Written by 3:37 am Crítica, Ensayo

Tres sueños en la poesía de Emiliano Bustos

Julián Axat

 

 

Ofrecemos a continuación un ensayo inédito del poeta Julián Axat, sobre el valor de los sueños en la obra de su colega, el poeta Emiliano Bustos, donde repasa la cuestión onírica en la historia de los Hijos de desaparecidos y víctimas del terrorismo de Estado en Argentina. Axat nació en La Plata, Argentina, en 1976; es poeta, abogado y, a nuestra consideración, un verdadero detective salvaje. Ha publicado entre otros títulos Offshore (2017), Cuando las gasolineras sean ruinas románticas (2019) y Perros del Cosmos (2020); y las antologías Si Hamlet duda, le daremos muerte (2010) y La Plata Spoon River (2014).

 

 

 

Hace algún tiempo me topé con un libro, y lo comenté en el medio El Cohete a la Luna.[1] Allí escribía:

En la bibliografía sobre el Holocausto, hay algunos libros que son extraordinarios por la forma en la que abordan el problema del terror: Eichman en Jerusalén de Hanna Arendt (Lumen), La lengua del Tercer Reich de Víctor Klemperer (Minúscula); Música en el Holocausto, Shirli Gilbert (Eterna Cadencia). Ahora se suma a esa serie El Tercer Reich de los sueños, de Charlotte Beradt (LOM, 2021), que acaba de ser editado y traducido por un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Rosario (…).

…..Embarcados en el proyecto de crear un «archivo de sueños en pandemia», Soledad Nívoli y Leandro Levi siguieron las líneas trazadas por Charlotte Beradt (1907-1986) hace más de cincuenta años, y para ello partieron de la premisa de editar por primera vez la obra en castellano, de manera de poder contar con un sistema-guía o punto de partida teórico para el abordaje y registro de testimonios.

…..El libro es fascinante en todo sentido porque repasa y reúne una serie de relatos, testimonios de sueños de habitantes de Berlín que la autora recopiló durante el periodo que va de 1933 a 1939, tiempo en el que debió interrumpir su investigación y salir al exilio con el material oculto entre sus ropas.

…..El archivo onírico del Tercer Reich se mantuvo inédito durante muchos años hasta que, animada por sus colegas, decidió ordenarlo por capítulos temáticos y acompañarlo con reflexiones teóricas y referencias literarias. Por eso El Tercer Reich de los sueños sólo pudo ver la luz en 1966 gracias al apoyo, primero, de la mismísima Hannah Arendt, y después de Reinhart Koselleck, el principal representante de la variante alemana de la historia de las ideas.

…..El abordaje que lleva a cabo Beradt excede al psicoanálisis y puede leerse desde el periodismo, la historia, desde la teoría política y la literatura. Se trata de un testimonio de la época, pero principalmente una etnografía onírica de tipo Kafkiana (la mayoría de los sueños parecen tomados de las pesadillas burocráticas, fábulas, cuentos o de los Diarios del escritor de Praga; en ese sentido hablan de la increíble representación de su enorme legado en el imaginario onírico de las catástrofes del siglo XX).

…..Beradt dice que hay sueños que no deben perderse porque son testimonio de una época y, en este caso en particular, el modo en que el totalitarismo se inmiscuye y contamina todas las relaciones sociales, y los aspectos más íntimos hasta tensionar ese mínimo espacio de libertad que es el sueño de las personas que también quiere ser atrapado (¿Somos libres en nuestros sueños o podemos ser atrapados?). Pues en el Totalitarismo nadie parece estar a salvo, ni siquiera en el mundo de los sueños. Sin embargo, como ya demostrara el Surrealismo desde sus primeros manifiestos (Bretón, 1924), la capacidad onírica del hombre es subversiva y revierte —incluso— toda intentona invasiva del fascismo (los sueños que registra Beradt son también formas de fuga que se inventa la mente humana mientras duerme y reposa, demostrando que no se dejará atrapar tan fácilmente y que siempre puede ser más creativa que el peor Gran Hermano).

