Written by 3:44 am Crítica, Ensayo

Morir es un país que amabas. Poesía y Memoria por nuestros líderes y lideresas sociales

Stefhany Rojas Wagner

 

 

Abisinia Editorial y Escarabajo Editorial tienen el honor de comunicarles, después de cuatro años de arduo trabajo, la publicación de la antología Morir es un país que amabas. Poesía y Memoria por nuestros líderes y lideresas sociales, un libro de casi mil páginas, donde se invitaron a 416 poetas colombianos a escribirle un poema a un líder o lideresa social asesinado en Colombia.

Sus curadores y editores fueron los poetas Stefhany Rojas Wagner, codirectora de Abisinia y Eduardo Bechara Navratilova, director de Escarabajo.

Compartimos con nuestros lectores el ensayo «Ofrenda para un duelo» que encabeza esta antología, a modo de carta de introducción, escrita por Stefhany Rojas Wagner.

Con esta novedad las editoriales anuncian su participación en la Feria Internacional del Libro de Bogotá 2024. La antología la pueden adquirir con Abisinia en el Stand 288, Nivel 1, Pabellón 3 de Edición Nacional e Internacional o en Escarabajo Stand 540, Pabellón 6, del 17 de abril al 2 de mayo.

 

 

Ofrenda para un duelo

 

Voy hacer un lugar que es sagrado

Junto con todas las cosas del universo

Hago esto para que tú vivas

Para que mi pueblo y tu pueblo vivan

HUGO JAMIOY JUAGIBIOY

 

¿Cómo zurcir una herida que nos pertenece a todos como país? ¿Cómo sortear la oscuridad para transformarla? ¿Cómo reinventar el lenguaje después de la Violencia? Lo que damos de nosotros es lo que constituye nuestra realidad: Nombramos para reconocer la presencia de quien vive en la palabra y la memoria, Nombramos para esclarecer la verdad de aquello que se oculta o se niega a la esfera pública y que conforma una sociedad hasta sus simientes, Nombramos porque no los vamos a olvidar.

Morir es un país que amabas es un libro vivo que canta el duelo de Colombia, que llama por nombre propio a 413 líderes y lideresas sociales asesinados desde que se firmó el Acuerdo de Paz entre el Estado colombiano y las FARC-EP en noviembre de 2016. En estas páginas corren ríos de compasión y nosotros nos juntamos para invocar entre todas y todos la esperanza. Estas hojas no son un columbario ni un obituario, son un bosque, una vera del río, una llanura, un páramo, un jardín de nuestra calle, la casa grande donde sembramos la paz que anhelamos. Este puñado de versos es un ritual de sanación.

 

Sujetos esenciales para el tejido social

Aunque escuchamos diariamente las noticias de los asesinatos a estos líderes, poco conocemos su importancia en las comunidades, poco sabemos de su oficio o su gestión en los territorios y del impacto que sus acciones cumplen en la sociedad. Pero ¿qué es un líder social? ¿Qué función desempeña y qué importancia tiene en nuestro contexto?

En el informe Lidera la vida, ¿Qué estamos perdiendo? Impacto de los homicidios de líderes y lideresas sociales en Colombia (2019), realizado a través de encuestas y entrevistas a organizaciones sociales a nivel territorial y nacional y llevado a cabo por la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES), un líder o lideresa social es aquel ser humano que tiene «vocación de servir a una causa colectiva»,[1] ya sea en un grupo social donde se estén vulnerando los derechos humanos, haya carencias y problemáticas y/o se presente abandono por parte del Estado. El líder social convierte a la comunidad en un sujeto colectivo y lo pone en un escenario público como un sujeto político de derechos.

Un líder o una lideresa social es aquella persona elegida por la comunidad que reconoce las carencias y necesidades particulares de su entorno y que, a partir de su trabajo, reivindica los derechos vulnerados realizando gestiones operativas para garantizar que las demandas sean cubiertas y promover así el bienestar de aquellos que conforman la comunidad. Cumple funciones como representar y defender intereses colectivos de manera no violenta, construir lineamientos para una mejor convivencia, orientar, organizar, capacitar, movilizar, armonizar, fomentar el diálogo y asegurar la dignidad e incidir en una comunidad. Son protectores de territorios, de la autonomía étnica, de la memoria material e inmaterial de una identidad, del medio ambiente, de la educación y de la cultura, entre otros.

