Mónica Brasca
Selección y curaduría de Mónica Brasca
Desde lugares tan distantes y diferentes de la vasta Argentina, Córdoba, Jujuy, la provincia de Buenos Aires, Buenos Aires Capital, incluso desde Berlín, nos llegan las voces de estas cinco escritoras argentinas dedicadas a la minificción. Algunos de los textos fueron traducidos al húngaro, alemán e inglés.
Lluvia persistente sobre una comunidad vulnerable
Azorados, lo vimos saltar, cada vez más alto, hasta que quedó prendido del cielo.
…..—Mirá, mami, el mar está arriba —repetía, alegre en su inocencia, la preciosa nena del 3º B.
…..Cuando comenzábamos a olvidar tamaña extravagancia, él decidió precipitarse en forma de goterones verdes y salados.
…..En las plantas de los balcones florecieron hipocampos, langostinos y medusas; y tanto de los pisos como de los muebles no se quitaba el polvo sino la arena. Un pulpo, cabeza gigantesca, tentáculos pringosos, señoreaba por los palieres; con voz ruin exigía el pago de unas expensas absurdamente costosas. El administrador del edificio, inquilino del 9º C, un flaco con más pinta de hombre de letras que de números, había desaparecido —y en estos últimos días supimos que teníamos razón al temer por su suerte—.
…..Las casas vecinas, la escuela que hace esquina con Entre Ríos y el kiosco de la esquina opuesta, los vendedores ambulantes, el director de tránsito, los colectivos, los autos, la calle, todo se borró tras esta cortina de agua verde cuya omnipresencia ahora también apaga los ruidos. Desconocemos qué destino le dio a su capital mal habido aquel despreciable secuaz del mar. La luz declina. No escampa.
De Una mujer vuelta al revés, Macedonia Ediciones, Argentina, 2017
Retrato de mujer con compañía
Sucede luego de otro día laboral ordinario, más la incomodidad habitual del ómnibus que la trae de regreso; sucede después de que su mano de mujer divorciada dos veces diera doble vuelta de llave en la cerradura del lado de adentro. Sucede que ahí, en el living de su casa, para su maravilla, está él. El inalcanzable, el siempre soñado, mirándola de ese modo que manifiesta, a la vez, ternura hacia ella y desdén por el mundo. El mismo que ahora se estira sobre el sofá y con la zarpa derecha rasga el tapizado. Incisión poco profunda que, ella comprende, es un juego, una provocación. La sorpresa que aún la mantiene paralizada retarda, con deliciosa agonía, el placer de acariciar aquella piel espesa, blanca, dorada, negra. Los separa un metro de distancia, sin embargo el aliento a presa masticada con fruición de él ya se confunde con ese olor a tierra mojada que exhala ella.
De Eros y Afrodita en la Minificción, Dina Grijalva antóloga,
Ficticia Editorial, México, 2016
Patricia Nasello (Córdoba, Argentina) es Magíster en Escritura Creativa y Contadora Pública. Ha publicado cinco libros de minificción (el último de ellos en colaboración con tres colegas), una antología personal y una micronovela. Es coeditora en Tusca Editoras (especializada en publicar microficción). Durante el corriente año dicta el Seminario Cuento breve, microrrelato y minificción. Escritura creativa como asignatura de la Maestría en Investigación/Creación Arte y Contexto, en la Universidad de Nariño, Colombia.
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Terminal de ómnibus
Barajar y dar de nuevo, eso son los viajes. Barrer las lágrimas del lunes a la noche. Escuchar la voz del manzano que tiene algo para el olvido. Esconder la mano, víctima perfecta para esa araña salida de la grieta. Adormecerse en el sonido de la voz de una niña que cuenta en voz alta hasta llegar a mil. Esperar el colectivo que nos lleve a destino, como si destino realmente existiera. Pasearse, imbuida en los ruidos y en los olores, por algunos nombres. Inventar palabras para describir ese mundo de paso, como si fuera un pequeño paraíso perdido.
Buszforduló
Minden úton tiszta lappal indulunk. A hétfő este lemossa könnyeinket. Kígyóként kúszik fülünkbe az almafa suttogása: felejtésre csábít. Kezünket elrejtjük, mielőtt a repedésből előbújó pók áldozatává lenne. Belefeledkezünk egy hangosan ezerig számoló kislány hangjába. Várakozunk a buszra, amely elvisz minket úticélunkhoz, mintha az valóban létezne. Zajok és szagok tengerében sodródunk ismeretlen utcákon. Szavak után kutatunk, melyekkel leírhatnánk ezt a mulandó világot, mintha csak az elveszett Paradicsom egy apró része volna.
