Natasha Trethewey
Natasha Trethewey (1966) fue designada poeta laureada de los Estados Unidos en 2012 y nuevamente en 2013. Ha recibido veinte galardones por su poesía, entre ellos: el premio Pulitzer de Poesía en 2007 por su poemario Native Guard (Boston/Nueva York: Houghton Mifflin Company, 2006). Es autora de seis poemarios y de un libro de memorias. Los tres poemas tomados de Native Guard fueron seleccionados y traducidos al castellano por Miguel Falquez-Certain para Abisinia Review.
Pastoral
En el sueño, estoy con los Poetas
fugitivos. Nos congregan para una fotografía.
Detrás de nosotros, el horizonte de Atlanta
oculto por el telón de fondo del fotógrafo:
una pradera exuberante, verde, repleta de vacas de ojos
tiernos mugiendo, un cántico que suena a no, no. Sí,
digo, aceptando el vaso de bourbon que me ofrecen.
Ahora hacemos una fila — Robert Penn Warren,
su voz apenas perceptible por encima del zumbido
de las excavadoras, diciéndonos dónde colocarnos.
Digan “raza”, canturrea el fotógrafo. Me he vuelto
a pintar la cara de negro cuando el flash nos congela.
Mi padre es blanco, les digo, y rural.
¿No odias al Sur? me preguntan. ¿No lo odias?
Pastoral
In the dream, I am with the Fugitive
Poets. We’re gathered for a photograph.
Behind us, the skyline of Atlanta
hidden by the photographer’s backdrop —
a lush pasture, green, full of soft-eyed cows
lowing, a chant that sounds like no, no. Yes,
I say to the glass of bourbon I’m offered.
We’re lining up now — Robert Penn Warren,
his voice just audible above the drone
of bulldozers, telling us where to stand.
Say “race,” the photographer croons. I’m in
blackface again when the flash freezes us.
My father’s white, I tell them, and rural.
You don’t hate the South? they ask. You don’t hate it?
Historia sureña
Antes de la guerra, eran felices, dijo, citando
de nuestro libro de texto. (Era la clase de historia
de último año). Bajo el cuidado del amo, los esclavos
tenían ropa, alimentos y estaban mucho mejor.
Vi cómo las palabras se volvían borrosas en la página.
Nadie alzó la mano, discrepó. Ni siquiera yo.
Se hizo tarde; todavía teníamos que cubrir la
Reconstrucción antes del examen y (por fortuna)
tres horas para ver Lo que el viento se llevó.
La historia, dijo el profesor, del viejo Sur—
un recuento verídico de cómo eran las cosas en ese entonces.
En la pantalla aparecía un esclavo grande como la vida:
boca grande, ojos saltones, la prueba sonriente de nuestro libro de texto:
una mentira que mi profesor defendía. En silencio, yo también.
Southern History
Before the war, they were happy, he said.
quoting our textbook. (This was senior-year
history class.) The slaves were clothed, fed,
and better off under a master’s care.
I watched the words blur on the page. No one
raised a hand, disagreed. Not even me.
It was late; we still had Reconstruction
to cover before the test, and — luckily —
three hours of watching Gone with the Wind.
History, the teacher said, of the old South —
a true account of how things were back then.
On screen a slave stood big as life: big mouth,
bucked eyes, our textbook’s grinning proof — a lie
my teacher guarded. Silent, so did I.
Incidente
Contamos esta anécdota todos los años
(cómo miramos con atención por las ventanas
con las cortinas corridas) aunque en realidad
nada sucedió, la grama chamuscada ahora reverdecida.
Miramos con atención por las ventanas, con las cortinas
corridas, a la cruz anclada como un árbol de Navidad,
aún verde la grama chamuscada. Luego, sumimos nuestros
cuartos en penumbras, encendimos los quinqués.
Al lado de la cruz anclada como un árbol de Navidad, algunos hombres
se congregaron como ángeles en sus túnicas blancas. Sumimos
nuestros cuartos en penumbras y encendimos los quinqués,
las mechas temblorosas en sus depósitos de queroseno.
Al parecer los ángeles se habían congregado, hombres blancos
en sus túnicas. Una vez que terminaron, se marcharon en silencio.
Nadie se acercó. Las mechas temblaron toda la noche en sus depósitos
de queroseno; al amanecer, todas las llamas se habían extinguido.
Una vez que terminaron, se marcharon en silencio.
Nadie se acercó. En realidad nada sucedió.
Al amanecer, todas las llamas se habían extinguido.
Contamos esta anécdota todos los años.
Incident
We tell the story every year—
how we peered from the windows, shades drawn—
though nothing really happened,
the charred grass now green again.
We peered from the windows, shades drawn,
at the cross trussed like a Christmas tree,
the charred grass still green. Then
we darkened our rooms, lit the hurricane lamps.
At the cross trussed like a Christmas tree,
a few men gathered, white as angels in their gowns.
We darkened our rooms and lit hurricane lamps,
the wicks trembling in their fonts of oil.
It seemed the angels had gathered, white men in their gowns.
When they were done, they left quietly. No one came.
The wicks trembled all night in their fonts of oil;
by morning the flames had all dimmed.
When they were done, the men left quietly. No one came.
Nothing really happened.
By morning all the flames had dimmed.
We tell the story every year.
Natasha Trethewey (nacida el 26 de abril de 1966) fue designada poeta laureada de los Estados Unidos en 2012 y nuevamente en 2013. Ha recibido veinte galardones por su poesía, entre ellos: el Premio Pulitzer de poesía en 2007 por su poemario Native Guard (Boston/Nueva York: Houghton Mifflin Company, 2006); una beca para residir en el Centro de estudios de la Fundación Rockefeller en Bellagio (Italia) en 2004; una beca de la Fundación John Simon Guggenheim en 2003; y una beca de la National Endowment for the Arts en 1999. Trethewey es profesora de literatura en Northwestern University. Anteriormente se desempeñó como profesora de creación literaria e inglés en Emory University, donde enseñó de 2001 a 2017. Miembro de la Academia estadounidense de artes y letras desde 2019, de la Academia de poetas estadounidenses desde 2019 y de la Sociedad filosófica estadounidense desde 2022. Es autora de seis poemarios y de un libro de memorias. Los tres poemas tomados de Native Guard fueron seleccionados y traducidos al castellano por Miguel Falquez-Certain para Abisinia Review.
La composición que ilustra este paisaje de Abisinia fue realizada a partir de la obra «Crepúsculo rojo».
Técnica: Acrílico sobre lienzo.
Medidas: 60 cm x 50 cm.
Año: 2020.
del artista © Agustín Iriart