Estos agentes políticos son piezas fundamentales en la construcción de una colectividad, ya que no sólo son veedores de su bienestar material, sino que también constituyen un soporte fundamental en la construcción del tejido inmaterial y humano. El líder garantiza el relevo generacional de una cultura, la cimentación de la memoria, el acompañamiento de los saberes y experiencias de una comunidad en su forma de percibir la vida y en los procesos históricos que una etnia lleva. Es, en su esencia, «el espejo, el reflejo de la comunidad, pero también la esperanza, porque la comunidad asume que el líder es más que su vocero, es la esperanza de hablar por los que no tienen voz»[2].

Cuando se pierde, se violenta, se desplaza, se viola y se desaparece a un líder o una lideresa, se está mutilando la colectividad, la tradición, la identidad diversa de la cultura y la etnia en Colombia. Los procesos de crecimiento y de búsqueda de bienestar se ven vulnerados. Se niega la posibilidad de construir un Estado de derecho y una educación para la paz.

Las cifras cada vez son más abismales: según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), en su Informe especial. Registro de líderes y personas defensoras de DDHH, publicado el 15 de julio de 2020[3], en Colombia asesinaron en 2017 a 207 personas; en 2018, a 298; en 2019, a 279. En un segundo Registro, publicado el 13 de octubre de 2023[4], en 2020 asesinaron a 308 líderes; en 2021, a 168; y en 2022, a 192. En un tercer Registro, publicado el 20 de diciembre de 2023[5], ese mismo año asesinaron a 188 personas. Y en un cuarto Registro, publicado el 21 de febrero de 2024, han asesinado a 20 personas[6]. Estas cifras nos llevan a concluir que, sumando los meses de noviembre y diciembre de 2016, en los que asesinaron a 21 personas, hasta el día de hoy, en Colombia hemos perdido a 1.681 compatriotas.

Según la Fiscalía, ente gubernamental del Estado, entre 1986 y 2020 hubo 6.004 ataques contra líderes sociales; de estos, 5.004 casos corresponden a amenazas, 584 a homicidios y 296 a desplazamiento forzado, entre otras agresiones[7]. Y Según la Comisión de la Verdad, desde el año 1986 han sido asesinados en Colombia 4.756 representantes y líderes de diferentes sectores sociales[8].

Hasta este punto, el lector se habrá dado cuenta de que las cifras entre organismos independientes de Derechos Humanos y Estatales difieren; desde hace décadas los números no coinciden por una infinidad de variables, intereses y conflictos. De los cuales, hay dos principales: en primer lugar, el miedo y la falta de garantías de seguridad para los familiares y la comunidad a la hora de denunciar ante las autoridades; y en segundo luhar, la falta de pruebas a la hora de elevar una denuncia que no logra los requisitos mínimos para sentarla formalmente ante la ley.

Los números citados anteriormente y las vidas perdidas en Colombia en este balance, que no es otra cosa que una de las tantas cabezas de la violencia, nos podrían inclinar a asegurar que en el país se ha instalado un genocidio silencioso.

Debemos considerar las palabras de Henry Ramírez, líder social en la región del Alto Ariari del Meta y misionero de la Corporación Claretiana, que en Voces de la Verdad, programa radial de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, señala:

Cuando se asesina a un líder social, no se elimina sólo a un individuo, sino que se elimina una colectividad, pero además se eliminan generaciones de formación social, política y cultural de un pueblo; se elimina la tradición encarnada en una persona que posibilita espacios de organización, espacios de construcción comunitaria, […]. Es tan grave el asesinato de un líder o una lideresa social porque se está atentando con la esencia misma del Estado que es la participación política de las personas, de las comunidades. Pierden las comunidades porque no acceden a sus derechos, pero pierde todo un país porque se erosiona en un Estado de derecho y se convierte cada vez más en un Estado autoritario[9].

¿Quién los está matando y quién se beneficia de los asesinatos de los líderes sociales? En primera instancia, podríamos conjeturar, por los cientos de testimonios que corren en los medios de comunicación, que los principales responsables son los actores armados y las organizaciones criminales, los sectores privados y estatales así como los grupos empresariales que en nombre del desarrollo y el progreso quieren devastar los territorios y los recursos naturales para imponer economías no sostenibles.

