Aminur Rahman
Poesía de Bangladés. Presentamos cinco poemas de Aminur Rahman de la antología 100 Poemas de Bangladés, traducidos al castellano por Jona & Tobías Burghardt, Edition Delta, Stuttgart (Alemania), 2020.
La escultura
De la densa capa de la niebla
tallaré la forma de tu cuerpo –
esculpiendo suavemente, toda la mañana.
Con los ojos cerrados, me siento
entre las pesadas sábanas de niebla
mientras la escarcha se asienta
en mi mejilla, oreja y nariz.
Las mismas manos,
los mismos labios, los mismos ojos –
los encuentro con tanta facilidad –
Tu torso flota en ese río;
yo conquistaré su caudal.
Tu figura florece, liberándose,
dejando atrás la luz del sol
y el cuerpo efímero de la niebla.
Estás entrelazada con mi alma –
su raíz, pedestal y profundidad.
Dependencia solitaria
Muy poco puede herirme en estos días,
la dirección de mi pena vive para siempre.
Mi dependencia solitaria despierta a medianoche,
siento el frío bajo mis pies;
mis ojos, bien abiertos, ven la extensión sin fin,
que abarca un espacio-patio de la existencia,
sólo tu sombra.
¿Quién eres? ¿Quién eres?
A veces te sientes conocido,
otras veces, desconocido.
A veces el juego de la luz vive en ti,
otras veces, sólo la oscuridad del alba.
A veces pareces tan simple,
en otros momentos, lleno de dudas.
A veces parece que estás en este mundo,
otras veces, en otro.
A veces eres como un niño,
en otros momentos, sólo silencio infinito.
¿Quién eres? ¿Quién eres?
La noche tiembla, el corazón revolotea
como las hojas susurrando a la brisa.
Las olas se agitan en el plácido río.
los peces están inmóviles
y las estrellas tejen sueños.
¿Quién eres? ¿Quién eres?
Envuelto en un mundo sin sonido,
estoy sentado solo
mientras la maldita noche se desangra.
Llega otra noche,
se mueve, avanza, regresa para susurrar
sus ansias suicidas.
¿Quién eres? ¿Quién eres?
Muy poco puede herirme en estos días,
la dirección de mi pena vive para siempre.
Noche de luna llena
He llevado el amor del desierto
He llevado el amor del mar
He llevado el amor de la montaña.
¡También he llevado mi amor!
¿A qué domicilio lo envío?
¡Luna, sueño, tiempo infinito, adónde!
¿Cuál es tu domicilio?
¡Norte, sur, este, oeste, adónde!
Es demasiado pesado para cargarlo
Es más pesado ahora con música
Es más pesado ahora con recuerdos
Es más pesado ahora con el deseo
¡A cuál domicilio lo envío!
¡Le he pedido tu domicilio al verde frondoso!
¡Le he pedido tu domicilio a la nieve blanca!
¡Le he pedido tu domicilio a la cascada!
¡Nadie conoce tu domicilio!
He guardado todos los amores en el cielo,
rodeados de estrellas brillantes,
justo al lado de la luna.
¡En una noche de luna llena puedes encontrarlos allí!
Cuando puedas escuchar la música del río
Cuando puedas obtener el perfume de las rosas
Cuando puedas sentir la brisa en tu cara
En una noche de luna llena, ¡puedes buscarlos!
Cenicienta
¡Te me apareciste a medianoche!
Cuando cerré todas las puertas de mis sueños
Cuando puedo oír el sonido de la oscuridad
Te me apareciste de súbito
Aparecida de cuentos como Cenicienta
Mil años te estuve esperando
Esperando con mi cesta de un sueño vacía.
Cuando le pregunté al aire: «¿Dónde estás?»
Cuando le pregunté a la noche: «¿Dónde estás?»
Cuando le pregunté a la luna: «¿Dónde estás?»
Todos dijeron: «No lo sé.»
De repente el aire me susurró al oído:
«¡Sí, ya viene!»
Y te me apareciste de un cuento de hadas
Me preguntaste: «¿Por qué estás despierto a medianoche?»
Te conté: «Estaba tratando de encontrar un sueño.»
También te conté: «Me gustaría abrir las puertas de mis sueños.»
Estuviste unos minutos conmigo
Hasta que disfrutamos de la música «el amor puede darnos vida»
Desapareciste de súbito
¡Desapareciste del aire, del éter y de todas partes!
Estaba tratando y tratando de encontrarte
Pero eras invisible, increíble, pero inmiscible
No pude encontrarte en ninguna parte
Desapareciste sin piedad para salvarme
Pero cada momento me mató mil veces
La sangrante noche pasó con un soplo del corazón.
Exilio voluntario
Anhelaba sentarme a tu lado hasta la eternidad
Tú y yo viajábamos juntos
Con el equipaje de un sueño
Vagando por ahí sentí ganas de tocar tu mano
Dijiste: «no me toques»
Con ojos hipnotizados
Atisbé tus exquisitos labios
Me dijiste: «aparta tu mirada».
Tantos días van rodando al año o más
La poesía me estaba vedada
He llevado una vida marginado de la poesía
Estoy comiendo, caminando y hablando contigo
Dime con exactitud si realmente estoy en el exilio
O totalmente inmerso en el reino de la poesía –
Puede ser que apenas haya escrito un verso
En todos estos días
Pero habito la morada de la poesía
Mi dirección sigue siendo la misma
– Un insondable océano de poesía
Donde las puertas venteadas permanecen abiertas
Donde la dicha gotea de las hojas verdes
Donde las aves acuáticas descienden de las nubes
Vivo allí
Y habito en las profundidades más abisales que un sueño
Donde es posible estar en comunión con mi alma
Vivo allí
Permaneceré allí hasta la eternidad
Haz que esa vida sea una vida en el exilio de la poesía.
Traducción del inglés al castellano de Jona & Tobías Burghardt
Del libro 100 Poemas de Bangladés, Stuttgart, 2020
Aminur Rahman nació el 30 de octubre de 1966. Es poeta, traductor y crítico de arte de Bangladés. Algunos de sus libros de poesía son: Hridaypore Dubshatar, Thikana Kabita Dighir Par, Bhalobasha O Onnanno Kobita, entre otros. Grabó el disco compacto de recitación: Dependencia solitaria. Fue galardonado con el Premio Mundial Numera de las Letras (2016) en Malasia, y el Premio a la Contribución (2016) en Taiwán, entre otros. Ha traducido trece libros de poesía y editado algunas revistas y libros de poesía. Su obra ha sido traducida a más de veinticinco idiomas. En 2017, publicó el poemario bilingüe (inglés-alemán) Perpetual Diary – Fortwährendes Tagebuch, traducido del inglés al alemán por el poeta austríaco Manfred Chobot, Edition Delta, Stuttgart (Alemania).
La composición que acompaña este post fue realizada a partir de una ilustración de la artista Naci Posca