…..No son las víctimas directas sino el testimonio de ciudadanos simples que viven el día a día bajo el nazismo. Sus informantes fueron: un oficinista, el dueño de una fábrica, un verdulero, un obrero de la construcción, amas de casa, escolares, un funcionario municipal, un oftalmólogo, una mujer de la limpieza, un abogado. Es decir, el tipo de personas que por lo general prefiere «no meterse en política». Y lo que llamó la atención a la autora es la repetición de contenidos en esos relatos (como se repiten los eslóganes del aparato de propaganda de Goebbels) y la intuición de que el mundo onírico de esos habitantes silvestres del Tercer Reich estaba desempeñando el papel de «sismógrafo» de su época al poner en escena el avance de las leyes raciales, los nuevos estigmas sociales, la vigilancia estricta, las crecientes invasiones de la intimidad y el miedo generalizado de los individuos a quedar excluidos de la sociedad.

…..Lo que la serie de sueños reunidos expone es que toda sociedad puede ser destruida por sus elementos más extremos y que los riesgos del pensamiento totalitario son evidentes incluso para quienes cierran los ojos. Así, dice: «Desde sus inicios, las personas de todos los grupos de la población podían reconocer mientras dormían los principios y las metas del Estado totalitario, así como sus consecuencias a largo plazo». Un desmentido en todo regla del mito de la inocencia de los alemanes, a quienes Beradt no puede dejar de ver como personas aisladas, desarraigadas, despreciadas, aterrorizadas, rotas, traumatizadas. Acaso «lo siniestro» (un heimlich) que invade como presencia extraña-cotidiana, que asedia sus mil y una noches.

…..En ese material onírico hay algo del orden de lo premonitorio, en tanto la recopilación es de sueños del año 1933, ni bien Hitler asume en el poder, y los mismos dejan traslucir o explicitar la silueta de los campos de exterminio. Es decir, una fábrica de sueños del hombre común que, con cierta clarividencia o no, estaban advirtiendo el mecanismo de catástrofe que llegaría, tarde o temprano, como solución final: Auschwitz.

 

 

El archivo de los sueños de la dictadura militar argentina

 Lo interesante que se plantea la obra El Tercer Reich de los sueños, a mi entender, es que sirve de disparador para crear «Archivos de sueños», en tanto otra forma del testimonio de la que no estamos tan acostumbrados. Y ello está siendo aprovechado como disparador de los investigadores locales que tradujeron y publicaron la obra por primera vez aquí; pero además de su uso para entender lo onírico en pandemia, podría ser pensado para reconstruir el orden del testimonio del pasado reciente argentino.

…..El valor que tendría ese archivo es que, al igual que Beradt, el soñar/ los soñantes (así los llama ella) llevan a cabo una operación-actividad del orden de lo político y social a través del sueño y su posterior registro. Es decir, no se trata de una actividad netamente individual, anecdótica, fuera de contexto.

…..Solemos pensar al testimonio del horror desde la figura judicial: el clásico testigo judicial. Es la vigilia la que nos permite ver, escuchar, tocar, percibir un acontecimiento que, luego, trasladamos a una instancia que la documente e incida en procesos de memoria y justicia. El testigo despierto es allí la clave.

…..Sin embargo, al igual que Beradt, ya Primo Levi en su Trilogía señalaba la importancia del sueño y su lugar relevante en la reconstrucción testimonial del «Lager». La figura del «testigo dormido» resulta tan importante en la reconstrucción, en tanto no por estar en dicho estado deja de percibir acontecimientos (el testigo dormido también ve, escucha, toca, percibe).

…..Beradt demuestra que las cuestiones de representación de los sueños son clasificables-racionalizables; al igual que el testimonio despierto pueden suponer un repositorio/acervo. La construcción de un «archivo» de sueños considerados verdaderos testimonios también expone un conjunto de significados para tener en cuenta: en tanto el valor que poseen a la hora de certificar/exponer las historias de las mentalidades y la destrucción del tejido social, la pluralidad y el aislamiento radical en el espacio público que llevó a cabo un genocidio.