Mujeres
Una mujer estudia inglés después del trabajo. Otra mujer compra una bicicleta y aprende a andar en el patio de su casa. Una tercera mujer escribe cuentos fantásticos y poemas de amor y aventuras. La última, tiene un amante varios años más joven al que le paga una pequeña fortuna que le roba a su marido. Todas con un único deseo: ser libres.
Nők
Egy nő munka után angolul tanul. Egy másik biciklit vásárol és a háza udvarán gyakorol vele. Egy harmadik kitalált történeteket és verseket ír szerelemről, költészetről. Az utolsó pedig jóval fiatalabb szeretőt tart, akinek már kisebb vagyont adott. Az utolsó fillérig a férjétől lopta. Egy a vágyuk: Szabadok akarnak lenni.
De Urgencias, disimulos y rutinas, Ed. Micrópolis, Lima, Perú, 2019.
Traducción al húngaro, lengua de la familia materna de la autora, a cargo de los participantes del seminario dictado por Dora Báckuzs, para la Universidad PPKE, Budapest, en los semestres de otoño y primavera de 2019/2020.
Ildiko Nassr. Nació en Río Blanco, Jujuy, Argentina, en 1976. Ha publicado los siguientes libros de microrrelatos: Placeres cotidianos, 2007 y 2011; Animales feroces, 2011; Ni en tus peores pesadillas, 2016; Placeres cotidianos, edición corregida y aumentada, colección breves y extraordinarios, 2017; Los hermanos mayores, 2017, y Urgencias, disimulos y rutinas, 2019. Ama la literatura, los perros, las montañas, el bordado y el chocolate.
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El laberinto
Soñé que mi gata me exigía escribir su historia. Me ponía en un corralito con mi computadora, me tiraba un ovillo de lana roja al piso y me ordenaba:
…..—¡Escribí!
…..Yo pensaba en el laberinto. ¿Sería ésta la verdadera historia de Ariadna y el hilo rojo? Nadie me había dicho que el Minotauro estaba con una gata.
…..¿El Minotauro había sido Michitauro?
…..Mi gata salta sobre el teclado de mi compu, me obliga a escoger signos que desconozco, se apodera del ratón.
…..Y me mira, me mira fijamente.
…..Desde ayer sé lo que ella quiere. Pero yo no sé escribir.
…..Ella me mira y se ríe. Sabe que tampoco puedo leerla.
Das labyrinth
Ich träumte, dass meine Katze mich aufforderte, ihre Geschichte zu schreiben. Sie setzte mich mit meinem Computer in einen Laufstall, schmiss mir ein Knäuel roter …..Wolle zu und befahl mir: «Schreib!»
…..Ich dachte an das Labyrinth. Sollte dies die wahre Geschichte von Ariadne und der rote Faden sein? Niemand hatte mir gesagt, dass der Minotaurus mit einer …..Katze zusammen gewesen war. War der Minotaurus in Wirklichkeit ein Miezetaurus gewesen?
…..Meine Katze springt auf der Tastatur meines Rechners herum, zwingt mich, Zeichen zu wählen, die mir fremd sind, sie bemächtigt sich der Maus.
…..Und sie schaut mich an, sich sieht mich durchdringend an.
…..Seit gestern weiß ich, was sie will. Aber ich kann nicht schreiben.
…..Sie schaut mich an und sie lacht. Sie weiß auch, dass ich sie nicht lesen kann.
La donna è mobile
Mamá, la cigarrera, era mujer de rosas en la liga y deseada por todos. Hasta que la disputó un guapo de mala leche y poco seso. Dicen que me salvé por un pelo, pero yo era muy chica entonces y no tengo memoria. Me crió la patrona en el silencio.
…..Hasta que un día me enteré que mi vieja había muerto a navajazos y no de cáncer de pulmón como me habían contado, y que su asesinato inspiró una ópera famosa y un montón de películas que llevan su nombre: Carmen.
…..Desde entonces, bailo su historia.
…..Recuperé su vestido rojo, sus sedas y su talante. Taconeo su gloria con sólo subirme al ruedo. Su vida es la mía, su pasión mi deseo.
…..La diferencia es que yo quiero morirme centenaria, con un búho en el hombro y un gato en la falda.
…..Sólo reemplacé la rosa por un puñal.
…..Por las dudas.
La donna è mobile
Mama war Arbeiterin in einer Tabakfabrik, trug eine Rose in ihrer Strapse und wurde von allen begehrt.
…..Bis ein Macho mit wenig Grips und schlechten Absichten sie sich schnappte.
