a Tübingen y vivió hasta su muerte protegido en la casa de un carpintero. Falleció en junio de 1843.
La composición que ilustra este post fue realizada a partir de un fragmento la obra Anfitrión de la artista Camila López