…..Así por ejemplo, para pensar los testimonios oníricos de lo ocurrido durante nuestra última dictadura cívico militar (76/83). Pienso aquí en algunos materiales de ese eventual archivo: a) los sueños que constan en varios documentos y obras literarias; b) los que registraron los equipos de salud mental de organismos de derechos humanos respecto de víctimas y sobrevivientes. C) los que ya figuran en causas judiciales y denuncias. e) los que aún pueden ser recolectados de aquellos que vivieron esa época.

…..Este archivo claro que no existe, y sería interesante reconstruirlo.

…..Sueños como catálogo de excavación simbólica que registre las capas más profundas del testimonio y el Mal. Sueños como archivo que guarda la corporeidad del fantasma, cuyo cuerpo es el cuerpo de quien sueña. Sueños como páginas arrancadas de la enciclopedia del trauma y que aún tienen un valor o una potencia de representación gravitante, no sólo para la memoria sino para entender los procesos sociales y los mecanismos complejos del poder.

 

Los sueños como archivo de imágenes disparadoras del arte (la máquina surreal)

Hace tiempo vengo pensando en la máquina de soñar que ya no solo sublima el horror, sino que es un universo que se desprende y toma autonomía para la creación artística. El goce en el arte es un subproducto del sufrimiento, algo que cobra vida más allá del dolor se transforma en una necesidad.

…..La escritora y artista plástica, Andrea Suarez Córica (hija de hija de una víctima de la Triple A), escribió un libro «Atravesando la noche. 79 sueños y testimonio acerca del genocidio» (La Plata, Editorial De la Campana, 1996). Allí Andrea va narrando sueños que tuvo a la manera del diario íntimo, encabezándolos con la fecha en que fueron soñados. Son relatos puestos en bruto, como breves alucinaciones, sin ninguna voz que interprete ni que haga de mediadora., con breves registros de elementos vinculados al terror:

«… Estoy con mi vecino en el lago Titicaca, en Bolivia. En el lago se forma una gran tormenta. Las olas se llevan su Falcon verde. Lo veo flotar bruscamente en el agua pero no podemos hacer nada. Veo la masa de agua viniendo» (p. 13).

…..El relato de realidades oníricas —las más inconscientes, lo que tiene como efecto cierta reafirmación del sujeto— por un lado, y la ficcionalización por el otro, que proporcionan una eficacia persuasiva particular al discurso sobre los efectos del terrorismo de estado, en la medida en que nos proyectan a zonas no exploradas de sus efecto sobre la sociedad. Así, se resemantiza el discurso, hasta ahora político, no subjetivo ni íntimo sobre los acontecimientos de nuestra historia contemporánea.

 

 

…..Pero además, cada una de las entradas oníricas fábula posibilidades de lo real, en la escena del crimen no resuelto, como si el Hijo fuera designado el detective para resolver el caso, a través del sueño:

«…Alguien encuentra un arma de fuego en el lugar donde mataron a mi mamá. Según las características es del tipo que usaba la Triple A» (p. 38)

…..Con esto quiero decir, que como bien señala André Bretón en sus manifiestos surrealistas, sueño deja de ser considerado como un vacío, un mero agujero de la consciencia, para ser entendido como «el otro polo», más o menos latente o no completamente explícito, del psiquismo. Lo «real» se amplía en lo «surreal», cuya manifestación más consistente por su continuidad e intensidad, sería el sueño[2].

…..El sueño como un ámbito eminentemente plástico, como un espacio privilegiado de visión de imágenes. De imágenes humanas del deseo. Atrás quedan las concepciones del sueño como manifestación mítica o religiosa de potencias sobrenaturales. O la idea religiosa, cristiana, de que «la vida es sueño», apenas una ilusión fugaz, cuando la «verdadera» vida sería lo que viene después de la muerte.

