Jean-Paul Daoust
Jean-Paul Daoust nació en Valleyfield, Quebec en 1946. Es poeta, novelista y ensayista. Cuenta con numerosas publicaciones y ha participado en diversas antologías y festivales de poesía. Es reconocido en su país como una figura sobresaliente de la cultura. Ofrecemos los siguientes poemas de su último libro Flores lascivas (Editorial Clarice Poesía, Córdoba, 2023) en la traducción del poeta argentino Leandro Manuel Calle.
Las uñas
1
Las uñas. Dedos de papiro. Las uñas. Su brillo. Lechoso. El hígado y su cirrosis. Ellas enarbolan pantallas donde la piel se desviste. Se vuelve rosa. Ahí. Al dandy le encanta ver por la ventana de la uña el espectáculo del cuerpo. Vitrina maravillosa donde se ocultan tesoros. Sí. Rosas. Excepcionalmente. Pueden azularse.
….. Las uñas. Su cáscara tierna. Sembrada en la carne tibia. Orquídeas de cristal colgadas de los dedos. Bambúes en el trópico de la vida. Muy a menudo grises. ¡Ay! La uña se ama a sí misma. Incluso maquillada. Lisa superficie donde se desliza el tiempo del amor.
2
Las uñas. Lunas sin caras ocultas. Las uñas están vivas. Solas. Sin sombra. Lúnulas. Sombras blancas. Con pétalos duros. Para carnes tiernas. Al dandy le gusta ofrecer su mano enguantada con anillos. Pero guarda sus uñas para espaldas enloquecidas. El safari de dar la mano le espanta. Ahí. Las uñas entrecruzan sus hierros. Mosqueteras.
…..Las uñas. Armas antiguas. Reptiles. Por debajo se acumula el polvo de la muerte. Las uñas. Mostrador de huesos translúcidos. Antaño. Fueron plumas. El rosa habla de aquellos vuelos. El dandy contempla las uñas que crecen fuera de él. Que lo prolongan. Grandes aventureras.
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Las uñas. Enmarcan la piel en marfiles neurálgicos. Limusinas. Pero sí. Rosas. En sus pantallas desmontables el destino organiza coreografías mudas. Las uñas. No se hablan sino entre ellas. Se hunden en la piel. Incisivas. Pueden lastimar. Por curiosidad. Por pasión. Eficaces. En la efervescencia de las caricias.
…..Las uñas. Aprendieron a saquear sin ningún remordimiento. Ya que no guardan nada. Ni el rastro de los perfumes. Su aire plástico les otorga siempre un look de vanguardia. Allí la piel muestra toda su desmesura. Se derrama en locuacidad. Y cuando se rompen entre los dientes igual que un fruto seco. Quiere decir que la temporada de amor ha terminado.
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Las uñas. La piel se inclina. Atormentada. Llega el momento de los nervios. El dedo se suicida. Los surcos que ellas dejan en la piel se parecen a la aparición de lo sagrado. Algunas veces. Ahí. Cuando cantan óperas fulminantes. En espaldas con decorados inauditos. En donde al dandy le gusta irresistiblemente vivir su vida. Ahí. El más hermoso de los casinos.
…..Las uñas. Cuando son las únicas que escriben. Cuando la piel se derrama en lágrimas de sangre la pasión triunfa en medio de los gritos. Y las uñas marcan el compás. Las uñas. Abastecen de cuchillos a la piel. Hojas prestigiosas. Nunca hipócritas. Su hechura. De una nobleza. Y de una valentía. Evidente.
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Las uñas. Fascinan sus cuerpos. Que el dandy descubre avanzando con amor. Sobre las pieles firmes. Que lo impulsan. Vergüenza a quién las roe. Sus corazones lisiados. A pesar de la caricia de la lima que las esculpe. Obras de arte concretas. Transparentes. En lo abstracto de la vida.
…..Las uñas. Tan lindo. Cuando se visten con el mismo color de los labios. Ya que ahí también la piel sonríe. Las uñas instalan vitrales modernos que filtran las teorías contemporáneas. Del tiempo. Del espacio. De la moda. El dandy ama estudiarlas. Porque ellas imitan el espejo personal de la luz.
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Las uñas. Estrellas ancladas. Hacen como que caen. Para dar un mejor espectáculo. Conchillas que abandonan el mar. Y se incrustan en la playa de la piel. Las uñas. Rocas espectaculares. Y cuando todo duerme. Muere. Ellas. Crecen. Avanzan. Sin hacer ruido.
…..Las uñas. Dragones. Feroces. Que protegen a los príncipes encantados. Las bellas durmientes del bosque. Las uñas. Que clausuran las vidas con gestos elegantes. Al final de los anillos tocan en el Ritz. Toman abrazos como taxis. Jets. Cohetes. Descapotables.
7
Las uñas. Cantan al alcance de la mano. Sirviendo de ojos para el adentro de la piel. Pantallas. Alhajeros. Stripteases sorprendentes. En los escenarios incansables. Nunca previsibles. Las uñas. Osan. Inventan escenificaciones siempre sabias.
…..Las uñas. Abastecen a los amores con elementos útiles. Las uñas. Arrancadas. Sirven de alhajas a los príncipes de la decadencia. Están ávidas por un lugar de honor en el museo del horror. Las uñas. Jardines suspendidos de lujuria. Sin embargo. Saben permanecer calmas. Still life.
Jean-Paul Daoust nació en Valleyfield, Quebec en 1946. Es poeta, novelista y ensayista. Cuenta con numerosas publicaciones y ha participado en diversas antologías y festivales de poesía. Es reconocido en su país como una figura sobresaliente de la cultura. Entre las numerosas distinciones recibidas, cabe destacar: 1990: Prix du Gouverneur général du Canada (Pour Les cendres bleues), 1999: Prix à la création artistique en région du Conseil des arts et des lettres du Québec, 2002: Prix Hommage du Grand prix de la culture de Lanaudière (Pour l’ensemble de son œuvre), 2009: Grand Prix Quebecor du Festival International de la Poésie de Trois-Rivières (Pour Le Vitrail brisé), 2009: Prix à la création artistique en région du Conseil des arts et des lettres du Québec, 2012: Prix de poésie Gatien-Lapointe – Jaime-Sabines, 2013: Prix international Saint-Denys Garneau (Pour Rituels d’Amérique), 2020: Prix du Conseil des arts et des lettres du Québec — Artiste de l’année dans Lanaudière.
La composición que ilustra este paisaje de Abisinia fue realizada a partir de la serie Saturno,
material y técnica: hierro pintado, 2020 – 2023,
del artista venezolano © Daniel Suarez