Written by 3:44 am Crítica, Ensayo

Poetas costarricenses migrantes

Gustavo Solórzano-Alfaro

 

Presentación y selección de
Gustavo Solórzano-Alfaro

 

Entre países y lenguajes

¿Cuál es la marca que deja el lugar de nacimiento en la escritura? En principio, una mera circunstancia, un accidente, pero hay algo inevitable en la idea de pertenencia o de extranjería. ¿Cómo escribe quien se queda? ¿Cómo escribe quien se marcha? Las experiencias varían. No es igual una salida obligada, una expulsión, que nos pone en condición de refugiados, de migrantes, que una partida voluntaria, una oportunidad; esa diferencia de los expatriados en la que insisten los estadounidenses.
……Migrar implica un cambio total: se transforman las personas, se transforman los vínculos, se transforman los lugares, se transforman las lenguas. Ir o venir, salir o entrar son movimientos del cuerpo y de la mente, ejercicios que crean, producen, hablan. Quienes migran cargan una historia que entra en contacto con otras tantas historias.
……El escritor Guillermo Acuña ha explorado el tema desde su propio trabajo poético y es una de las personas que ha estudiado el fenómeno migratorio y su relación con el arte en nuestra región centroamericana con mayor constancia. En su artículo «Cuerpo, memoria y patria», nos plantea:

……En la poesía contemporánea regional, por ejemplo, se publicaron trabajos en los cuales la movilidad humana fue narrada desde el tránsito, el exilio, el dolor, la esperanza, el amor, la memoria, la nostalgia. La voz poética identificada en dichos textos es la voz de quienes son forzados a salir de sus comunidades, pero también es la que narra diversas categorías en las que sujeto, contexto e impactos son ampliamente expuestos.

