Ana Martins Marques
Penélope
i
Lo que el día teje,
la noche omite.
Lo que el día traza,
la noche rasga.
De día, tramas,
de noche, plagas.
De día, sedas,
de noche, mermas.
De día, mallas,
de noche, fallas.
ii
La trama del día
en la urdimbre de la noche
o la trama de la noche
en la urdimbre del día
mientras tejo:
la fidelidad de un hilo.
iii
De día dedales.
De noche nadie.
iv
Y ella no dijo
ya no te pertenezco
hace mucho entregué mi corazón al sosiego
mientras tu corazón ondeaba de viaje
mientras yo me consumía
entre los velos de la noche
tu recorrías distancias insospechadas
cuerpos encantados de mujeres con cuyas lenguas
extrañas podría yo tejer una mortaja
de nuestra lengua común.
Y ella no dijo
al comienzo aún pensé en ti
primero como quien arde ante una hoguera
recién extinta
después como quien visita la playa de la infancia
y primero recuerda el largo verano
y luego lo olvida.
Y ella tampoco dijo
la soledad puede tener muchas formas,
tantas como las tierras extranjeras,
y es siempre hospitalaria.
v
El viaje por la espera
es sin retorno.
Cuántas veces la noche tejió
la mortaja del día.
¿Cuántas veces el día
la destejió?
¿Cuántas veces ensayé el retorno
–el rito de las risas,
el espejo tierno, los cabellos trenzados,
la casa aderezada, el corazón veloz?
La espera es la flor que yo consigo.
Agua del mar, vino tinto –la misma copa.
vi
Y entonces se sientan
lado a lado
para que ella le narre
la odisea de la espera.
Penélope
i
O que o dia tece,
a noite esquece.
O que o dia traça,
a noite esgarça.
De dia, tramas,
de noite, traças.
De dia, sedas,
de noite, perdas.
De dia, malhas,
de noite, falhas.
ii
A trama do dia
na urdidura da noite
ou a trama da noite
na urdidura do dia
enquanto teço:
a fidelidade por um fio.
iii
De dia dedais.
Na noite ninguém.
iv
E ela não disse
já não te pertenço
há muito entreguei meu coração ao sossego
enquanto seu coração balançava em viagem
enquanto eu me consumia
entre os panos da noite
você percorria distâncias insuspeitadas
corpos encantados de mulheres com cujas línguas
estranhas eu poderia tecer uma mortalha
da nossa língua comum.
E ela não disse
no início ainda pensei em você
primeiro como quem arde diante de uma fogueira
apenas extinta
depois como quem visita em lembrança a praia da infância
e então como quem recorda o amplo verão
e depois como quem esquece.
E ela também não disse
a solidão pode ter muitas formas,
tantas quantas são as terras estrangeiras,
e ela é sempre hospitaleira.
v
A viagem pela espera
é sem retorno.
Quantas vezes a noite teceu
a mortalha do dia.
quantas vezes o dia
desteceu sua mortalha?
Quantas vezes ensaiei o retorno –
o rito dos risos,
espelho tenro, cabelos trançados,
casa salgada, coração veloz?
A espera é a flor que eu consigo.
Água do mar, vinho tinto – o mesmo copo.
vi
E então se sentam
lado a lado
para que ela lhe narre
a odisseia da espera.
Cazada
¿Y qué es el amor
sino la prisa
de la presa
en prenderse?
La prisa
de la presa
en
perderse
Caçada
E o que é o amor
senão a pressa
da presa
em prender-se?
A pressa
da presa
em
perder-se
Colección
Coleccionamos objetos
pero no el espacio
entre los objetos
fotos
pero no el tiempo
entre las fotos
estampillas
pero no
viajes
lepidópteros
pero no
su vuelo
botellas
pero no
la memoria de la sed
discos
pero nunca
el pequeño intervalo de silencio
entre dos canciones
Coleção
Colecionamos objetos
mas não o espaço
entre os objetos
fotos
mas não o tempo
entre as fotos
selos
mas não
viagens
lepidópteros
mas não
seu voo
garrafas
mas não
a memória da sede
discos
mas nunca
o pequeno intervalo de silêncio
entre duas canções
Traducción: John Galán Casanova
Del libro Once poetas brasileros. Libro al viento
Ana Martins Marques nació en Belo Horizonte, Minas Gerais, en 1977. Debutó en 2009, con La vida submarina, y en 2011 publicó, también con la editorial Cia. das Letras, El arte de las artimañas, vencedor del premio de la Biblioteca Nacional como mejor libro de poesía del año.
La composición que ilustra este paisaje de Abisinia fue realizada a partir de:
Si título
Técnica mixta: Pintura acrílica y barro
60cm x 50cm
de © Jorge Lopez