Andrea Juliana Enciso
De la poeta colombiana Andrea Juliana Enciso compartimos tres poemas de su último libro publicado Derivas de la piel (Editorial Mackandal, Barranquilla, 2020), que se presentará el miércoles 2 de diciembre a las 7 pm en Colombia a través del Facebook Live de Escarabajo Editorial. La Aldea Abisinia felicita especialmente a nuestra Editora de Literatura Queer.
Tafro en Kansai
A millas extendidas en el tiempo
lo recuerdo así:
balcánico, altanero y soberbio
como un pino alto y retorcido
a la vera del
río Kamogawa.
Viendo tomar café
a los hombres en este trópico
su presencia de templo
viene a mí:
él y su solemnidad de palco
viendo pasar la estela
de las geishas
él y la adustez de sus piernas
inscritas con las declaraciones del
placer y de los castigos
de quienes osaban mirar de frente
el sol en esa tierra.
Lo tengo dentro de mí:
en cada uno de los mapas
en cada una de las imágenes
de mercados y luces iridiscentes
en la curiosidad de los pasajeros
que nos miraban extranjeros.
Lo llevo como la marca de un libro.
Atesoro la carta de navegación de su rostro
todavía dentro de mí
así como el deseo privado y rocoso
de su mirada de halcón
reverberante en un puente de Osaka.
Tiempo del incienso,
la postal que más me gusta
de Tafro de Sarajevo
es la nitidez del camino de bambúes
que conducía al torii de su diafragma:
declaración cartográfica
donde ninguno de los dos
quiso ser
geografía permanente
a excepción
de aquella de los silencios
y el trayecto en tren
a ese cuarto de ojos en flama
donde atesoramos
las reducidas palabras
que cargábamos
como viajeros.
Ajeno, sabio y extraño
lejano por los años
abro su recuerdo como la vista
al jardín zen contemplado
por turistas:
Me quito los zapatos
abro la puerta
me hinco,
y ofrendo
como a un ancestro
como a un recinto sagrado
una varita de cedro para él.
Viaje y seducción entre desconocidos.
El canto de la matrona
……………………………………Lo que no es selva es ruina.
……………………………………JORGE BOCCANERA
Te enamoras de la belleza perdida
de todo aquello que pudieron ser
ese hombre y sus cosas.
Ese hombre y sus monumentos
ese hombre y sus historias.
Quieres apostarle a un signo invertido
donde todas las letras ya han sido reveladas
y todas las suertes lanzadas al tapiz de los vivos.
Terca
quieres cambiar sus órdenes
obscena
quieres re-leerlas
y creer que celebras
—como la papisa—
la ceremonia
de resurrección
de un pueblo desaparecido.
Solo tú conservas el espejismo
acuñas la grandeza
de casas blancas
y plazas gloriosas.
Ese hombre
con sus hierros expuestos
con sus paredes estrujadas
con su mirada abandonada
es una obra dedicada
a los espíritus del monte.
Muchacha
cierra los ojos
y antes de que su maleza
se te meta por la nariz
camina lejos sin darte la vuelta.
Recuerda
la belleza de esos hombres
tristes
incompletos
baldíos
es una jaula
donde las Esperanzadas
pierden su voz de caracol
su don de creer
en los espejismos.
Sobre lo que calla
el Yarumo
Su espina dorsal
elevada sobre el alto follaje
es atalaya de los pericos.
Su cabeza, seducida por el viento,
es sonora como la risa de las niñas
en otras latitudes.
Sus brazos
puentes colgantes
son un reto al timón de la ciudad.
Sus manos callosas
sus dedos
sostienen las nubes
del bosque de montaña.
Este joven centenario
ha visto
caer, rodar y morir
a otros hombres
sobre la palma
de la cordillera.
Los tucanes huyen
los monos aulladores
no se atreven a decir
lo que el yarumo ha visto.
En el silencio de la niebla
me aferro vacía a su torso.
Él generoso susurra
y me sonríe.
Andrea Juliana Enciso. Nació en Bogotá en 1979. Es poeta, crítica, ensayista e investigadora literaria. PhD. en Lenguas y Literatura Hispánica de la Universidad de Pittsburgh. Publicó los libros de poesía Laberíntica (2000) y Panóptico: Pabellón para tercos y fantasmas (2005). Su trabajo hace parte de las antologías Conjuro capital poetas bogotanos (2008) y Todo boca abajo, antología Latinale 2018 (2019). Actualmente enseña literatura en la Universidad del Norte en Barranquilla, Colombia. Fotografía: Omar Chacón.
La composición que ilustra este post fue realizada a partir del collage que acompaña la tapa del libro de la artista Lv Nocta