……Cuando se piensa en Costa Rica, es inevitable considerar las distintas olas migratorias que han llegado a este país. En el campo de las artes y la literatura, una de las más importantes e influyentes fue la chilena: gente de teatro que llegó en la década de los 70 para cambiar el panorama de la dramaturgia. En el ámbito de la poesía, podemos citar a diversas voces que han hecho de esta nación su patria: Alejandra Solórzano, Américo Ochoa, Carla Pravisani o Camila Schumacher, por citar solo algunos casos.
……Ahora bien, ¿qué ha sucedido con las escritoras y los escritores costarricenses que han salido del país? Y ¿de qué manera el tema de la migración está presente en sus textos?
……El caso paradigmático es el de las autoras Yolanda Oreamuno, Eunice Odio y de la cantante Chavela Vargas, que emigraron a Guatemala o a México, en busca de libertad, con la esperanza de romper los estrictos moldes de la moralina local. Se trata de personalidades para quienes el lugar de nacimiento se hizo estrecho.
……Por su parte, la salida del país de Victoria Urbano coincide con la de Yolanda o Eunice, pero su carrera le permitió precisamente rescatar la obra de muchas autoras latinoamericanas desconocidas en los años 50, 60 o 70 (como la misma Clarice Lispector, antes de su fama) y proyectarlas internacionalmente. Repartió su vida entre España y Estados Unidos, donde fundó la revista Letras Femeninas y la Asociación de Literatura Femenina Hispánica. Urbano trabajó desde una trinchera feminista y literariamente construyó relatos que cuestionaban la moral de la clase media alta de los años 50.
……En los años 80 y 90, tenemos el caso de narradores como José Ricardo Chaves o Uriel Quesada, dos escritores que forman parte de la comunidad lgbtq, cuyas obras reflejan (sin limitarse a ello, sobra decir) sus preocupaciones sociales en pro de sus derechos, y que han hecho sus carreras en México y Estados Unidos, respectivamente.
……Ya para inicios del siglo xxi, los años que vivió Luis Chaves en Argentina resultaron fundamentales para su internalización. Siguiendo su huella, Jeymer Gamboa o Mario Rucavado hicieron lo propio. También podríamos mencionar a Michelle J. Wong, fotógrafo y escritor nómada y, por supuesto, a Carlos Fonseca, de madre costarricense, nacido en el país, pero cuya adolescencia la vivió en Puerto Rico, el país paterno, hasta que se fue a estudiar a Estados Unidos, para luego viajar a Londres, donde vive y enseña, y desde donde lanzó su carrera literaria.
……Sin duda, la situación política y económica de Costa Rica no ha provocado una salida masiva de personas en busca de oportunidades, de ahí que al plantearnos como coordenadas para esta muestra a los «escritores nacidos en el país que hayan migrado y que traten el tema», el asunto se complica. Sin embargo, de la dificultad surge una nueva mirada, otra posibilidad, y es ahí donde la búsqueda nos hace encontrarnos con voces poéticas que no necesariamente están en el radar usual de las antologías, razón por la cual las autoras y los autores que he compilado nos permitan entender la poesía costarricense y los procesos migratorios desde otras perspectivas.
……¿Cuáles son sus gestos estilísticos? ¿Cuáles, sus marcas? ¿De qué manera —si es que lo hace— su experiencia de vida repercute en sus propuestas estéticas? ¿Cómo hablan de la migración?
……Empiezo con Mía Gallegos, autora rebelde desde siempre, cuya poesía a la vez íntima y existencial atraviesa los mitos occidentales y desarma el discurso patriarcal. En los años 80 vivió en Estados Unidos, época que marcó profundamente su cosmovisión y afianzó sus búsquedas estéticas, pues le mostró un mundo distinto, más amplio que su país de origen. En los últimos años, se ha preocupado por temas sociales, como los que componen su más reciente libro, de donde he tomado dos textos.
……Su presencia en esta muestra sirve de puente generacional, entre aquellas mujeres que emigraron y las voces que hoy buscan un espacio y construyen identidades diversas en espacios también diversos. A partir de ahí, el resto de poetas cuya obra he escogido nace a partir de los años 70 y empieza su trayectoria poética en los años 90, pero principalmente estamos hablando de autoras y autores cuyo trabajo responde a las dinámicas propias del siglo xxi.
……Manuel Marín Oconitrillo empieza como narrador a finales del siglo xx, con textos de corte fantástico en la tradición de Borges o Cortázar. Su viaje a Alemania lo hizo compenetrarse con la tradición judía, una mística y una filosofía que permea toda su obra desde entonces.
……Por su parte, Mauricio Espinoza es el académico que vive en Estados Unidos, donde ha estudiado y donde enseña, una situación que le ha permitido conocer de primera mano la experiencia de los migrantes latinoamericanos, como lo refleja su poema «Donde no somos ilegales».
……G.A. Chaves también estudió y vivió en ese país del norte, pero su experiencia es más itinerante, menos permanente; sin embargo, queda marcada en los poemas de su libro Wallau, dedicado a su padre, un texto que surge en la distancia, ante la imposibilidad: el autor recibe la noticia de la muerte del padre, pero no puede viajar para su entierro, una situación que encierra la metáfora del abandono y la impotencia ante circunstancias ajenas. La poesía de Chaves acusa una marcada influencia anglosajona y su labor como crítico y traductor sin duda es producto de esa posibilidad de habitar dos lenguas. Aquí, además de su material, aparece representado en la traducción que hace de los siguientes poetas.
……Precisamente en esa conexión entre mundos e idiomas, fue gracias a Chaves que conocí a Jacob Shores-Argüello y a carina gallegos. Tanto Jacob como carina escriben en inglés, es decir, estamos frente a otra tesitura que nos obliga a repensar las ideas de la lengua materna o del lugar que habitamos. Jacob es hijo de madre tica y de padre estadounidense, carina es hija de padre y madre costarricenses.
……En sus dos poemarios hasta la fecha, la presencia de Costa Rica es fundamental en la propuesta de Shores-Argüello. No se trata de una búsqueda del origen, sino de una perspicaz mirada sobre modos y costumbres.
……En el caso de carina, quien vive en Nueva Zelanda, su encuentro con la poesía fue más fortuito, provocado justamente por su trabajo con personas refugiadas. Este contacto la llevó a contar(se) y a contarnos por medio de textos las experiencias de la migración. Su vivencia de la escritura está atravesada, entonces, por otras circunstancias, quizá ajenas a las preocupaciones estéticas o a la idea de una carrera literaria.
……Finalmente, las historias de Estíbaliz Solís y Silvia Campos, en momentos y por circunstancias distintas, empiezan como historias hermanas por el hecho de que ambas son actrices, casualidad que podría hermanarlas también con Ana Istarú, esa otra gran actriz y poeta fundamental de nuestro país. Cada una emigró (Estíbaliz a Uruguay, hoy en Chile; Silvia a España) y en ambos casos sus vidas y sobre todo sus poemas se vieron transformados de una u otra manera. Quizá su forma de pensar el cuerpo, ese vehículo para la actuación, hizo también que sus ideas sobre habitar un lugar diferente se convirtieran en reflexiones sobre la partida o la soledad.
……La poesía no habita una tierra, nos hace habitarla. A la vez que nos lleva a cuestionar nuestros orígenes o las ideas que cargamos según la tradición a la que pertenecemos, también nos permite encontrar un lugar en el mundo, un lugar que se transforma. Como diría Luis Chaves: «Un país de la mente».
……Quizá son esas coordenadas, ese lugar mental, el que he tratado de plantearme en estas líneas y en esta escogencia de poetas costarricenses que han experimentado la migración y que han hablado de ella de una u otra manera.