…..En el surrealismo el sueño pasa a ser considerado una esfera central de la existencia humana, en la que el psiquismo actúa libre de las limitaciones y censuras de la vigilia, proporcionando un nuevo ámbito, una mayor densidad y profundidad a la vida.

…..Hay un poema de Emiliano Bustos que me impresiona mucho, y que está vinculado de algún modo a su padre, el poeta Miguel Ángel Bustos (desaparecido por la última dictadura, un poeta vinculado en cierta manera al surrealismo argentino); y a quien le dedica el poema, que dice así:

 

El hijo que acompaña a su padre muerto

Para MAB

 Es muy tarde y cruzan la plaza dos escritores.

Están vivos. No son el sueño de nadie. Sin embargo,

los hijos sueñan. Hablan y se preparan para entrar a

la gran editorial. Trabajan juntos, fueron hablando de

literatura a través de las grietas, que son pocas. Termina

la plaza termina la calle aparece la editorial. Un gran loft

de hierros retorcidos, pies de gigantes victoriosos. Es muy

tarde y alguien los espera ahí. No son el sueño de nadie,

están vivos. Sin embargo, los hijos sueñan. Alguien los

espera ahí. Con él hablaron y uno de los dos escritores

expondrá todos sus proyectos a través del otro. Y el otro

hablará de todos sus proyectos. Todos los escritores

quieren conocer su destino. Todos llevan en el aliento

algo esquivo: el nombre de sus obras, el pequeño aleteo

que incluye un tornado. Es muy tarde y los dos escritores

conversan con el editor, que nada dice. No son el sueño

de nadie. Están vivos. Aunque tal vez el edificio entero

sea una ruina; un loft arruinado cayéndose a pedazos,

creado por gente muerta. Como tres gárgolas, influyentes

piedras mágicas ignorantes de todo. Y siguen vivos, sin

ser el sueño de nadie. El edificio, que es nuevo para

algunos y viejo para otros, todavía está iluminado.

Eso puede decirse claramente. Hay muchas luces todavía,

y una, la más fuerte, brilla para ellos. El hijo que acompaña

a su padre muerto realmente no sueña. También está vivo,

no es el sueño de nadie. Por eso los tres siguen hablando

en ese edificio que se cayó hace mucho. Es muy tarde

y siguen hablando del hijo que acompaña a su padre

muerto en un tiempo como ese, en un tiempo como este.

 

En función de la cuestión onírica en los hijos de desaparecidos, el poema de Emiliano me embarcó a escribirle para pedirle prestado algo de su registro onírico,[3] dado que él escribe y además es ilustrador y artista plástico.

Me dice Emiliano:

Hola Julián, Te paso tres dibujos de diferentes momentos, que podrían llegar a estar cerca de lo que vos planteabas: dibujos hechos a partir de sueños. Representan ciertas recurrencias, que tal vez venían de los sueños, como también de la duermevela con la que solemos lidiar, y de la que también sacamos provecho. El del caballo, además, lo hice en un período de puro automatismo, lo que supongo le agrega más sustancia onírica.

 

 

 

 

 

Tres sueños de Emiliano Bustos

 Emiliano Bustos es un poeta conocido. (Buenos Aires, 1972). Poeta y dibujante. Publicó Trizas al cielo (1997), Falada (2001), 56 poemas (2005), Cheetah (2007), Gotas de crítica común (2011), Poemas de Rosaura (2016). En diciembre de 2013 la muestra «Todo es siempre ahora» —realizada en el Centro Cultural Borges por Luis Felipe Noé y Eduardo Stupía— reunió dibujos y textos suyos y de su padre, el poeta, periodista y dibujante asesinado por la última dictadura cívico militar Miguel Ángel Bustos.

En el intercambio con Emiliano, me manda tres imágenes oníricas. Así surgen tres preguntas que le hago:

A.«De las 3 ilustraciones que me mandaste: ¿Qué significaron para vos?