Según Juan Carlos Quintero, líder de la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), en 2019 durante el segundo Diálogo para la no Repetición, realizado en Arauca y organizado por la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, nos señala algunos de los responsables detrás del acallamiento de los líderes sociales:

(…) los actores armados de todas las índoles legales e ilegales, porque a todos les llega a incomodar en cierto momento que se evidencia sus excesos y la vulneración a los derechos de las comunidades (…). Las rentas ilícitas (…). En su mayoría las organizaciones criminales e ilegales se benefician del asesinato de un líder social, pero hay sectores de las fuerzas armadas también involucradas en este tipo de hechos (…). Nosotros sí creemos que hay una alta responsabilidad del Estado por el tema de su incumplimiento de todos los puntos del acuerdo. Nos genera preocupación que el discurso del nuevo ejecutivo se reduce a la reincorporación, mas no a la integralidad del Acuerdo de Paz y el hecho de las posiciones que ha asumido el Ejecutivo genera un tipo de riesgo (…). Por último, está esa cultura violenta de hacer política. Desafortunadamente no hemos podido transitar a hacer una política limpia, a hacer nuevas formas de política en el país[10].

A largo plazo, con la ausencia de los líderes, perdemos los procesos organizativos y participativos de grupos sociales que se caracterizan por su diversidad, ya sea de género, racial, étnica y cultural, y la identidad de los territorios. Se fragmenta la capacidad de reinventar las nuevas generaciones a las que queremos educar en la cultura de la paz. Y, sobre todo, se alejan las distancias para consolidar verdaderas democracias, donde se respete el derecho a la sensibilidad política, al bienestar comunitario y a la vida.

 

El arte como un artefacto de la Memoria

Movidos por la necesidad de comprender el conflicto armado y con el objetivo de rechazar el asesinato sistemático de líderes y lideresas sociales, artistas de diferentes disciplinas se han solidarizado al nombrar a nuestros ausentes en sus obras y, de esta forma, se han convertido en herramienta de restitución simbólica para las víctimas y sus familiares. Hoy en día, podemos ver colectivos y artistas que están creando y pensando, no sólo el proceso y resultado de una obra, sino un camino de duelo colectivo. El poema, la escena teatral, la performance, el mural y la obra plástica ofrendan el abrazo, la ternura y la compasión que la sociedad, el Estado y la indiferencia niegan. El arte, de esta forma, se convierte en práctica sensibilizadora frente al horror.

En el artículo «Arte popular, memoria y duelo en víctimas del conflicto armado colombiano», publicado en la Revista Virtual Universidad Católica del Norte, sus tres autores sostienen que «las prácticas artísticas son recursos simbólicos valiosos para los afectados por el conflicto armado, en tanto movilizan procesos de transformación subjetiva que tienen efectos positivos a nivel emocional, social y político»[11].

Gracias al arte que se entrega al ejercicio de la escucha, la mirada estética y la reflexión sobre nuestro papel como sujetos sintientes dentro de la violencia, nos permite reescribir, reinterpretar y repensar nuestra identidad y nuestro lenguaje.

Un ejemplo de fusión entre el arte, la solidaridad y la memoria, lo presenciamos cuando el artista urbano Andrés Montoya, miembro del colectivo Toxicómano, en compañía del medio alternativo Vice, realizó en 2017 un mural de 30 metros cuadrados ubicado en la calle 67 con carrera séptima en Bogotá. En el mural, sobre la silueta de un militar armado con un fusil se antepone una calavera con la leyenda PELIGRO DE MUERTE. No más líderes sociales asesinados, y un contador de las víctimas que diariamente se iba actualizando. Con la obra dejó en claro su compromiso con las víctimas del conflicto armado y reafirmó la función del periodismo independiente de visibilizar temáticas que normalmente permanecen silenciadas en los medios de comunicación hegemónicos del país.

En 2017, la artista visual y plástica Erika Diettes, con la obra Relicarios, elaboró 109 piezas en tripolímeros que albergaban objetos cotidianos de las víctimas del conflicto armado. Diettes recorrió diversos territorios colombianos hablando con las víctimas y sus familiares y recogiendo piezas de valor simbólico para cada uno de ellos, tales como fotografías, prendas de ropa, cartas, anillos, herraduras, zapatos, relojes, juguetes, rosarios, etc. Con estos objetos elaboró un cuerpo sentimental hecho con «los afectos, las experiencias y pedazos de tiempos». Bloques en caucho que guardaban y contenían la vida íntima de un país.

