Flavia Falquez
Curaduría de Miguel Falquez-Certain
Editor de Literatura Queer de Abisinia
De madrugada
………………………………Sentir otra vez, como entonces,
…………………………………….la espina aguda del deseo.
…………………… ….……..—Luis Cernuda
Volveré a ti de madrugada
con la última estrella en mis cabellos.
Desde la vaga esquina de los sueños
reconocerás mi voz
adivinarás mi cuerpo
y con voz ahogada
dejarás que fluya
la espina aguda del deseo.
La noche te asusta
con su olor a jazmines
y el crepúsculo
tierra que vacila
confunde golondrinas en tus ojos.
Temes a la noche
su embriaguez azul
que destroza a dentelladas
lo seguro del amor.
Necesitas el día
mundo encendido.
La luz con su magia
asegura tus fronteras
y desvanece
implacable
la agonía del estío.
Pero el día tiene ventanas
y olor a caracolas
aleros tristes que sueñan
ciegas pasiones remotas.
Tendré que volver a ti de madrugada
cuando las sombras
permitan nuestros nombres
y un temblor de molusco
anuncie mi llegada.
Curvada en mi grito
presentirás la mañana
llena de luces extrañas.
Volverá la neblina
y un adiós fantasma
sollozando imposibles
lanzará en su gemido
la última espina del alba.
Agonía
………………………..…….Siempre, siempre: jardín de mi agonía.
………………………… ……—Federico García Lorca
Abrir tu cuerpo
con el último incendio de la tarde
y desandar tus ansias
hasta dejar un poco de mí
en cada herida
fue robarle a la vida
una estrella de imposibles
y después ahogar los sueños
de este amor sin medida.
Luego fue la memoria
en su inútil trampa
por nombrarte
y ya no fuiste durazno, miel o caracola
sino un murmullo triste
que al abrazar la ausencia
me hizo llorarte a solas
«jardín de mi agonía».
Conocer el asombro
de tus oscuros planetas
hasta convocar el grito
y sentirte temblar insomne
al otro lado de las manos
fue saborear la furia
de tus caderas frescas
y recordar la tierra limpia
de maldición o culpa.
Luego fue el crepúsculo
en su llanto de neblina
guardar la luna dentro
exiliarme en el olvido
y ya no fuiste dolor, ventana,
renuncia abierta
sino viva presencia
pasión definitiva
mi amor de siempre
mi por siempre todavía.
Invisible amante
……………. ………………..Adiós, dulces amantes invisibles
……………… ………………siento no haber dormido en
…………………… …………vuestros brazos.
……………………….. …….—Luis Cernuda
Como la vida
que se nutre de imposibles
continúas persiguiéndome en los sueños
invisible amante
que con agónicas caricias
pretendes retenerme
en un limbo de humillante olvido.
Tu rostro en la penumbra
más extraño me parece
cuando su pálido reflejo
no encuentra asidero en mi memoria.
Ahora sé que esta sombra que presiento
no eres tú, sino pretexto de un amor
que en mí persiste
para el curso de los años venideros.
Quisiera nombrarte
darle a tu gracia una palabra
que mitigue este deseo
esta sed nueva de aromas encendidos.
Ahora sé que el temblor de los pájaros al viento
es sólo el umbral mágico
de algún laberinto
que oculta la tormenta.
La mañana clava en mí
una espina de silencio.
Cuando por cansancio me sorprendo
acorralada en tus rincones
tu cintura me confirma
en la distancia
la soledad de todo amor incierto.
Entonces,
comprendo que no existes
pero te quedas
insistentemente
como la vida
que se nutre de imposibles.
El amor y su imagen
Es casi un sueño el mágico impulso
que arrastra nuestras vidas
con la ebriedad herida
del pino o la paloma.
Bebiendo la noche
como amantes que la pena arrebata
o rojas centellas que el cielo destroza
somos acaso el lejano conjuro de algún laberinto
que en nombre del amor nos acecha.
Sobre tu pecho erguido
mil soles contemplan su reflejo
y eres verdad sin sombra
única luz por quien devoro el día.
Como un verano ardiente
desaforada y con sed
persigo en mis ojos
tu contorno fresco
línea pura que mi piel acaricia.
