Renato Pita
sombría /estrella/ fugaz
Mario Pera
Eolas Ediciones, Valencia, 2023, pp. 60
El título del poemario corresponde al verso: «el silencio del sable hiende el cosmos como una sombría estrella fugaz», ubicado en el poema Satori en una noche (pp. 53). El autor extrae la última frase de aquel verso para luego desarticularla, mediante cortes leves que (como hacía Lucio Fontana sobre sus lienzos) dividen y, al mismo tiempo, no dividen, la superficie. El verso queda disuelto en tres palabras. Esta presentación articulada/desarticulada en el título, es un buen referente conceptual de los hechos que ocurren en el poemario («horda de agujas que desarticula el lenguaje», pp. 28), ya que nos encontraremos en un cosmos inestable, de transformaciones, fragoso y oscuro en su singularidad.
…..El sujeto del poemario es una voz absorta por igual ante los astros o los átomos, ante el universo al ras del suelo y el cosmos como plenitud. Es alguien minúsculo que intenta pronunciar una identidad frente a experiencias y relaciones que, inevitablemente, le pertenecen a un Todo en transformación permanente. Y si acude a ciencia, magia o poesía, no es para detener o poseer los atributos de ese todo, sino para pronunciar su hallazgo como si fuera la primera vez. La voz y el cuerpo están regidos por «la lengua de la víspera» (pp. 29), dice uno de los versos. Antes, también dijo:
[…]
ampollando la palabra en la garganta
a veces el riñón
[…]
Ceremonia oblicua, pp. 27
Los poemas crecen a partir de composiciones más cercanas al cubismo que al surrealismo o al collage, ya que no estamos ante una concatenación automática de imágenes, figuras oníricas o fragmentos radicalmente diferentes entre sí, pero yuxtapuestos. En estos poemas las cosas cambian, rotan, sus distintas facetas son simultáneas, y se friccionan, se dislocan y confluyen, siempre en ese «grávido afán por nombrar una tras otra las densidades» (pp. 25). Y aunque esos movimientos están regidos por lo FUGAZ e inasible, la esencia común de una continuidad universal une todo en pleno.
[…]
el futuro en las líneas de la mano
donde el gallo hunde su pico
y descose su canto en cicatrices
[…]
Constelación en rombo, pp. 31
O, también:
[…]
Un gusano milenario se ovilla en la mano para escribir
la caligrafía de su próximo viaje
lugar escondido donde el polvo cósmico se encostra
mudo final signo y tizne de la estrella
[…]
Coartada, pp. 29
El universo del libro está sacudido. Ya sea por un Apocalipsis o por un Génesis, el mundo ha perdido estabilidad y el punto de referencia. El eje ordinario de comprensión ha cambiado («Crecen los hiatos», pp. 49; «crecen cuervos en el aliento», pp. 50). La referencia a Galileo Galilei (y a Copérnico), se condice con ese cambio de eje que sacude al libro. Gracias a una minuciosa reflexión y escritura, el poeta hace girar al poemario en un lugar lejos de la sensibilidad sumida en la experiencia antropocéntrica. Entonces, el poeta es el centro de sus poemas solo para testimoniar lo contrario: El eje ya no está en el individuo, sino en el cosmos.
…..En tiempos así, los nombres convencionales ya no sirven, se agotan («plato vacío del lenguaje», pp. 34, «nada nuevo tiene el poema/ es una jaula que debemos limpiar», pp. 50). Entonces, ante el agotamiento, surge la necesidad de no renunciar y volver a pronunciar el cosmos, como si fuera la primera vez.
Crece la hierba fresca sobre la cabeza
el instinto de la especie
[…]
Primer sol, pp. 51
Aquel impulso vital contrasta con eso SOMBRÍO presente en el libro, tal vez asociado al declive de lo ya conocido, a la actual crisis civilizatoria de occidente, a ese escenario de colapso ambiental latentes en el libro («mientras la floresta se calcina», pp. 9; «caminamos mudos / yendo / hacia los siglos estériles», pp. 38). Estos poemas surgen de la necesidad de pronunciar la materia de un mundo en su versión primordial, la cual convive, a su vez, con su materia caduca.
…..Astros, estrellas y constelaciones giran junto a gallos y carneros. Gravitan los códigos del horóscopo y de la anatomía humana. Se esfuerzan y ahogan tráquea y garganta. La flecha y la golondrina son revelaciones comunes. Todo lo que se eleva y aterriza en los poemas no es alucinación, es real. Y es concreto, aunque a veces tengamos sensaciones de que los poemas se escribieron desde el lugar del mito y las constelaciones. Pero estos poemas no son profecías, son hechos contemporáneos, experimentados por un aplicado empirista, que registra en su bitácora los fenómenos que aún no hemos sabido ver. Hasta que llegan a nosotros gracias a su libro, y entonces cambia en algo la observación que hacemos del universo y de nuestra experiencia.
Agosto, 2024
Renato Pita. Perú. Poeta. Estudió arte y comunicaciones. Trabaja en temas de Amazonía y pueblos indígenas desde hace algunos años. Ha publicado los libros de poesía Cuadernos del Neopregón (2005), El animal se muere en los límites de un país conocido (2015) y Tapir tapir (2021).
La composición que ilustra este paisaje de Abisinia fue realizada a partir de una obra del poeta, ensayista, cronista y artista plástico venezolano Leonardo Gustavo Ruiz ©