Ashanti Dinah
De la poeta colombiana Ashanti Dinah ofrecemos estos poemas de su último libro «Semillas del Muntú», (Nueva York, 2019). Es el primer volumen de una trilogía que explora el nacimiento, la vivencia y el entendimiento del hombre y la naturaleza dentro de los caminos del Muntú, una filosofía africana para salvar al mundo, según Manuel Zapata Olivella.
Cazuela de muerto
Me pregunto y me respondo con el corazón:
¿Cuál de estas estrellas es uno mis ancestros?
¿Podré descifrar sus voces cuando aúllen mi nombre?
Esta noche que desborda álgebras de sueños:
los muertos caminan secretamente vivos
tocan las puertas, encienden las velas y los inciensos,
pasan frente a mí con formas de altas nubes,
maúllan en la risa de los turpiales.
Vienen a la cazuela
y me abrazan con dulzura infantil.
Las venas de Aggayú
Esta selva de magma me embrujó
y caí en trance.
Escribió un secreto en la retina de mi alma,
y atada a la memoria quedó mi sangre.
Veo este presente con los ojos del fuego.
De mis manos brotan a chorros
salpicadura de escarchas,
puñado de lentejuelas,
floresta de burbujas.
Ahora soy un misterioso volcán
por donde cruza un río.
Toda mi vida bulle bajo la cintura de la tierra.
Soy un temblor que danza
entre las venas de Aggayú.
Sembrar la tierra con orisha Oko
Sostengo un puñado de tierra
entre mis manos.
Le pido permiso a Orisha Oko,
el dios de la cosecha y la maduración.
Con pala y pico siembro el ombligo
de toda mi prole.
Le planto abono de mis sueños,
sudor de alba nocturna.
Le riego agua de mi llanto, música de lluvia,
para que sus huesos broten como árboles.
En el altar de las hojas anidan pájaros
buscando madrigueras de luz.
Santa rumbera
Ahí viene bajando la diosa espléndida,
-la comadrona de los partos campesinos-
en su carroza de frutabomba.
Viene caminando como un pavorreal
con su vestido de helechos.
Abanica sus plumas en un resonar de pulseras.
Sus anchas caderas se trenzan
en la tinaja sensual de los ríos.
Virgen negra, trae un aroma a mango maduro
en su piel de ébano.
¡Oshún Yalodde!
Santa rumbera de las aguas tibias.
Vino a bendecirme con su sonrisa de canario.
En este toque de güiro bailan con ella
los silbidos de las abejas,
el chaleco anaranjado de la codorniz,
el cacareo guajiro de las gallinas.
A lo lejos, un chivo se estremece
en la hamaca de la yerba niña.
Le pido permiso a mi Madre,
tomo asiento en su canoa
y navego en la proa de su isla.
Le ofrendo un panal de miel
y una paloma jíbara frente de su altar.
No hay eternidad más bella que la de su aleteo.
Yo le ruego que deposite sus semillas en mi útero,
con su hoguera de girasol
fecunde mi sortilegio.
Rogativa final a los dioses
Dioses, caminantes del cielo,
llámenme por mi nombre.
Desde hace siglos nadie lo hace acá en la tierra.
De tanto llorar se me han mojado las raíces.
Tengo los huesos anegados de una tristeza antigua.
De tanto buscarme por los senderos
me ha dado fiebre.
De tanto desear respuestas
se han desatado mugidos en el alma.
Dioses, lo suplico, llámenme por mi nombre:
Busco leer su alfabeto en forma de sueños,
Busco trazar una promesa de esperanza
en los ojos del viento.
Cuando el tabaco me dibuje palabras
y me esculpa un destino,
tomen el cuerpo de algún pájaro
y crucen mi ventana haciendo aleteos.
Quiero descifrar su grafología secreta
en esta lluvia vestida de noche.
Quiero que el pregón de sus voces
agrande mis pestañas.
Quiero que su canción sea como un concierto
de arena bajo mis pies.
Dioses, tengan misericordia de mí,
llámenme por mi nombre.
Con sus bocas negras,
con sus generosas manos acaricien mi frente.
¡Ahoguen esta pena!
Ashanti Dinah nació en Barranquilla, Caribe colombiano, en 1980. Es poeta, investigadora y activista afrodescendiente. Es estudiante Ph.D de la Escuela Graduada de Artes y Ciencias (GSAS) de Harvard University en el Department of African and African American Studies and Romance Languages and Literature. Su poesía ha sido publicada en revistas especializadas y ha sido invitada a varios encuentros nacionales e internacionales. Sus poemas han sido traducidos al portugués y al inglés. Es nuestra editora de la sección Afro de Alteridades.
La composición que ilustra este post fue realizada a partir de un fragmento del collage de la artista Kaylan M