Por otro lado, Postales para la memoria es un proyecto que se creó en el 2018 con la iniciativa de cinco artistas visuales. La obra consistió en invitar a artistas plásticos para que adoptaran a un líder asesinado y le rindieran homenaje a través de una pieza visual. Este proyecto tenía como objetivo visibilizar a los líderes y lideresas para no permitir su olvido. «Cada muerte, sin importar cuál, nos aleja más de volver al camino de la paz» era el lema de su trabajo.

En 2019, la escultora y artista plástica Doris Salcedo, con su obra Quebrantos, realizó una intervención pública en la Plaza de Bolívar que consistía en la escritura de 165 nombres de líderes asesinados. Cerca de 500 activistas y 300 voluntarios asistimos al llamado colectivo para construir este contramonumento. El material que ella usó fue vidrio quebrado con el que metaforizaba la fragilidad de una vida y la imposibilidad de restaurarla cuando ya se ha fragmentado. «Al romper vidrio estamos rompiendo el silencio, si logramos romper el silencio alrededor de estas muertes desgarradoras de pronto lograremos que paren»[12], argumentó Salcedo en una entrevista para el diario El País de España.

En ese mismo año, tuvo lugar un poematón por la Memoria de los líderes asesinados en Colombia, recital de poesía de más de cinco horas, titulado Tejido a tierra. Enraizando voces para florecer, en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá. Sus organizadores, los poetas Andrés Borrero Parra, Daniela Sandoval y mi persona, convocamos a más de 50 poetas, quienes brindaron la lectura de un poema de su autoría y rechazaron enfáticamente el asesinato sistemático de los líderes sociales. Al final del evento los poetas se trasladaron a los columbarios e hicieron un ritual: encendieron una vela por cada vida de los líderes asesinados con el deseo de iluminar su camino. La poesía no sólo nos acercó como comunidad, sino que nos permitió manifestarnos ante un hecho violento y brindar nuestro apoyo a los líderes desde los territorios de la palabra.

En 2023, la poeta y dramaturga Patricia Ariza creó la obra de teatro unipersonal No estoy sola, que presentó en tres funciones en el Teatro de la Candelaria de Bogotá. La obra fue dedicada a las lideresas sociales asesinadas. La artista, con elementos de la performance y el uso del lenguaje no verbal, brindó al público una atmósfera de protesta; voces y videos nos permitieron ver el camino recorrido en las marchas. Con esta puesta en escena se descubrió la intimidad del duelo por la ausencia y pérdida de cada una de ellas.

Estos son apenas algunos de los ejercicios artísticos que se han desarrollado solamente en Bogotá (ya que hay registros de diversas actividades artísticas realizadas en toda Colombia) que nos permiten dilucidar una parte cardinal de la función social del arte. Experimentamos la pérdida cuando vivenciamos la obra, convivimos en su espacio imaginado y nos reconocemos con el otro. El arte posibilita el darnos, el compartirnos y el compadecernos. Hacer memoria mediante el arte es reconstruir el sustrato de nuestra historia común a través del relato simbólico.

Por último, como ofrenda de agradecimiento, las palabras de una lideresa social de Cartagena de Indias a un poeta en uno de estos acontecimientos artísticos: “Gracias por acompañarnos en el dolor”.

 

Poética fúnebre, un duelo colectivo

Este libro honra la memoria de nuestro líderes y lideresas sociales. Los nombramos, nos dirigimos a ellos para preservar su lucha y su legado, invocamos su presencia y sentimos cada vida como propia. Queremos que estas palabras se involucren, reconozcan y brinden su compasión con el dolor inabarcable de cada víctima, de cada uno de sus familiares y allegados.

Por ello creemos que la poesía es una herramienta del individuo y de la comunidad y que, así mismo, se crea comunitariamente. Entendemos que la escritura es un ejercicio de encuentro con el otro a través de nuestra percepción de existencia, de vida y de ser. Por ello agradecemos profundamente a cada una y cada uno de los poetas que tendieron su mano para escribir este memorial del país, aquí está su escritura, su conocimiento sensible y su humanidad.