B. —Son dibujos que abarcan tres edades: infancia, adolescencia y juventud. El dibujo de los edificios lo hice a los 12 años, más o menos; el dibujo del personaje que levanta los puños, en algún momento de mi adolescencia; el del caballo sobre el agua, a los 22. Los primeros dos son tintas y el último lo hice con marcadores. Edificios, pájaros, un cierto estado de guerra que se cierne sobre una ciudad; un personaje, tal vez un político o un encendido militante, pero solo o casi solo, apenas observado por un par de personas (¿cuchichean?) a sus espaldas; un caballo y un jinete clownesco que se deshacen en el agua y en el aire; eso representarían, respectivamente. El dibujo fue mi primer lugar de imaginación, creación y sanación, bastante antes que la poesía.

A. ¿Tienen alguna relación con algunos de tus poemas?

B. —Los edificios y los pájaros aparecen en muchos de mis poemas. Hay un poema breve en Gotas y otro más extenso en donde hay edificios y pájaros. Más o menos a la edad en que hice ese dibujo solía encimar construcciones, que a veces eran selvas también. Siempre viví en edificios, y del edificio donde vivíamos secuestraron a mi viejo; supongo que eso hará lo suyo. El personaje político aparece muchas veces, solo o acompañado. En este dibujo tal vez delira o sueña. No hace mucho descubrí una foto de mi viejo levantando el puño en un acto político junto a compañerxs periodistas. En Poemas hijos hay varios poemas que podrían representar ese estado político-poético. Me quedo con «La legión perdida de Craso, sus hijos perdidos». El dibujo del caballo sería, tal vez, el más onírico. En el tiempo en que hice ese dibujo tenía una técnica muy «proletaria». Trabajaba en una librería pero mi función era hacer paquetes de libros que se enviaban al exterior, y fotocopias. Dentro de esa rutina, «descubrí» el método de dibujar del modo más fugaz posible en las hojas que tenía a mi disposición para hacer fotocopias, y esa posibilidad de fugacidad me la dieron los marcadores del tipo permanente, que también tenía a mi disposición, sobre la gran mesa de madera donde trabajaba. Nadie —o casi nadie— podía descubrirme. Y dibujaba todo el tiempo, casi en clave, con herramientas permanentemente camufladas frente a la mirada de mis jefes. Después de todo, eran herramientas de trabajo. El método era también una manera de expropiar los medios de producción, y redireccionarlos para otros fines. Desde luego, también escribía. A esa época pertenecen los poemas de Trizas y Cheetah. El dibujo del caballo podría ser cualquiera de esos poemas. Esa velocidad (había que hacer todo rápido, fugaz) que me facilitaban las hojas, los marcadores y la escritura (que podía ocultarse aún mejor que el dibujo) me vincularon con un modo de creación puramente automático, y por ende, muchas veces onírico.

A. —¿El sueño tiene un lugar en tu arte poética?

B. —Muchas veces escribí poemas que eran directamente sueños, por ejemplo Mutación de la esperanza. Es un poema que primero fue un sueño. Desde luego no es un descubrimiento mío (y tal vez de nadie) que el sueño resuelve en muchos sentidos nuestra vigilia. Claramente, tengo a mano la obra de mi viejo (poemas y dibujos), tan onírica. Y tal vez más que la obra de mi viejo la memoria de mi vieja, que podía hablarle en clave onírica-delirante a cualquiera que se le cruzara en el camino, lo que muchas veces me incluía. Una excelente escuela.