Alajuela, 21 de agosto de 2021

 

 

ζ

 

Mía Gallegos. San José, 1953. Una de las autoras vivas más importantes de Costa Rica. Su experiencia internacional la llevó a Iowa (EE.UU.), en los años 80, gracias al Premio de los Exbecarios de la Fundación Fullbright. Libros como El claustro elegido (1989) se consideran ya clásicos de la literatura nacional. Dentro de sus múltiples reconocimientos, ha recibido el premio nacional en tres ocasiones. Es integrante de la Academia Costarricense de la Lengua (correspondiente de la Española). Su libro más reciente, Es polvo, es sombra, es nada (2021) trata temas como la migración y la violencia.

 

 

Ahí está el murmullo

Ahí está el murmullo:
un río que se desliza y no regresa.
Ahí están las manos:
algunas son pródigas; otras, torpes.
Oigo a mujeres que sollozan.
Algunas han perdido su piel,
otras más han sido violentadas:
una cachetada, un empujón, un grito…
Esta mujer que habla
entona su voz.
Es una voz precisa,
y aunque sonríe,
detrás de ella existe la historia del horror.
Se llama Vilma,
pero podría llamarse Raquel, o también Sara.
Habla y su voz no se doblega.
Viene de padres heridos.
Profanados.
Es hija de sobrevivientes…
Yo también soy una sobreviviente.
¿Dónde mi madre?
¿Dónde mi padre?
Yo miro el espanto de vivir.
Mis ojos están turbados.
Ahora sigo mirando a los excluidos,
a los hambrientos que recorren el mundo.
En cada esquina asaz hay un mendigo,
dos mendigos, tres mendigos…

Anhelo el despertar de la materia,
el retorno de la Gran Madre.
Triunfa el horror.
Lo palpo en medio del poder y la riqueza de unos cuantos,
se extingue la especie,
pulula el hambre…
¿Dónde Dios?
¿Dónde los humanos?

 

 

 

Alguien quiere decirme algo

Alguien parece acercarse.
Alguien quiere decirme algo, pero no dice nada.
Alguien promete escribirme, pero no me llegan cartas.

La de la foto en la pantalla no soy yo,
esa otra es una invención para subsistir.
Yo, de este lado de la vida,
trazo palabras densas,
bebo café,
me quejo del clima,
me aterran los náufragos en los mares europeos,
pido que se les dé asilo a los migrantes,
cada vez son más exiguas las patrias,
cada vez es más dolorosa la travesía por el mundo.

En las ciudades se aglomera la gente,
cae el agua alevosamente,
los pies se hunden,
una historia nos recorre,
nos excluye,
nos empobrece.
Todo parece indicar que no basta el grito.

 

 

ζ

 

Manuel Marín Oconitrillo. Alajuela, 1970. Su infancia y juventud transcurrió en Cañas, Guanacaste. Es tenor lírico y desde el 2000 vive en Colonia (Alemania), donde forma parte de la ópera de la ciudad. Ha publicado las novelas De bestiis, El día de la tercera revelación, La puerta de Aravá y Nefarius; sus cuentos se reúnen en Confabulaciones y en poesía destacan los volúmenes Y te llamé piedra cúbica e Invocaciones. Ha sido traducido al italiano y al alemán.