Este libro está compuesto por 414 poemas y voces que recorren la geografía colombiana solidarizadas con 413 líderes y lideresas sociales. Sus nombres los tomamos del contador del medio alternativo de comunicación y periodismo ¡Pacifista!, el cual registra el asesinato sistemático desde la firma del Acuerdo de Paz. Dicho contador se basa en las denuncias de organizaciones sociales y comunitarias a las que pertenecían los líderes sociales asesinados. También recoge información de varias ONG o fundaciones que trabajan por la defensa de los derechos humanos y los registros de algunos medios de comunicación. Es de esta forma  que decidimos hacer el conteo de nuestro libro tal cual lo propone ¡Pacifista!, pues consideramos a esta organización como una de las más comprometidas con esta arista de la violencia colombiana.

El poeta Fredy Yezzed nos obsequió una idea cuando nos relató la razón por la cual las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo en Buenos Aires, Argentina, dan vueltas circulares en torno al obelisco en dirección contraria a las manecillas del reloj desde hace casi 40 años. Estas mujeres de la resistencia, que preguntan por 30.000 desaparecidos de la última dictadura cívico-militar argentina, desean simbólicamente que retorne el tiempo al momento en que estaban vivos sus hijos y nietos. Por esta razón, nos abocamos a organizar la presente antología desde el último líder asesinado, el No. 413, correspondiente al líder Oswaldo de Jesús Pérez Navarro, hasta el No. 1, Vicente Borrego, que registra la fundación ¡Pacifista! Es nuestro deseo también invitarlos a caminar por el jardín de la poesía en busca de nuestros líderes.

Con nuestro oficio queremos brindar un aporte a la construcción de la memoria del conflicto. Cada poema fue pensado desde una estética, una experiencia de vida y de escritura y una forma particular de expresar el dolor. Sin duda, cada uno de ellos da fe de un país que siente y elabora el duelo desde múltiples sensibilidades. Los textos que componen la antología conectaron pensamientos, historias de vida e investigación sobre los hechos violentos que arrasaron con cada líder. Comprendemos que el lenguaje del dolor de las víctimas es inaprensible e inabarcable. Con el lenguaje poético aquí propuesto procuramos hacer una acción de duelo colectivo donde lloramos a nuestros muertos, pero también cantamos a la vida y renunciamos a la violencia. Somos una voz conjunta que se manifiesta y rechaza profundamente el genocidio contra los líderes y lideresas sociales de Colombia.

Las fotografías que acompañan esta antología son retratos de la cotidianidad de Colombia de diferentes artistas. Las frases que las embellecen son fragmentos de entrevistas, documentales, podcast y testimonios en las que los líderes y las lideresas compartieron su voz, su opinión, su enseñanza y su mirada acerca de la pregunta por el país.

Como decisión simbólica quisimos dejar los nombres tanto de los líderes como de los poetas en un tono agrisado y sutil desde lo tipográfico, ya que pretendemos resaltar el poema en la página y dejarlo en un diálogo delicado con dichos nombres. El lector también tendrá en sus manos el lugar de donde era el líder, el lugar de donde era el poeta y el lugar desde donde se escribió el poema; esto, con la idea de hacer un mapa no sólo del dolor sino también un encuentro geográfico de la creación y de la solidaridad. Este mapa evoca los vasos comunicantes desde donde nos encontramos y nos enlazamos para tejer una red de escucha.

Al final del libro, el lector podrá encontrar las biografías de los líderes y lideresas sociales tomadas de ¡Pacifista! con la poca información que se conoce en los canales de comunicación de sus vidas y sus gestiones.

Agradecemos a los poetas y las poetas que hicieron posible que este libro llegara a su culminación. Reiteramos nuestro rechazo a los hechos violentos y exigimos garantías para la vida y restitución a los familiares de las víctimas por parte del Estado. Cada uno de estos poetas y de estos poemas susurran: «No olvido y No repetición».

Finalmente, Abisinia Editorial y Escarabajo Editorial hacen un llamado a los familiares de los líderes y lideresas sociales ofrendados en Morir es un país que amabas para que se acerquen o se comuniquen con nosotros, pues es el deseo de los editores, y el de todos los poetas convocados, obsequiarles un ejemplar del libro. Estos poemas les pertenecen más a ustedes y a sus seres queridos que a nosotros.