 

 (Fragmento del poema Mutación de la esperanza)

Pasan muchas cosas en el mundo, las espinas

de los grandes apuntan directamente al

corazón, y no hay diseños para esos agujeros por

venir. ¿La esperanza remodela esos escudos? Los

escudos no existen, pero pensar en la remodelación

de un hecho imposible es lo mejor que puedo decir

de la esperanza. Si te levantás en la mitad de la noche

y temés que los pájaros, grandes pájaros carroñeros

se acerquen a tu ventana. Si ves que ya están ahí

y al mismo tiempo en el oscuro árbol aguja. Pasan

muchas cosas en el mundo, las espinas de los grandes males (…)

 

Algunas notas sobre los sueños de HIJOS y de Emiliano Bustos

Vuelvo a la idea del arte de Hijos de desaparecidos no necesariamente atada al duelo de su propia catástrofe familiar,[4] sino a la posibilidad de lograr una separación, o un intento político de producir un corte a esa representación. Los sueños son el teatro del inconsciente y sus fantasmas, pero también una fábrica de creatividad (no solo de traumas), es decir manifestaciones más allá de las huellas de lo siniestro en el terror, que sirven como material para crear obras.

Advierto en las obras de Andrea Suarez Córica y Emiliano Bustos, aquello que André Bretón postulaba como plano automático del fluir de la consciencia, la escritura y la creatividad plástica visual potenciadas. La apelación a los sueños y sus imágenes en sus testimonios, son vías fundamentales de la liberación del psiquismo más allá del trauma, y funcionan como enriquecimiento poético de la experiencia que inspira sus propios planteamientos.

Más allá de los poemas que cita Bustos en la breve entrevista que le hice, podría decir que el aspecto onírico es una maquinaria que funciona permanente, dado que la herencia de Miguel Ángel Bustos es una poesía cargada de materiales ensoñados, a través de los cuales el hijo Emiliano Bustos se comunica, o abre un pasadizo de encuentro, como en el poema «El hijo que acompaña a su padre muerto».

Buenos Aires, diciembre de 2023.

 

[1] Axat, J. (19 de septiembre de 2021) El sueño de la razón engendra archivos. Apuntes sobre algunas ideas que surgen de El Tercer Reich de los sueños, de Charlotte Beradt. https://www.elcohetealaluna.com/

[2] Es importante también destacar la importancia del carácter visual del sueño. Cuando en el Manifiesto Breton relata el sueño en el que oye la frase «Hay un hombre cortado en dos por la ventana» indica que «no había manera de interpretarla erróneamente, ya que iba acompañada de una débil representación visual de un hombre que caminaba, partido por la mitad del cuerpo aproximadamente, por una ventana perpendicular al eje de aquél.» Y en una nota a pie de página puntualiza: «Si hubiera sido pintor, esta representación visual hubiera sin duda predominado sobre la otra» (Breton, 1924a, 39). Parece obvio que el sueño de Breton actúa sobre los materiales visuales del cuadro de Giorgio de Chirico, que había atraído intensamente su atención cuando lo vio desde un autobús al pasar por la galería donde estaba expuesto en 1914, y que acabaría comprando no mucho después, en una fecha no completamente determinada. Lo conservó hasta 1964, en que lo vendió probablemente por motivos económicos. En 1950, cuando apareció el Almanaque surrealista del medio siglo, Breton publicó una fotografía retocada del cuadro, con el título Despertar del cerebro del niño, en la que el personaje representado aparece con los ojos abiertos, en lugar de cerrados como en la pintura (Citado de «El surrealismo y el sueño» Reynaldo Jimenez, Inmaterial.com: http://www.inmaterial.com/

[3] El poema que transcribo tiene cierta conexión con otro de Emiliano, titulado «Ausencias» (en Gotas de Crítica Común, 2011, Pág. 44), que dice así: «Ausencia: No somos un equipo, verdaderamente/no somos un equipo./ Vos no estás,/ tendrías que estar. Para ser un equipo/ tendrías que estar./ Aun así, no deslindo responsabilidades./ Como si te llevara del brazo/ (serías un viejito, te lo recuerdo),/ te acompaño visitando esas tumbas que no imaginabas./ La temperatura es baja,/ los autos se arremolinan