 

Pájaro impuro de mis ansias

Pájaro impuro de mis ansias,
de vuelo eterno y vida breve,
deja impoluto el alto nido,
la niña eterna entre mis sienes.
De ti solo me queda el fuego
y el cardo vivo de tus besos,
Íride, tu dulce ausencia,
frío puñal entre mi vientre.
Oigo solo la fuente clara,
callan la nieve y el trigo:
tu voz que duerme en el agua.
Miro en la vera de la nieve
el leve peso de tu cuerpo.
Mas no hay nadie… Nada, nada…

 

 

 

Debes perdonar de mí la carne efímera

Debes perdonar de mí la carne efímera,
el simple nervio de hombre, perecedero.
Aprendí de tu aroma la rara caricia
de los astros en la noche,
cómo mirar los pinos con su verde victorioso
en el frío de los hombres.
Y de tu nombre, tú, cosechadora,
hija del abril más ferviente,
el largo dolor de su silencio,
inquietante y rudo
como golpe de noche herida.
¿Qué monedas me quedan de tus ojos,
de los abriles dormidos que me diste?
Cae la luz sobre tu espalda,
medialuna de sombras y desvelos,
media espalda de grillos ebrios,
de pequeños universos
que en tus dedos resbalan.
Tus besos ausentes se desnudan,
grillos también,
que devoran mi desvelo.

 

 

ζ

 

Mauricio Espinoza. León Cortés, 1975. Vive en Estados Unidos, donde se desempeña como profesor en la University of Cincinnati. Escritor y traductor, con estudios de periodismo y un doctorado en literatura por la Ohio State University. Autor de los poemarios Nada más que silencio y Respiración de piedras y cotraductor de The Fire´s Journey y Territory of Dawn, la versión al inglés de los respectivos poemarios de Eunice Odio.

 

 

Donde no somos ilegales

……………………………..A Claudia Patricia Gómez González,
……………………………..joven maya guatemalteca
……………………………..asesinada por la Policía Fronteriza de Estados Unidos
……………………………..en mayo del 2018

Vámonos a la luna, amor,
donde no hay fronteras ni policía fronteriza.

Vámonos a la luna de nuestros ancestros,
a nuestra madre Ixbalanque.

Vámonos a Marte, donde no hay pistolas,
ni terrícolas racistas, ni banderas.

Yo con mis manos libres como quetzales,
vos con tu huipil florido collar de estrellas.

Vámonos a la luna, amor,
donde no somos ilegales.

 

 

 

Independencia del apátrida

Cada diez minutos
nace un bebé sin patria en el mundo.
¿Cuál es tu hogar?,
interroga el periodista de la radio,
como si de verdad
esperara una respuesta.
Después de la pausa dramática,
nos informa que hay diez millones
de personas en el planeta
sin país, sin nacionalidad,
desplazados por la guerra y la persecución,
desarraigados por el hambre y la vergüenza.
En diez minutos ya habrá diez millones más uno.
¿Cómo celebra un apátrida
su Día de la Independencia?
¿Cuál bandera iza, cuál himno canta?
¿En qué cama puede reposar su cabeza?
¿En qué suelo quiere descansar su osamenta?
¿Cuál es tu hogar?
¿Cuál es tu fiesta nacional,
tu Día de la Independencia?
Desdoblado entre el abrazo caprichoso
de dos patrias,
pregunto yo,
como si de verdad
esperara una respuesta.

 

 

ζ

 

G.A. Chaves. San José, 1979. Vivió largas temporadas en Estados Unidos, donde realizó sus estudios de posgrado en literatura. Es autor, entre otros, de la novela Diario de Finisterre, del poemario Wallau y del ensayo-compilación Para un siglo con cédula: 18 años de poesía Perro Azul. Ha traducido a Robinson Jeffers, a Ilyá Kamínsky y a Daniel Jones y ha editado la poesía selecta de Carlos de la Ossa y de Julio Acuña. Coeditó el volumen 20 sobre 21. Literaturas costarricenses del nuevo siglo: ensayos. Cofundador de Los Tres Editores.