Buenos Aires – Caracas, Abril de 2024

 

[1]. CODHES (2019). Lidera la vida, ¿Qué estamos perdiendo? Impacto de los homicidios de líderes y lideresas sociales en Colombia (p. 2). [Archivo en pdf]. https://codhes.files.wordpress.com

[2]. Ibídem. (p. 26).

[3]. Indepaz, Informe especial. Registro de líderes y personas defensoras de DDHH. (p. 15). Bogotá. [Archivo en pdf]. https://www.indepaz.org.co

[4]. Indepaz (13 de octubre de 2023). Listado de líderes y defensores de DDHH asesinados desde 2020. https://indepaz.org.co

[5]. Indepaz (20 de diciembre de 2023). Líderes sociales, defensores de DDHH y firmantes de acuerdo asesinados en 2023. https://indepaz.org.co

[6]. Indepaz (21 de febrero de 2024). Líderes sociales, defensores de DDHH y firmantes de acuerdo asesinados en 2024. https://indepaz.org.co

[7]. Hay futuro si hay verdad – Informe Final. Sufrir la guerra y rehacer la vida. Impactos, afrontamientos y resistencias. Tomo 5, (p. 241). (2020). Comisión para el esclarecimiento de la verdad, la convivencia y la no repetición. https://www.comisiondelaverdad.co

[8]. ¡Pacifista! (10 de diciembre de 2019). Del Paro a la Corte: hoy se radicó la histórica tutela que busca proteger a los defensores de Derechos Humanos. https://pacifista.tv/notas/

[9]. Mendoza, M. L. (2020). Lo que pierde Colombia con el asesinato sistemático de líderes y lideresas sociales. En Voces de la Verdad. Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición-CEV. [Programa radial]. https://archivo.comisiondelaverdad.co

[10]. Colombia +20, (13 de septiembre de 2020). ¿Quién se está beneficiando del asesinato de los líderes sociales? [Video]. https://www.youtube.com/

[11]. Vélez Muñoz, D., López Jiménez, M. Díaz Facio-Lince, V. E. (2020). Arte popular, memoria y duelo en víctimas del conflicto armado colombiano. Revista Virtual Universidad Católica del Norte, (61): 202-223. Fundación Universitaria Católica del Norte. https://www.redalyc.org/journal/1942/194264514012/html/

[12]. Torrado, S. (11 de junio de 2019). ‘Quebrantos’, el luto colectivo de Colombia por sus líderes asesinados. El País. https://elpais.com/internacional

 

 

Stefhany Rojas Wagner nació en Bogotá, Colombia, en 1994. Es poeta, artista, editora y gestora cultural. Es co-fundadora y directora de Abisinia Editorial y de la revista argentina Abisinia Review. Fue ganadora de la convocatoria de Pasantías en Bibliotecas Públicas del Programa Nacional de Estímulos, Ministerio de Cultura de Colombia, 2019, con el libro-objeto de entrevistas a mujeres que han sufrido la violencia en el municipio de Guatapé Mi cuerpo como un río (Medellín, 2019).  Breve tratado de la melancolía es su primer libro de poesía el cual fue uno de los ganadores del VIII Premio Nacional de Poesía Obra Inédita (2020), publicado con Valparaíso Ediciones (2021).

La composición que ilustra este paisaje de Abisinia fue realizada a partir de la obra Music, 1904,
del pintor, ilustrador y escenógrafo francés© André Derain

 

año 4 ǀ núm. 19 ǀ enero – febrero – marzo  2024
Etiquetas: , , , , , , , , , , , , , , Last modified: agosto 4, 2024

Morada al sur / Casa al sud

AUTOR

Aurelio Arturo

ISBN

978-9587-39472-6

PRECIO COLOMBIA

COL $100.000

PRECIO ARGENTINA

El cuidador de rebaños
El pastor amoroso

AUTOR

Fernando Pessoa /Alberto Caeiro

ISBN

978-631-90088-6-9

PRECIO COLOMBIA

COL $60.000

PRECIO ARGENTINA

Morir es un país que amabas

Poesía y memoria por nuestros líderes y lideresas sociales

EDICIÓN & CURADURÍA 

Stefhany Rojas Wagner & Eduardo Bechara Navratilova 

ISBN

978-628-7546-85-1

PRECIO COLOMBIA

COL $100.000

Estrellas de mar sobre una playa

Los poemas de la pandemia

AUTOR

Margaret Randall

 