a la intemperie/ y puede que sus dueños no vuelvan./ El mundo no está asegurado./ Pero, quiero volver a esa idea,/ y decirte que si bien es imposible/ que seamos un equipo, igual/ fui, durante bastante tiempo,/ como un soldado de reserva/ aguantando nuestro campo de acción./ Y te acompañé, haciendo de cuenta que estabas,/a muchos lugares extraños./ No es tu culpa. Hace mucho que no estás./ No es fácil decirlo./ A veces sueño que pulseo/ con un brazo, sólo con un brazo,/ y no tiene el color de todos los brazos,/ es rojo, verde, ¡índigo!/ Y me despierto sin saber quién ganó,/ realmente me despierto sin/ saber quién ganó./ Sería más fácil si estuvieras: podrías ignorar/ todo lo que sucede/ y ser lo que verdaderamente sos./ Por un instante si estuvieras para explicarme/ que esto es así y que va a ser así siempre./ Una explicación de tu parte/ cerraría el círculo».

[4] He tratado de registrar varios poemas que suponen sueños de hijos de desaparecidos que buscan salvar a sus padres. Menciono algunos: Sueño XXX, Peso Formidable (j. Axat, 2003); Sueño de defensa (J. Axat, Rimbaud en la CGT). María Esther Alonso Morales, titulado: «Neo», dice así: «Yo también soñé/una y mil veces,/ salvar a mi padre/ y a sus compañeros./ Tampoco pude convencerles». También Juan Aiub (Subcutáneo, 2012, Pag,13), escribe: «Viajo en el tiempo/no daré pormenores/9 de junio/ 1977/ ciudad de La Plata/ nubosidad variable/ mi espera gotea/ hora indicada/ apareces en cuadro/ borrosa de otoño/a lo lejos/tu coraje/no alcanzo a ver/ sé que estoy ahí/ casi cuatro kilos/lo dice el libreto/niño envuelto (…)».

 

 

 

Julián Axat (Argentina, La Plata, 1976), es poeta, abogado y militante por los derechos humanos. Como poeta publicó: Peso formidable (2003); Servarios (2005); Medium (2006); ylumynarya (2008); Neo o el equipo forense de sí (2010); Si Hamlet duda, le daremos muerte (2010), Musulmán o Biopoética (2013); Rimbaud en la CGT (2014); La Plata Spoon River (2014); Offshore (2017); Cuando las gasolineras sean ruinas románticas (2019); Perros del Cosmos (2020); Interestelaria, antología de poesía y ciencia ficción (2022). Hasta el 2015 dirigió la colección Los Detectives Salvajes, de la editorial libros de la Talita Dorada. Como funcionario en la justicia fue defensor penal juvenil en la provincia de Buenos Aires (2008/2015). Actualmente es Director en el Ministerio Público Fiscal de la Nación, a cargo del programa de acceso a la justicia en barrios populares (ATAJO).

La composición que ilustra este paisaje de Abisinia fue realizada a partir de la obra Arlequin y Pierrot,
del pintor, ilustrador y escenógrafo francés © André Derain

 

año 4 ǀ núm. 19 ǀ enero – febrero – marzo  2024
Etiquetas: , , , , , , Last modified: abril 7, 2024

Morir es un país que amabas

Poesía y memoria por nuestros líderes y lideresas sociales

EDICIÓN & CURADURÍA 

Stefhany Rojas Wagner & Eduardo Bechara Navratilova 

ISBN

978-628-7546-85-1

PRECIO COLOMBIA

COL $100.000

Bonnefoy y Pizarnik,
una amistad con la poesía

AUTORA

Ivonne Bordelois

ISBN

978-628-01-3381-2

PRECIO COLOMBIA

COL $80.000

PRECIO ARGENTINA

Señora mía de mí 

AUTORA

Maria Teresa Horta 

ISBN

978-631-90088-5-2

PRECIO COLOMBIA

COL $60.000

PRECIO ARGENTINA

Estrellas de mar sobre una playa

Los poemas de la pandemia

AUTOR

Margaret Randall

 

ISBN

978-958-52793-1-5

PRECIO ARGENTINA

ARS $20.000

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

La sal de la locura

Le Sel de la folie

AUTOR

Fredy Yezzed

ISBN

978-1-950474-12-7

PRECIO ARGENTINA

Agotado

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

PRECIO AMAZON

Pronto Disponible

 