 

 

II. Wallau: Una elegía

(dos fragmentos)

…………………………..En memoria de mi padre
…………………………..Juan de Dios Chaves
…………………………..(1929-2010)

1
Salgo a darle de beber al orégano brujo.
Le ha crecido bambú alrededor
y el sol de enero insiste en marchitarlo.
También se marchitan los helechos
que van quedando atrapados entre telarañas.
Las garúas de la madrugada ya no son suficientes
para sostener el verde que cada día es más amarillo,
oro del viento, fósforo de los pastos.

Con Wallau hace unos años descendíamos a Salinas.
La floración estival era el único tema
que nunca acongojaba. De alguna forma
la muerte de las hojas
por escasez de humedad en las raíces
no lograba decirnos nada sobre nosotros.

«El brillo agobia», es lo que parecen decir los cañafístulas,
caídos de brazos por el peso de tanto rizo amarillo,
oro del viento, consuelo de almas úricas.

Nos deteníamos junto a cañales en verolís
para que Wallau liberara sus riñones diabéticos.
Comprábamos semillas de marañón y cajetas rellenas.
El tueste de la piel del pescado que almorzábamos
era siempre del mismo ámbar que el de las cervezas.

Paléabamos toda la mañana alrededor de un guanacaste verde
y mirábamos la puesta del sol sin decir nada.
Espartano en Esparza, él se sabe padre y ya;
soy yo el que cree que algo falta para ser su hijo.

Algo debe ser tallado por el cuchillo fino de los años—
hasta que la simetría minuciosa de los actos de mi padre
(esa de la corvina y la cebolla de sus ceviches)
me cueza en el limón del trabajo sin queja—

No la aterciopelada amargura del orégano brujo,
su funerario aroma
entre sudor e incienso,
humedad del tiempo, fuego de los vivos.

2
En una ciudad hecha de mármol cliché
desperté en una cama que no era la mía.
Regresé a casa, tomé una ducha.
Doné a la caridad mi ropa de invierno.
Hice café por la tarde y después
me fui a despedir de una vieja amiga.
Hablamos de la inmigración, recuerdo.
Me preguntó si volveríamos a vernos.
Yo le dije que sí, que de seguro. Es más,
brindemos por eso. Luego nos ganó la fatiga.
Cada uno volvió a su respectiva distancia.
Casi llegando a casa
mi hermana llamó para decírmelo.
«Ya Wallau murió». Yo agradecí, tranquilo.

En casa, trago a trago,
me fui volviendo galés, incrédulo Thomas huérfano:
……………………..Do not go gentle…
Wallau, Padre: Do not go gentle…

Washington D.C., 22 de mayo, 2010

 

 

ζ

 

Jacob Shores-Argüello. San José. De madre tica y padre estadounidense, vive actualmente en los Estados Unidos y escribe en inglés. Ha recibido las becas Fullbright y Lannan, entre otros reconocimientos. Autor de los poemarios In the Absence of Clocks y Paraíso, el cual le valió el CantoMundo Poetry Prize. Su trabajo ha aparecido en publicaciones como el New Yorker y la revista Poetry.

 

 

Cerro de la muerte

The North Americans on the bus
are frightened by our grease and gluttony:
buttered-slathered hunks of chicken,
coconut cajeta, bright red jelly
that we suckle from the corners of bags.
They don’t know that we’re traveling
through the mountains of the dead.
We must eat fat, drink deep, and wrap
our bodies so we’re not lost to the cold.
True, it’s been forty years since a soul
has frozen from the unholy altitude,
but there’s always another kind of dying
and we do as we’ve always done. Chifrijo,
flutes of fried dough, slugs of sinless rum.