…..Man sagte, ich kam um ein Haar davon, aber ich war noch sehr klein und habe keine Erinnerung daran.
…..Die Herrin zog mich im Schweigen auf.
…..Bis ich eines Tages erfuhr, dass meine Mutter durch Messerstiche und nicht an Lungenkrebs, wie man mir erzählt hatte, gestorben ist. Ihre Ermordung inspirierte eine berühmte Oper und etliche Filme, die ihren Namen tragen: Carmen.
…..Seitdem tanze ich ihre Geschichte. Ich eroberte ihr rotes Kleid, ihre Seide und erlangte ihre Energie wieder.
…..Ich stampfe ihren Ruhm auf, sobald ich auf der Bühne bin.
…..Ihr Leben ist das Meine; ihre Leidenschaft mein Verlangen.
…..Der Unterschied jedoch ist, dass ich als Hundertjährige mit einer Eule auf der Schulter und einer Katze auf dem Schoß sterben will.
…..Ich ersetze lediglich die Rose durch einen Dolch.
…..Nur vorsichtshalber.
De Microcósmicas /Mikrokosmen, Klak Verlag Berlin 2017
Traducción del español al alemán Raquel Sutter
Esther Andradi nació en Ataliva, un pequeño pueblo de la provincia de Santa Fe, Argentina, y en 1975 emigró al Perú, donde fue reportera, columnista, y jefa de redacción. En 1980 viajó a Europa y se radicó en Berlín (Occidental). En 1995 regresó a Argentina y vivió ocho años en Buenos Aires. Desde 2003 vive y escribe en Berlín. Publicó crónica, ensayo, poesía, microficción, cuento y novela. Sus relatos fueron editados en numerosas antologías y en diferentes idiomas. Foto © Forneris
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Ilusión óptica
Creen que el reflejo del cielo en el cristal de los enormes edificios es el infinito.
…..Una y otra vez tratan de llegar a él, de conquistar la libertad con la insistencia de sus alas.
…..Una y otra vez se estrellan contra la dura superficie espejada hasta desplomarse exhaustos contra el suelo.
…..Hay quienes los llaman pájaros.
Inédito
Pacto
En nuestro laberinto, yo aguardaba el sacrificio anual que me enviaban los atenienses. Apareció Teseo. En una mano llevaba un ovillo cuyo hilo se perdía en la oscuridad; en la otra, la espada. Sus predecesores, al verlo, se acercaron. Cesaron sus danzas las muchachas, callaron las flautas. Interrumpimos el banquete. (Detesto la soledad a la que mi padre me condenó, por eso jamás inmolé a los jóvenes ofrendados.) Lo invité a compartir nuestras orgías en las sombras, sin ambición ni preocupaciones, sin guerras ni honores. Él se espantó: quería hazañas, la gloria inmortal. Para dejarlo partir vivo y preservar nuestra feliz existencia, le impuse una condición: que proclamara mi muerte. Aceptó. Teseo ganaría sus laureles, nosotros ya no tendríamos que silenciar a nadie. Le dimos agua y uvas, para el regreso.
…..Ignoro cuánto tiempo ha pasado en su mundo, allá donde cuentan los días y las noches. Imagino que él cumplió con la palabra empeñada pues nunca más hemos recibido nueva compañía en nuestro laberinto.
…..A menudo, entre uno y otro brindis o después de una noche festiva, nos preguntamos: ¿qué habrá sido del virtuoso Teseo?
De Caleidoscopio, Macedonia Ediciones, Buenos Aires, 2014
Laura Nicastro. Nació en Buenos Aires, estudió Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA). Volúmenes de cuentos: Los ladrones del fuego, Oyó que los pasos, Pueblos de Arena, Libro de los Amores Clandestinos, La Tigra; de microficciones: e-Nanos, Caleidoscopio, Entre Duendes y Pirañas; novelas: Intangible, Jueves para siempre, Tango Brujo. En dramaturgia: Mudanza, Los golpes, Máster en Gualichos y Máster en Gualichos y otras yerbas.
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Encierro
Se quitó los zapatos y los metió en el bolso.
…..Caminó descalza hacia la cocina, que el viejo no la oyese, y al pasar le echó un vistazo: desparramado en su sillón frente a la tele, los ojos cerrados, la pipa le colgaba de los hediondos bigotes amarillentos.
…..Te va a tener como a una hija, le había dicho su madre. Y no se equivocó.
…..Pero nunca más me meterá en esa pieza inmunda, se dijo ella. Nunca.
…..Ya en la cocina abrió el gas y, rumbo a la puerta de calle, lo miró por última vez: ni se había dado cuenta.