Carta de las mujeres de este país

Letter from the Women of this Country

AUTOR

Fredy Yezzed

ISBN

978-1-950474-09-7

PRECIO ARGENTINA

ARS $18.000

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

PRECIO AMAZON

Pronto Disponible

 

La canción que me salva

The Song that Saves Me

AUTOR

Sergio Geese

ISBN

978-1-950474-03-5

PRECIO ARGENTINA

Agotado

En este asombro, en este llueve

Antología poética 1983-2016

AUTOR

Hugo Mujica

ISBN

978-1-950474-15-8

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

El país de las palabras rotas

The Land of Broken Words

AUTOR

Juan Esteban Londoño

ISBN

978-1-950474-05-9

PRECIO ARGENTINA

Agotado

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

Las semillas del Muntú

AUTOR

Ashanti Dinah

ISBN

978-1-950474-22-6

PRECIO ARGENTINA

Agotado

PRECIO COLOMBIA

Agotado

Paracaidistas de Checoslovaquia

AUTOR

Eduardo Bechara Navratilova

ISBN

978-1-950474-25-7

PRECIO ARGENTINA

AR $10.000

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

PRECIO AMAZON

Pronto Disponible

Este permanecer en la tierra

AUTOR

Angélica Hoyos Guzmán

 

ISBN

978-1-950474-82-0

PRECIO ARGENTINA

ARS $10.000

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

La fugacidad del instante

AUTOR

Miguel Falquez-Certain

 

ISBN

978-958-52674-5-9

PRECIO ARGENTINA

Pronto Disponible

PRECIO COLOMBIA

COP 100,000

PRECIO AMAZON

Pronto Disponible

 

Mudar el mundo

AUTOR

Ana Gandini

ISBN

978-987-86-6012-7

PRECIO ARGENTINA

ARS $10.000

El guardián de la colmena

AUTOR

Leandro Frígoli

ISBN

978-987-88-0285-5

PRECIO ARGENTINA

ARS $10.000

El diario inédito del filósofo
vienés Ludwig Wittgenstein

Le Journal Inédit Du PhilosopheViennois Ludwing Wittgenstein

AUTOR

Fredy Yezzed

ISBN

978-1-950474-10-3

PRECIO ARGENTINA

ARS $16.000

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

PRECIO AMAZON

Pronto Disponible

 

Fragmentos fantásticos

AUTOR

Miguel Ángel Bustos

ISBN

978-958-52096-8-8

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

El bostezo de la mosca azul

Antología poética 1968-2019

AUTOR

Álvaro Miranda

ISBN

978-958-52793-5-3

PRECIO ARGENTINA

Agotado

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

Geografía de los amantes del Sur

AUTOR

Mónica Viviana Mora

ISBN

978-958-53033-2-4

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

Geografía de los amantes del Sur

AUTOR

Mónica Viviana Mora

ISBN

978-958-53033-2-4

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

Yo vengo a ofrecer mi poema

Antología de resistencia

SELECCIÓN & CURADURÍA 

Fredy Yezzed, Stefhany Rojas Wagner

y Eduardo Bechara Navratilova

ISBN

978-958-53033-3-1

PRECIO ARGERTINA 

AR $20.000

PRECIO COLOMBIA

COP 80,000

El inmortal

AUTOR

John Galán Casanova

ISBN

978-95853-39439

PRECIO COLOMBIA

COL 35.000

 

Las voces de la tierra

AUTOR

Yanet Vargas Muñoz

ISBN

978-958-49-3124-5

PRECIO COLOMBIA

COL 35.000

 

Lo que se desvanece

AUTOR

Luis Camilo Dorado Ramírez

ISBN

978-958-53394-8-0

PRECIO COLOMBIA

COL 35.000

 

Por el ojo del pincel

AUTOR

Mónica Fazzini

 

ISBN

978-987-86-5317-4

PRECIO ARGENTINA

ARS $10.000