[A los norteamericanos en el bus / les dan miedo nuestra grasa y glotonería: / trozos de pollo bañados en mantequilla, / cajeta de coco, brillantes gelatinas rojas / que succionamos por las esquinas de las bolsas. / Ellos no saben que estamos atravesando / las montañas de los muertos. / Hay que comer grasa, beber profundamente y cobijar / nuestros cuerpos para no morirnos de frío. / Es cierto que desde hace cuarenta años / no muere aquí un alma / congelada por esta endemoniada altura / pero siempre hay otros tipos de muerte / y nosotros hacemos lo de siempre. Chifrijo, / palillos de masa frita, tragos de ron bendito.]

 

 

 

Joke, Fact, Anecdote

(fragmento)

I have spent half my life growing up in the United States ‒Florida, Texas, Oklahoma‒ the other half in my mother’s home country of Costa Rica. That’s a lot of back and forth. People have been left behind. People have left me behind.

I’ve been told that I like games because I am an only child. People say that only children try to convince the world to play with them so they`re no longer alone. But it`s more than that. My Oklahoma uncle says he feels sorry for me. His idea is that I am half Costa Rican and half not, that I wouldn’t know where to run when shit goes down. I think that’s the reason I like to play games. It’s important to make little connections with anyone you can.

[Crecí la mitad de mi vida en los Estados Unidos ‒Florida, Texas, Oklahoma‒, la otra mitad en el país de mi madre, Costa Rica. Eso es mucho ir y venir. Hay gente que se ha ido quedando atrás. Hay gente que me ha ido dejando atrás.

Me han dicho que me gustan los juegos porque soy hijo único. La gente dice que únicamente los niños tratan de convencer al mundo de que juegue con ellos para ya no estar solos. Pero es más que eso. Mi tío de Oklahoma dice que siente lástima por mí. Su idea es que soy mitad costarricense y mitad no, que no sabría en dónde meterme cuando todo se vaya a la mierda. Creo que esa es la razón por la que me gustan los juegos. Es importante hacer pequeñas conexiones con quien se pueda.]

 

 

ζ

 

carina gallegos. San José, 1979. Desde el 2005 reside en Wellington (Nueva Zelanda), donde ha trabajado con comunidades de refugiados. Cursó periodismo y estudios del desarrollo. Es coautora, junto con Adrienne Jansen, del poemario All of Us.

 

 

All of Us

once upon a time
all of us here
were one of them there.

maybe
in another skin
in a life before.
maybe
only a few weeks ago.

land of the long white cloud,
land of no borders,
floating
adrift
near the end of the world,
near the end of the sea.

we came
and stayed
and with our accents
call
this place
home.

[todxs nosotrxs aquí, / alguna vez / fuimos unx de lxs de allá. // tal vez / en otra piel / en una vida pasada. / tal vez / hace apenas unas semanas. // tierra de la gran nube blanca, / tierra sin fronteras, / que flota / a la deriva / cerca del fin del mundo / cerca del fin del mar. // vinimos / y nos quedamos / y con nuestros acentos / llamamos / hogar / a este lugar.]

 

 

 

Plate

people
unknown
greet him
at the airport
with smiles
and signs
that say
‘welcome’
in his language.

they show him
how to catch a bus,
where the shops
and his english classes are.
they give him
blankets,
a torch,
and a book
he cannot read,
some clothes
for winter
though none
that fit.

they invite him
for dinner.
‘bring a plate’
they say.
so he goes
to the second-hand shops and gets
the nicest china plate
he can afford.

[gente / desconocida / lo recibe / en el aeropuerto / con sonrisas / y letreros / que dicen / «bienvenido»/ en su idioma. // le enseñan / dónde coger el bus, / cómo llegar a las tiendas / y a sus clases de inglés. / le dan cobijas, / un foco de mano / y un libro / que no puede leer, / algo de ropa / para el invierno, / aunque ninguna / que le quede bien. // lo invitan / a cenar. / «trae un plato», / le dicen. / así que él va a las tiendas de segunda / y se compra / el plato de porcelana más bonito / que puede pagar.]

 

 

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Estíbaliz Solís. Alajuela, 1986. Vivió en Uruguay, donde formó parte del Colectivo La Tijera, para el cual escribió y dirigió varias obras, entre las que destacan Mujeres que cantan, Lontano. La vida está en otra parte y Cornucopia. Actualmente reside en Chile. Es escritora, filóloga, artista escénica, docente e investigadora, autora de los poemarios Los taxis nunca vendrán vacíos y Memoria mala, que le valió el Premio Eunice Odio de poesía.