ISBN

978-958-52793-1-5

PRECIO ARGENTINA

ARS $20.000

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

La sal de la locura

Le Sel de la folie

AUTOR

Fredy Yezzed

ISBN

978-1-950474-12-7

PRECIO ARGENTINA

Agotado

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

PRECIO AMAZON

Pronto Disponible

 

Carta de las mujeres de este país

Letter from the Women of this Country

AUTOR

Fredy Yezzed

ISBN

978-1-950474-09-7

PRECIO ARGENTINA

ARS $18.000

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

PRECIO AMAZON

Pronto Disponible

 

La canción que me salva

The Song that Saves Me

AUTOR

Sergio Geese

ISBN

978-1-950474-03-5

PRECIO ARGENTINA

Agotado

En este asombro, en este llueve

Antología poética 1983-2016

AUTOR

Hugo Mujica

ISBN

978-1-950474-15-8

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

El país de las palabras rotas

The Land of Broken Words

AUTOR

Juan Esteban Londoño

ISBN

978-1-950474-05-9

PRECIO ARGENTINA

Agotado

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

Las semillas del Muntú

AUTOR

Ashanti Dinah

ISBN

978-1-950474-22-6

PRECIO ARGENTINA

Agotado

PRECIO COLOMBIA

Agotado

Paracaidistas de Checoslovaquia

AUTOR

Eduardo Bechara Navratilova

ISBN

978-1-950474-25-7

PRECIO ARGENTINA

AR $10.000

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

PRECIO AMAZON

Pronto Disponible

Este permanecer en la tierra

AUTOR

Angélica Hoyos Guzmán

 

ISBN

978-1-950474-82-0

PRECIO ARGENTINA

ARS $10.000

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

La fugacidad del instante

AUTOR

Miguel Falquez-Certain

 

ISBN

978-958-52674-5-9

PRECIO ARGENTINA

Pronto Disponible

PRECIO COLOMBIA

COP 100,000

PRECIO AMAZON

Pronto Disponible

 

Mudar el mundo

AUTOR

Ana Gandini

ISBN

978-987-86-6012-7

PRECIO ARGENTINA

ARS $10.000

El guardián de la colmena

AUTOR

Leandro Frígoli

ISBN

978-987-88-0285-5

PRECIO ARGENTINA

ARS $10.000

El diario inédito del filósofo
vienés Ludwig Wittgenstein

Le Journal Inédit Du PhilosopheViennois Ludwing Wittgenstein

AUTOR

Fredy Yezzed

ISBN

978-1-950474-10-3

PRECIO ARGENTINA

ARS $16.000

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

PRECIO AMAZON

Pronto Disponible

 

Fragmentos fantásticos

AUTOR

Miguel Ángel Bustos

ISBN

978-958-52096-8-8

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

El bostezo de la mosca azul

Antología poética 1968-2019

AUTOR

Álvaro Miranda

ISBN

978-958-52793-5-3

PRECIO ARGENTINA

Agotado

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

Geografía de los amantes del Sur

AUTOR

Mónica Viviana Mora

ISBN

978-958-53033-2-4

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

Geografía de los amantes del Sur

AUTOR

Mónica Viviana Mora

ISBN

978-958-53033-2-4

PRECIO COLOMBIA

COP 35,000

Yo vengo a ofrecer mi poema

Antología de resistencia

SELECCIÓN & CURADURÍA 

Fredy Yezzed, Stefhany Rojas Wagner

y Eduardo Bechara Navratilova

ISBN

978-958-53033-3-1

PRECIO ARGERTINA 

AR $20.000

PRECIO COLOMBIA

COP 80,000

El inmortal

AUTOR

John Galán Casanova

ISBN

978-95853-39439

PRECIO COLOMBIA

COL 35.000

 

Las voces de la tierra

AUTOR

Yanet Vargas Muñoz

ISBN

978-958-49-3124-5

PRECIO COLOMBIA

COL 35.000

 

Lo que se desvanece

AUTOR

Luis Camilo Dorado Ramírez

ISBN

978-958-53394-8-0

PRECIO COLOMBIA

COL 35.000

 

Por el ojo del pincel

AUTOR

Mónica Fazzini

 

ISBN

978-987-86-5317-4

PRECIO ARGENTINA

ARS $10.000