Yanina Audisio
Para Abisinia Review es un placer compartir seis poemas de Hacer el lobo, libro ganador del XXV Premio Latinoamericano de Poesía Ciro Mendía, 2022, de la poeta argentina Yanina Audisio, publicado por Abisinia Editorial (Buenos Aires, 2023). En palabras de Marisa Martínez Pérsico «Esta potencia prodigiosa de Yanina Audisio, se debe a que el lenguaje es un legado materno: el yo lírico se propone trasladar a la lengua «la tarea que mi madre cumplió en silencio: transformar lo familiar en extraño». En el universo desplegado en estas páginas, lo pequeño tiene la repercusión de un vendaval y hasta la espina, cuando abandona la rama, es una diminuta catástrofe».
LA MADRE SE HA DETENIDO como un río a punto de escarcha. La madre calla un río congelado sobre el que corre el viento.
……La pequeña no llora. Se regodea en el orden de la ausencia. Abandono del nombre, abandono de la forma, abandono de todo lo que reúne su cuerpo de pájaro herido al nacer.
……Se ha detenido la agitación del músculo. La mirada calla aunque haya luz, y hay, aunque haya encandilamiento, y hay. El temblor no se produce.
……Algo allí se torna, por obra y gracia de la quietud, hacia el orden del excedente. Por la lengua las palabras astilladas proliferan. El vocablo se extiende al vocablo, una cadena hecha de hojas secas, una canción de piedras al caer.
……La pequeña ha desatado el aguacero. Astilla palabras como quien se apodera de una manera de enfermar. Conoce así de la madre su gran arma.
……La pequeña ejercita la lengua, como un río congelado sobre el que ha comenzado a llover.
SIEMPRE ES DE PIE. Los elementos hacen un mundo y entra el cuerpo. Animal revolcado en el olor de otro animal rígido. La vibración es contra el frío. Así conocemos al ser que éramos antes de encontrar la caverna.
……El ruido hace una mueca y entra el cuerpo. Animal acostado sobre otro animal caído. Esta es la última casa donde viviremos. Aquí una uña insiste contra el vidrio.
……Siempre es de pie. Fosforescencia a través de las roturas. La niebla hace un pasito y de nuevo hay que vivir. Animal sepultado bajo el cuadro de otro animal muerto. Así no importa la noche, importa la mano que la corrige.
……Otra ciudad será ajena. Sobre ella también lloverá. Animal sacudido en la mirada de otro animal con fiebre. Allí conocemos el linaje que no fundaremos. El cordón enredado alrededor de toda criatura.
EL ABRAZO REPLICA LA OSCURIDAD, sustancia mayor del universo. Permanecer allí necesita un gesto mínimo como el de la lengua sobre los labios. Situar un pájaro en los ojos. Conocer los rincones de la fiesta. Catástrofes reveladoras, nombres parecidos al viento sur. Lágrimas que caigan aprendiendo a dibujar sobre la tierra. Manchar la obligación de la alegría. Ir a la terraza a defender el cielo.
……Salir de allí necesita un idioma estrecho. Dos palabras como dos partes del mundo. Dos zarpas de metal como dos amores rotos. La tensión de la tanza ganando en el agua cuando el pez se equivoca. Dos manchones de luz cansina como una noche extraviada.
……Pero el animal se sacude dominado por la memoria. Por hacer algo con el cuerpo, merodea el sostén y la captura. El abrazo replica la oscuridad, lecho de todo planeta. Hundiremos el barco en la bahía. Dejaremos que huya del sol aquello que arde.
SERÁ QUE ESTOY ARENOSA, irremediable, desde siempre anclada en la costa del río aquel: pesado, se aferra a los tobillos con apetencia de grillete.
……Por contagio, la demora de un agua turbia contra la resaca minúscula de lo que en otra era fueron piedras.
……Nací cuando ya se había desgastado todo atisbo de grandeza.
……Será que nunca acabaré por desenterrar los pies de los pastos, de la sustancia que pegotea sin refrescar.
……Allí con constancia vegetal, alterada estacionalmente, casi ¿florecida?, casi muerta. En todo caso encharcada, excedida de mica, resplandor molido.
……Poca agua en la orilla. Poca agua en el agua.
……Será que morir también ocurrirá allí. El viento todavía sin renovar nada, sin traer noticia de algo que se eleve: la persistencia son los gorriones y sus pobres alas.
……Acaso nada fuera de ese paisaje que oprime como un cuerpo.
……Será que siempre estaré arrepentida de no haber encontrado en el azar un mejor sitio para nacer.
……Quizás la hora. No habitar con soltura el resplandor, su caída inminente, el vencimiento de lo que fue promesa.
……Estar detenida en la víspera de ser árbol.
……Será llegar y quedarse cada vez dentro del vientre animal y amarillo.
……Río, maleza, fiebre alta: nacer todas las veces en un verano difícil.
LA TIERRA SE VA QUEBRANDO, pasos de un ave zancuda que conoce mucho el agua. Pero ahora se sacude. La tierra se va quedando allá lejos donde me voy a fundar mi casa en la luz calcinada. Como la tarde en que mis hermanos y yo hacíamos paredes largas con ladrillitos de plástico que encastraban mal, pequeñas esquirlas hiriendo la hora de la merienda. Y la casa sin hacer. Las manos torpes y ávidas.
……Mi madre crece en mí, hiedra profusa que se apoya en la palabra donde quiero escapar y fallo.
……Mi madre se aprovecha, se apodera, ejerce la apropiación donde creo olvidar la tierra, donde quiero escapar y fallo. Pasos de un ave zancuda que conoce mucho el agua.
……Me encuentro replicando en la lengua, la tarea que mi madre cumplió en silencio: transformar lo familiar en extraño.
ESTOY DESNUDA DENTRO DEL SUEÑO DE MI PADRE. No puedo despertarlo. Grito una vez lo que memorizamos juntos: el poema. Grito otra vez que le devolveré lo prestado. Todas esas mentiras.
……Estoy temblando dentro de la pesadilla de mi padre. No puede dormirme. Grita una vez lo que bailamos juntos: una zamba. Grita otra vez que me parezco a mi madre. Todas esas revelaciones.
……Estoy rota dentro de la vigilia de mi padre. No podemos llorar.
Yanina Audisio nació en 1983 en Río Cuarto, Córdoba, Argentina. Ha publicado los libros de poesía La noche en los perros (2013), La boca y su testigo (Primer Premio 7mo Concurso de Cuento y Poesía Adolfo Bioy Casares, 2014), Piedras, papeles, tijeras (2016), Bajo poncho (2019), Cielo sobre el charco (2019), Paragüería y otros poemas (infantil, 2021), Sol por un rato (Mención Honorífica Convocatoria Nueva York Poetry Press, 2020, editado por Abisinia Editorial en 2022) y Nombradero (2022). Publicó el libro de cuentos Rancho aparte (2022) y obtuvo la Mención Especial del Jurado de Letras del Concurso Bienal Premio Federal 2019 que organiza el Programa de Cultura – CFI (Argentina), con la nouvelle El filo para arriba.
La composición que ilustra este paisaje de Abisinia, a manera de homenaje, fue realizada a partir de la obra «Mujer en la cama» del artista © Fernando Botero