 

 

Tendedero en edificio con azotea

Antes de nosotros hubo alguien que puso una piedra, para ser casa y edificio y ciudad con río, atravesada de barcos. En cada piedra habita una casa con azotea. De cada camisa colgante se extienden los brazos de un hombre y sus hijos, aún mojados, secos y vueltos a mojar. Sus dedos se han sostenido de estas cuerdas que hoy pendo, de las que pendo. Miles de hijos antes que yo miraron este cielo y pensaron en los nombres de sus propios hijos. No sé cuáles son las letras de sus nombres o si alguna de ellas también es nuestra. No sé si alguna de sus canciones zumba cuando llueve y tiritan las cuerdas. Sus sombras trotan en la rambla y se mojan cuando hay tormenta y el río crece hacia la calle. Cuando llegué ya estaba aquí para ser atravesado y vestido conmigo o los que vengan tras nosotros. Hoy de noche alguien se va a quitar la ropa. No sé si la ropa se desviste de las personas. No sé si las azoteas se desvisten de la ropa.

 

 

 

Hacer una casa

Tal vez hacía calor y había luz
pero cerraron los ojos

Imagino de uno la tensión
del otro la prisa
y sé desconocerles
los gestos
que me son propios

el malestar
de mi madre
en los días posteriores

su cuerpo agotado
exigiendo su vacío
queriendo sacarme
a gritos por la boca

El embarazo los topó en mayo

No sé si estuvieron contentos
o se les contrajo la lengua
y alguno interpretó
un gesto
y nadie pudo objetar
la belleza
de lo indefinido

Pasados los años
no sé cuánto he hecho
de mí o cuánto he omitido

Si las células están
en su ración de cada una
o me las vengo inventando
a fuerza de reconocer
que no soy ninguna cosa

Pero caigo en su mayo
en su calor sostenido
atravesando al otro
y como lluvia fina
vienen conmigo

Lo mismo es ser extranjero
y salivar la otra tierra
y confiar en que un día
la lluvia fina de las células
penetrará un bosque
para que otros
sin quererlo míos
y también yo
construyan una casa
donde permanezcan
mi padre, mi madre
todos mis hijos
permanezcamos.

 

 

ζ

 

Silvia Campos. San José, 1986. Actualmente reside en Madrid, España. Escritora y actriz, autora del poemario Soñar con canguros. Ha participado en diversos montajes teatrales y fílmicos de tictak Producciones, Ondívedu y Producciones La Zaranda. Es presidenta de la Asociación de Artistas Costarricenses en España.

 

 

Escapemos

Escapemos.
Salí de tu país,
yo haré lo mismo
en este país que no es el mío.

Salí por la ventana
como si tuvieras calculado
cada movimiento.
O como pluma que se libera de la almohada.

Yo abandonaré mi piso
que tampoco es mío.
Dejaré la puerta abierta
para que lo desmantelen,
y repartan las cuatro cosas que junté.
O para que lleguen a regar las plantas.

Dejaré, como siempre,
yogurt vencido en el refrigerador,
y boronas en la encimera
para las hormigas que no llegan.

Se quedará mi gato imaginario
al filo de la ventana.
Él cuidará lo que no escribí
y paseará por las reuniones
a las que no invité a nadie.

Escapemos a ninguna parte
ahí, donde se puede empezar de nuevo.

 

 

 

Por si me preguntan

1
Soy de un ritmo pausado
en do sostenido.
Más de horizontalidades
y ángulos curvos,
de cálculos inexactos
a veces perfectos.
¡Y amo!
Amo a la gente que lleva flores en los ojos
a las personas que me invitan a jugar
esas pocas a las que les sobran las palabras
esas, que conocés de otro tiempo
con las que viviste otra historia
otro ensueño.

2
Suelo llevar la casa conmigo
soy de familia sin sangre
la que deja que el dolor emigre
y muere las veces que sea necesario.