Anegarme de ti con un nuevo deseo
comunión o bautismo
quiero ser otra y la misma.
Reconocerme en tu orilla.
Hay una distancia
entre las dos abierta
mas no es bueno llorar
cuando la dicha nos alcanza.
Encuentras en mis brazos
el consuelo del instante
y sueñas el tiempo como un viejo capricho
que multiplica las lágrimas.
Las mujeres nacemos con destino de estrella
condenadas a ser el amor y su imagen.
Sin embargo sabes que mi voz es la tuya
y conservo tu cuerpo
tan mío y ajeno
único camino
en el que siempre me pierdo
y regreso constante.
Perfil sin luna
…………. …………………..Cada vez más presente
……………. ………………..como si un rayo raudo
………………….. ………….te trajera a mi pecho.
……………………………… —Miguel Hernández
Primero está tu voz
huérfana de soledades
y este murmullo de angustia
que se despierta en la piel.
Después son tus palabras
soles imposibles
luz de mis súplicas
y el relámpago que destierra la sed.
Está tu boca
centella encantada
cayena sin nombre
que no volverá a repetir.
Después es tu lengua
susurro y asombro
aleteo de colibríes
que sobre el pecho
me incendia de ti.
Está tu mirar
de golondrina al viento
y el vértigo dulce
de un escondido alero
que de noche
me inclina hacia ti.
Después es la bruma de tus ojos
tus pestañas de negras distancias
y el recuerdo de un canto
que nunca olvidé decir.
Primero está tu cuerpo
perfil sin luna entre mis labios
remota ausencia
que no me deja vivir.
Después estoy yo
durazno implacable
y este afán mío
de violentar ventanas
perseguir la mañana
y vestirla de abrazos.
Es amor
………………..…………….Tantos años que pasaron
………………………………Con mis soledades solo
………………………………Y hoy tú duermes a mi lado.
……………………………… —Luis Cernuda
Quizá este afán
de encontrar en tus ojos la mañana
sea la transparencia exacta del amor
y no el equívoco reflejo de un deseo.
Con dedos sedientos
cotidianamente descubro
el perfil de tu cintura fresca
y tu piel me devuelve
con sonrisa
el azar de nuestras vidas juntas.
Duermes a mi lado
dándole sentido
a una condena de existencia triste.
Nada vale lo que tu sola presencia
cuándo desde la última esquina de tu sueño
haces florecer en mi mejilla
la dulce cayena de tu aliento.
Quizás este placer
de saborearte
en los dinteles de la aurora
sea la ternura
perseguida y encontrada
en la suave brisa del desvelo.
Estrella suspendida entre mis labios
la vida es esto:
detenernos en el hechizo del instante
caminar sobre el reflejo de la luna
sorprender la primera paloma
en la ventana
y encontrarnos siempre
verdad y sombro
en el seguro territorio de nuestro lecho.
Flavia Falquez nació y se crio en Barranquilla, Colombia. Reside en Granada, España, desde 1997. Licenciada en Filosofía y Letras, con especialización en literatura; su tesis de grado, García Lorca y el sortilegio del duende, mereció la distinción Summa Cum Laude de la Universidad de los Andes de Bogotá, ciudad en la que vivió durante más de veinte años. En 1978, su poemario Hojas de nostalgia obtuvo el primer lugar en el concurso de poesía de la Universidad Javeriana de Bogotá y fue publicado al año siguiente. En 1994, su libro Coplas a Leonor obtuvo el segundo lugar en la VII versión del Premio Nacional de Poesía Carlos Castro Saavedra de la ciudad de Medellín, publicado con un prólogo de Meira Delmar por el PEN Club de Bogotá en 1995. En 1996, realizó un curso sobre escritura de guiones para cine y televisión en la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños (Cuba) y, en 1997, realizó un doctorado en Historia Medieval de España en la Universidad de Granada, así como un posgrado en Técnicas Audiovisuales. En febrero de 2017, la editorial MRV publicó su tercer poemario, Para nombrar la madrugada, con prólogo del poeta granadino Emilio Ballesteros.
La composición que ilustra este paisaje de Abisinia fue realizada a partir de una obra del poeta, pintor y crítico de arte venezolano Juan Calzadilla ©