…..Ahora en la vereda, se calzó los zapatos.
…..El corazón le latía con tanta fuerza que apenas podía sostener la llave. La apretó con ambas manos y se le cayó el bolso.
…..Y, antes de que pudiera meter la llave en la cerradura, el viejo ya la había agarrado del pelo, arrastrándola hacia adentro.
De In excelsis, Macedonia ediciones, Buenos Aires, 2015
Locked up
She took her shoes off and put them in her bag.
…..She walked to the kitchen barefooted, she did not want the old man to hear her; and as she passed by she peeped at him: sprawled on the sofa in front of the TV, his eyes closed, the pipe was clinging from his stinking yellow moustache.
…..He’s going to take care of you as if you were his own daughter, her mother had told her. And she was right.
…..But he will never take me into that filthy bedroom, she told to herself. Never.
…..Already in the kitchen, she turned on the gas of the gas cooker. And towards the entrance door, she stared at him for the last time: he had not even realized.
…..Once at the sidewalk, she put her shoes on.
…..Her heart was beating so hard that she could hardly hold the key. She grabbed it with both hands and her bag fell down.
…..And before she was able to put the key into the keyhole, the old man had already tightened his grip on her hair and was dragging her inside.
Traducido por Alejandra D’Atri
In excelsis
El día en que tuvimos el accidente se oían gritos y llantos y coros gloriosos. Todos me acariciaban la cara, todos terminaban con lo mismo: “Pobre, Santi, tan chiquito”.
…..Mamá dice que mejor no me acuerde, así extraño menos. Mamá no para de repetirme que papá siempre va a estar con nosotros.
…..Yo a ella no le digo nada, pero —aunque papá sigue ahora en un mundo distinto—, nosotros dos nos vemos y charlamos y todo. Él me dice que no tengo que ponerme triste, porque algún día vamos a volver a reunirnos.
…..—Otra vez los tres, ¿sabés? —me dice. Y se emociona tanto que se le salen las lágrimas.
…..Yo no lloro ahora.
…..Estoy tranquilo porque papá me visita a cada rato.
…..¡Muchos me visitan! La abue Elda viene requeteseguido.
…..—¿Querés que te traiga unos panqueques calentitos? —me dijo el otro día, qué tonta. Y lo dijo llorando. Ella llora siempre. Aunque se hace la que está resfriada, yo me di cuenta de que el pañuelo es para las lágrimas.
…..Hoy vino papá y me dijo que la abue Elda está en el hospital y que, prontito, se va a ir al cielo.
…..—A hacerte compañía, Santi —dijo—. A esperarme allá arriba, junto a vos y a mamá.
De In excelsis, Macedonia ediciones, Buenos Aires, 2015
In excelsis
The day we had the accident shouts and cries and glorious choirs were heard. Everybody caressed my face, everybody ended with the same phrase: “Poor Santi, so little”.
…..Mum tells me that it is better not to remember so I will miss less. Mum repeats to me, nonstop, that dad will always be with us.
…..I don’t tell her anything, but –even though dad remains in a different world–, he and I see each other and even talk. He tells me I don’t have to be sad because some day we will reunite.
…..–The three of us again, you know? –he tells me. And he gets moved so much that tears pop out.
…..I don´t cry now.
…..I’m calm because dad visits me all the time.
…..Many people visit me! Granny Elda comes very, very, very often.
…..–Do you want some warm pancakes? –she told me the other day, what a fool. And she said it while crying. She cries all the time. But she pretends to have a cold; I realized that the handkerchief is for the tears.
…..Today dad has come and told me that granny Elda is in the hospital and that soon she will go to heaven.
…..–To accompany you, Santi –he said–. To wait for me up there, with you and mum.
Traducido por Celina Aste
Claudia Cortalezzi, Argentina, 1965. Escritora, editora, coordina talleres literarios. Integra el laboratorio de lectura crítica #MicroLee. Organiza dos ciclos de lecturas. Junto a Fabián Rossini fundó la editorial Luvina. Novelas: Una simple palabra (2010); Distrito territorial San Telmo, (2019). Cuentos: Entrañable (2015); Abrirse paso (2021). Microrrelatos: In excelsis, 2015; No ser o ser (2016/19). Compiló: Cuentos de La Abadía de Carfax 3 (2012); Una casa para siempre (2016); Escritos entre mate y mate (2017); No somos invisibles (2021).
La composición que ilustra este paisaje de Abisinia fue realizada a partir de:
Libro: memoria, paisaje y deriva.
(Grabado sobre metal, resina, hilos, telas, hojas de libros).
2009
de © Amadeus Alessandro Longas.