 

 

ζ

 

GUSTAVO SOLÓRZANO-ALFARO es un escritor costarricense nacido en la provincia de Alajuela en 1975. Autor, entre otros libros, de Nadie que esté feliz escribe (Nadar: Santiago de Chile, 2017), La oscuridad intacta (edición y traducción de poemas escogidos de Dana Gioia, Valencia: Pre-Textos, 2020) y La culpa (Nadar: Santiago de Chile, 2023). Coautor (con Albino Chacón y G.A. Chaves) de 20 sobre 21. Literaturas costarricenses del nuevo siglo: ensayos. Se gana la vida como editor. Vive en su ciudad natal con Elsa y César.

La composición que ilustra este paisaje de Abisinia fue realizada a partir de una obra del artista colombiano © Fercho Yela

 

año 3 ǀ núm. 17 ǀ julio – agosto – septiembre  2023
Etiquetas: , , , , , , , , , , , , , , , Last modified: octubre 8, 2023

Morir es un país que amabas

Poesía y memoria por nuestros líderes y lideresas sociales

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Bonnefoy y Pizarnik,
una amistad con la poesía

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Estrellas de mar sobre una playa

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Hugo Mujica

ISBN

978-1-950474-15-8

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

El país de las palabras rotas

The Land of Broken Words

AUTOR

Juan Esteban Londoño

ISBN

978-1-950474-05-9

PRECIO ARGENTINA

Agotado

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COP 35,000

Las semillas del Muntú

AUTOR

Ashanti Dinah

ISBN

978-1-950474-22-6

PRECIO ARGENTINA

Agotado

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Agotado

Paracaidistas de Checoslovaquia

AUTOR

Eduardo Bechara Navratilova

ISBN

978-1-950474-25-7

PRECIO ARGENTINA

AR $10.000

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COP 35,000

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Este permanecer en la tierra

AUTOR

Angélica Hoyos Guzmán

 

ISBN

978-1-950474-82-0

PRECIO ARGENTINA

ARS $10.000

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

La fugacidad del instante

AUTOR

Miguel Falquez-Certain

 

ISBN

978-958-52674-5-9

PRECIO ARGENTINA

Pronto Disponible

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COP 100,000

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Mudar el mundo

AUTOR

Ana Gandini

ISBN

978-987-86-6012-7

PRECIO ARGENTINA

ARS $10.000

El guardián de la colmena

AUTOR

Leandro Frígoli

ISBN

978-987-88-0285-5

PRECIO ARGENTINA

ARS $10.000

El diario inédito del filósofo
vienés Ludwig Wittgenstein

Le Journal Inédit Du PhilosopheViennois Ludwing Wittgenstein

AUTOR

Fredy Yezzed

ISBN

978-1-950474-10-3

PRECIO ARGENTINA

ARS $16.000

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COP 35,000

PRECIO AMAZON

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Fragmentos fantásticos

AUTOR

Miguel Ángel Bustos

ISBN

978-958-52096-8-8

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

El bostezo de la mosca azul

Antología poética 1968-2019

AUTOR

Álvaro Miranda

ISBN

978-958-52793-5-3

PRECIO ARGENTINA

Agotado

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

Geografía de los amantes del Sur

AUTOR

Mónica Viviana Mora

ISBN

978-958-53033-2-4

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

Geografía de los amantes del Sur

AUTOR

Mónica Viviana Mora

ISBN

978-958-53033-2-4

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COP 35,000

Yo vengo a ofrecer mi poema

Antología de resistencia

SELECCIÓN & CURADURÍA 

Fredy Yezzed, Stefhany Rojas Wagner

y Eduardo Bechara Navratilova

ISBN

978-958-53033-3-1

PRECIO ARGERTINA 

AR $20.000

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COP 80,000

El inmortal

AUTOR

John Galán Casanova

ISBN

978-95853-39439

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COL 35.000

 

Las voces de la tierra

AUTOR

Yanet Vargas Muñoz

ISBN

978-958-49-3124-5

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COL 35.000

 

Lo que se desvanece

AUTOR

Luis Camilo Dorado Ramírez

ISBN

978-958-53394-8-0

PRECIO COLOMBIA

COL 35.000

 

Por el ojo del pincel

AUTOR

Mónica Fazzini

 

ISBN

978-987-86-5317-4

PRECIO ARGENTINA

ARS $10.000